VALÈNCIA. Este miércoles la asamblea de presidentes de las fallas votarán la propuesta de la Junta Central Fallera y la Interagrupación para celebrar las fiestas josefinas entre el 1 y el 5 del mes de septiembre. Pero de no aprobarse, la Junta sólo plantea una alternativa: cancelar las fiestas de este año y postergarlas ya hasta marzo de 2022 en su calendario habitual. Y en ese caso, según ha advertido a los presidentes la propia Junta, que preside el edil de Fiestas, Carlos Galiana, las comisiones falleras podrían tener que devolver hasta el 62,5% de las ayudas recibidas en 2020.
De cara a la asamblea de este miércoles, la Junta Central Fallera ha remitido un escrito explicativo para exponer cuál es la propuesta concreta y qué consecuencias tiene cada uno de los resultados de la votación. Así, si no sale adelante la celebración en septiembre, la Junta se resigna a "ir a marzo de 2022" porque "encontrar unas fechas mejores nos parece prácticamente imposible".
Sostiene la Junta Central Fallera que la mejor fecha es la propuesta porque permitirá "restablecer un calendario lo más parecido posible a un ejercicio natural respecto a las Fallas de 2022", porque los escolares todavía estarán en período de vacaciones, el tiempo suele ser más estable en estas fechas y, además, porque no se superpone con otras festividades de la ciudad o de la Comunitat.
Pero para aquellos que estuvieran rumiando un voto negativo, la Junta explica cuál sería el resultado: el perjuicio económico para todos los sectores económicos, la salida de los monumentos albergados en Feria Valencia -de los que deberían encargarse las respectivas comisiones-, y una merma todavía mayor en los censos falleros. "Los censos falleros ya han bajado un 10% durante estos meses", esgrime la Junta, lo cual podría agravarse "ante la falta de actividad", lo cual repercutiría financieramente en las cuentas de las comisiones falleras.
Pero va más allá el escrito para advertir a las comisiones de que, si no sale adelante la celebración de las Fallas en septiembre, el agujero económico podría ser mayor al tener que devolver parte de las subvenciones recibidas para las Fallas de 2020. Las ayudas, explica la Junta, "podrían ser revisadas para comprobar si se ha cumplido el objeto de las mismas".
Estas ayudas se entregaron precisamente para la celebración de las fiestas el pasado ejercicio y que tuvieron que ser canceladas. Ahora, la idea es que tengan lugar en septiembre, pero si finalmente no es así, "podría suponer devolver