VALÈNCIA. La pandemia de coronavirus ha obligado a reorganizar las prioridades en muchos ámbitos de la sociedad. También en el Ayuntamiento de València, donde el gobierno municipal se prepara para una reforma importante de sus presupuestos. Eso sí, no habrá una reducción de impuestos. El alcalde de la ciudad, Joan Ribó (Manresa, 1947), insiste en que no puede haber una "rebaja general" de gravámenes dado que hay "algunos [negocios] que lo necesitan y otros que no lo necesitan tanto". Otro de los argumentos es que el consistorio va a sufrir ya una merma sustancial de ingresos y debe hacer frente a una crisis en el plano social, por lo que de bajar los impuestos, el Ayuntamiento quedaría "totalmente colgado a nivel económico", según Ribó.
En ese sentido, el interés del ejecutivo local pasa por implementar líneas de ayudas directas a los sectores que lo precisan: autónomos, pymes y comercios que se hayan visto afectados por el cierre debido al estado de alarma. Subvenciones que ya se han puesto en marcha pero que, a todas luces, van a ser insuficientes. Ribó se ha comprometido a aumentarlas, pero no ha especificado si cubrirá las miles de solicitudes que se han recibido.
El alcalde cree que la actitud de la oposición en la capital es la de "llegar a acuerdos", aunque admite que en ocasiones, algunos comentarios ponen "las cosas fuera de contexto" y se asimilan más "a lo que se hace en el Congreso de los Diputados". ¿Ha habido errores? "Se han cometido muchos errores", como por ejemplo, la asistencia de miles de aficionados del Valencia al partido de Italia, "al que era el núcleo de la pandemia en aquellos momentos". El Ayuntamiento organizaba antes de cancelar las Fallas una paella con miles de personas mayores: "Con lo que sabemos ahora, no se haría". Con todo, el alcalde subraya que la evolución de la enfermedad en València "es mucho mejor que en Madrid", "clarísimamente mejor".
Ribó no cree que fuera "precipitado" anunciar la posibilidad de celebrar las Fallas en julio un día después de hacer pública la suspensión de la fiesta. La cancelación fue "un trauma para esta ciudad" y había que encontrar una "solución consensuada". Por ello, cree que fue un "elemento de esperanza", aunque insiste en que la decisión final se tomará, como se había dicho, el día 15 de junio, atendiendo a las autoridades sanitarias. No obstante, deja entrever alguna duda: "He de reconocer que la situación, en estos momentos...".
Para hablar de estos y otros asuntos de actualidad, el primer edil atiende la llamada telefónica de Valencia Plaza.
- Usted es, por edad, un grupo de riesgo. ¿Tiene miedo en ese sentido? ¿Está tomando medidas de seguridad adicionales?
- No. Estoy tomando las medidas que recomiendan las autoridades sanitarias, pero no más específicas. Tengo buena salud. Tengo una edad pero considero que la edad no es sólo un número sino también un estado. Yo me encuentro bien. Hago deporte y tomo las medidas con toda normalidad.
- ¿Cómo están trabajando? ¿Está yendo al Ayuntamiento estos días?
- Voy todos los días laborables. Todas las mañanas de ocho y media a dos como mínimo y alguna tarde. Voy porque me parece importante estar. Alguna tarde hago uso del teletrabajo, si tengo que firmar alguna cosa, pero por las mañanas suelo trabajar desde mi despacho, y prácticamente todos los días tenemos reunión de la comisión de seguimiento con los vicealcaldes y el presidente del CECOPAL y algún otro concejal. Además, los viernes acostumbramos a tener una junta de portavoces con la oposición porque nos parece importante tener en cuenta sus planteamientos.
- El último pleno ya se vio. Se aprobaron algunas medidas de la oposición.
- Efectivamente. De las 66 propuestas, había bastantes que eran de la oposición. El Ayuntamiento de València ha tenido claro que estamos en una crisis muy importante y es un momento que hay que dejar en segundo plano las posiciones particulares, que son muy razonables, pero en estos momentos debemos trabajar codo con codo para buscar soluciones conjuntas. Por eso nos reunimos todas las semanas.
- ¿Cómo valora la actitud de la oposición?
- Lo que hacen es lo que se vio el otro día en el pleno de Les Corts Valencianes. Es una voluntad de llegar a acuerdos que yo valoro positivamente. Aunque a veces, lo que dice se asimila más a lo que se hace en el Congreso de los Diputados, para intentar contraponerlo. En la práctica, es una actitud de buscar acuerdos, pero después alguna nota pone las cosas fuera de contexto. Pero lo importante son los hechos, no las palabras.
- Justo antes de que se cancelaran las Fallas y se decretara el estado de alarma, el Ayuntamiento de València organizó una gran paella con miles de mayores mientras en Madrid se cerraban los colegios. ¿Fue un error? ¿Cómo lo ve ahora a posteriori?
- Viéndolo a posteriori, se han cometido muchos errores. El primero que destacaría es que fueron miles de personas a ver un partido de fútbol al que era el núcleo de la pandemia en aquellos momentos, Italia. Hubo partidos de fútbol, los autobuses y los trenes iban bastante llenos... Evidentemente, un acto como una paella, con lo que sabemos ahora, no se podría hacer. Pero, dicho esto, hay que decir que el desarrollo de la pandemia en València es mucho mejor que en Madrid. Clarísimamente mejor. Madrid es la segunda o tercera comunidad en incidencia y la Comunitat Valenciana está en el puesto número 13, siendo precisamente el lugar por donde entró el virus.
- Un día después de suspender las Fallas en marzo, acordaron con el mundo fallero la posibilidad de celebrar la fiesta en julio. ¿Cree que fue precipitado ese anuncio a la vista de cómo está funcionando la pandemia?
- Creo que no. Dejar las Fallas a nueve días de la 'cremà' es un trauma para esta ciudad, un trauma para decenas de miles de falleros y para mucha más gente. Creo que había que buscar una solución, y encontramos una solución consensuada que yo continúo celebrando, aunque he de reconocer que la situación, en estos momentos... Tendremos que ver si esto es posible. Tuvimos la precaución de decir que esto se hará si un mes antes se ve que es posible. El 15 de junio decidiremos si es posible. Quiero valorar este tema como un elemento de esperanza, de intentar arreglar la situación, fue positivo. ¿Podremos hacerlo o no? No lo sé. El Ayuntamiento de València atenderá a lo que digan las autoridades sanitarias.
- ¿Se plantea el puente de octubre como una alternativa?
- En este momento, estamos barajando distintas alternativas, pero son complejas. Se ha de hacer siempre de forma consensuada con el mundo fallero y los artistas falleros, que mueven muchos recursos y muchas personas. Quiero recordar que hemos introducido ayudas para salir de este bache y que las comisiones puedan pagar a todas las pymes que se dedican a las Fallas. ¿Cuál será la mejor solución? No lo puedo decir. Antes tenemos que consensuarlo con el mundo fallero.
- En cualquier caso, de celebrarse en julio, serían unas fiestas con algunas limitaciones...
- Este es uno de los problemas que se plantea. Parece probable que habrá algunas limitaciones. Una cuestión que deberemos analizar adecuadamente. Evidentemente, la posibilidad de hacer unas Fallas como cualquier año no es fácil de contemplar, al menos en julio, y me atrevería a decir que tampoco en septiembre u octubre. Nadie sabe cuándo se va a producir el final de esta pandemia.
- En la Conselleria ya buscan espacios para instalar 'arcas de Noé'. ¿En València se está estudiando esta posibilidad?
- Sí, por supuesto. Nos parece muy importante porque llegará un momento en el que aquellas personas asintomáticas o con síntomas leves deberán estar aisladas para que el resto de personas puedan tener un grado de libertad mayor que el que tenemos ahora. Tenemos que buscar una salida a la desescalada con el máximo de garantías para evitar un repunte. Estamos ya trabajando con personas sintecho, y aunque no se trata del mismo tema, tampoco se va muy lejos.
- Precisamente nos han llegado quejas porque hay personas que viven en la calle y que son reacias a acudir a algunas instalaciones municipales. Se sienten más protegidos en la calle que en un lugar cerrado. Esto choca con la obligación del confinamiento, y al parecer la Policía no puede obligarlos. ¿Cómo se puede solucionar este problema?
- De momento, estamos trabajando en el reparto de kits de comida en los polideportivos para reducir estas quejas, que comprendemos. Lo que comentas es un tema complejo. Entre las personas sin vivienda, hay personas que están en la indigencia económica, pero hay personas que tienen una situación psicológica complicada, con algunas dependencias. Hay muchos casos particulares. Obligarles a estar en un recinto cerrado no es una cuestión fácil. Desde Servicios Sociales hacemos todo lo posible para que estén confinadas, pero no las obligamos.
- Este diario publicó un reportaje sobre las dificultades para que todos los miembros del núcleo de una familia pudieran acceder al funeral de su padre o de su madre por las limitaciones de acceso. ¿El Ayuntamiento se ha puesto en contacto con el Ministerio para que modifiquen las restricciones y hacerlas más comprensivas con los familiares?
- Lamento muchísimo una situación así. Es triste, terrible y desagradable. Lamentamos tener que hacer esto pero no es una decisión del Ayuntamiento, sino de la autoridad sanitaria. Precisamente vamos a pedirle que flexibilice estas medidas porque a veces tiene toques de inhumanidad por desgracia. Se ha de tener seguridad sanitaria, pero a la vez tiene que haber humanidad. Cuando pase esta época, queremos ofrecer a la sociedad valenciana la posibilidad de hacer un gran acto de homenaje a todas las personas que han faltado, respetando que todas aquellas personas que tengan su creencia religiosa puedan hacer un acto específico. Estamos muy a disgusto con esta situación.
- Las primeras semanas de la crisis, los sindicatos de la Policía Local denunciaron falta de material de protección. El concejal, en una entrevista a este diario, dijo que no había hecho falta. Pero los sindicatos insisten en que sí. El president de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, han pedido esta semana perdón por haber llegado tarde en la compra de material. ¿Ha sucedido lo mismo aquí?
- Lo que me dice el concejal es que para las cosas que eran necesarias, sí que había material suficiente. ¿Hemos llegado tarde a esta crisis en general? Evidentemente. España es un país que no tiene una infraestructura suficiente en este sentido. No tenemos una industria de producción y no tenemos una distribución adecuada. Hemos de importar material desde China, donde se habla un idioma diferente y a veces nos han vendido material que no es el adecuado. Somos un país con carencias serias como la falta de resiliencia ante crisis como esta. Nos podría pasar en otros grandes temas, como en la seguridad alimentaria. Debemos pensar sobre ello en el futuro. Tendremos que plantearnos tener unas reservas estratégicas: España, la Comunitat Valenciana y el Ayuntamiento de València
¿Ha habido deficiencias? En un sentido general, sí. ¿Ha habido deficiencias en la Policía? Si los sindicatos lo dicen, es posible que haya habido alguna carencia, pero no creo que a un nivel grave. Puedo aceptar esta crítica en algún momento, igual que digo que ya estamos trabajando en tener reservas de mascarillas y guantes.
- El Ayuntamiento ha aplazado el pago de algunos impuestos, como el del IBI. ¿Se plantea rebajar algunos para favorecer la reactivación de la economía y la subsistencia de algunos negocios?
- No. En ese tema sí hay una discrepancia con la derecha. Pensamos que es importante que el gobierno municipal tenga recursos para poder hacer frente al plano social. Vamos a tener una bajada importante de recursos, pero no podemos dejar al Ayuntamiento sin recursos. La rebaja del IBI, por ejemplo, no entendemos que sea la mejor solución. Hay comercios que necesitan ayuda y por eso hemos sacado líneas de subvenciones. Pero hay comercios que están funcionando al 100% en estos momentos y no es razonable que se les rebaje el IBI. Hay que decir, además, que este impuesto se recarga sobre la propiedad, no sobre la actividad. He hablado por ejemplo con algunas librerías y me decían que pocos comerciantes tienen en propiedad el local, la mayoría son arrendatarios. La mayoría de pymes y autónomos son arrendatarios. Lo importante es salvar la economía. La propiedad puede tener problemas, pero no son los mismos que puede tener un autónomo, una pyme o un comercio.
- Quizá otros como el IAE (Impuesto de Actividades Económicas) o la tasa de vehículos que pagan los autónomos...
- Nosotros preferimos trabajar en las ayudas para aquellos sectores que lo necesitan. Hay algunos que lo necesitan y otros que no lo necesitan tanto. No puede ser una rebaja general.
- Entiendo que tampoco se plantea suspender la subida de impuestos aprobada en diciembre para este año.
- Entiendes bien.
- ¿Ha cifrado el Ayuntamiento la caída de recaudación de impuestos? ¿Tienen alguna horquilla?
- Estamos analizando el descenso de impuestos en el mes de marzo, pero en estos momento no tenemos una horquilla concreta. Un 50% de los impuestos viene del Estado, y tenemos la garantía de que tendremos estos ingresos estables. La otra mitad son impuestos municipales y aquí sí que vamos a tener una caída, por ejemplo en el ICIO (Impuesto de obras y construcciones) y algunos otros. Pero es difícil de cuantificar porque, sobre todo, no sabemos cuánto va a durar el estado de alarma y la reclusión y cuándo será la desescalda. Será una bajada significativa de aquellos impuestos que son el esqueleto del Ayuntamiento. Por eso no podemos bajarlos: dejaríamos el Ayuntamiento totalmente colgado a nivel económico.
- Han anunciado que harán una reforma sustancial de los presupuestos municipales. ¿Qué partidas son las susceptibles de cambiar? La ejecución de inversiones nunca alcanza el 100%...
- Evidentemente, la partida en la que estamos trabajando es la de inversiones. Cuando se declara el estado de alarma, no se pueden hacer obras nuevas y todo el proceso de contratación se retrasa. Estamos viendo todas aquellas partidas de inversiones que se van a retrasar y que no se van a poder ejecutar este año. Estamos trabajando, por tanto, en el capítulo 6 del presupuesto (inversiones) para sacar recursos.
Es muy importante también que el Gobierno nos permita utilizar el remanente de tesorería y que acometa la transferencia del IVA del 2017. Además, próximamente tendré una videoconferencia con los diez alcaldes de las ciudades más grandes del estado en la que trabajaremos el asunto del transporte público. En todos los sitios, el número de viajeros han bajado como mínimo el 90% y los recursos en el transporte público han menguado de una manera significativa. Crearemos una comisión técnica para continuar en esta situación.
- Han puesto en marcha ayudas a pymes, comercios y autónomos que se hayan visto afectados por la crisis del coronavirus, pero se han recibido muchas más solicitudes de las que se podrán atender. ¿Aumentarán la cuantía para poder atender todas las peticiones?
- El Ayuntamiento de València fue el primero de España que lanzó ayudas a autónomos, pymes y micropymes. Pocos ayuntamientos, incluidos muchos dirigidos por la derecha que habla mucho de esto, han lanzado este tipo de ayudas. Me parece significativo. El plazo de solicitudes acaba a principios de mayo y vamos a analizarlas. Hay algunas que no son del municipio y no podemos tramitar. Hubo un colapso como hubo otro colapso en el País Vasco, y como lo hubo en los sistemas informáticos de la Conselleria de Sanidad el otro día. Hay momentos en los que, en pocas horas, se acumulan miles de personas. Por desgracia ocurre en épocas de crisis. Ampliaremos las ayudas. ¿Cuánto lo ampliaremos? No lo podemos decir porque estamos estudiando cuánta gente lo ha pedido y cuánta de la que lo ha pedido, puede recibirla.
- La EMT planteó un ERTE y la autoridad laboral lo rechazó. Ya han anunciado que presentarán un recurso de alzada...
- Sí. El Ayuntamiento de València tiene una grave discrepancia. Tras leernos los argumentos que da la autoridad laboral, pensamos que son unos motivos muy débiles y muy discutibles desde un punto de vista legal. Estamos acabando el recurso de alzada y es un recurso muy serio. Pensamos que hay aspectos clarísimos que no se han tenido en cuenta y creemos que hay muchas posibilidades de que el recurso salga adelante. Pero no podemos asegurarlo. Ya lo decía Cervantes: "Pleitos tengas y los ganes".
- De todas formas, salga el ERTE o no, está claro que la EMT tendrá que hacer algún ajuste. Ha hablado de una reunión con el resto de alcaldes de grandes ciudades. ¿Van a pedir recursos extraordinarios?
- Vamos a trabajar en la creación de una comisión de técnicos que va a estudiar este tema. Al final de la película habrá una petición de recursos al Estado. La situación es compleja en todos los sitios. Los ingresos de las empresas municipales de transporte de toda España están al 10% de lo que estaban en una situación normal. Es insostenible.
- Antes de la crisis, la EMT pasó varios meses de conflictividad por el fraude de cuatro millones de euros, y aún está en el aire la comisión de investigación formada por los consejeros sobre este fraude. También estos días los sindicatos están muy críticos con la dirección de la empresa. ¿Ha pasado factura a la gerencia? ¿Su futuro pasa por la dimisión?
- Lo primero que hay que decir es que lo que le pasa ahora a la EMT de València, le pasa a la de Zaragoza y le pasa a la de Bilbao, y a la de Madrid. Pedir la dimisión por este motivo es surrealista, no tiene mucha lógica. Se habría de pedir la dimisión de las direcciones de todas las empresas públicas por motivos externos. No tiene nada que ver. Desde luego, defiendo la dirección de la EMT, empezando por el concejal Giuseppe Grezzi y siguiendo por el gerente [Josep Enric García]. Han hecho un buen trabajo y los datos de la EMT son muy claros.
Es cierto que hemos tenido el problema del agujero de cuatro millones de euros, pero pido que además miremos los autobuses comprados, el crecimiento constante antes de esta crisis, etcétera. Hay un grado de satisfacción grande. La EMT funciona de una manera muy adecuada. El transporte público es algo fundamental en esta ciudad y quienes lo han gestionado, lo han hecho de una forma muy adecuada.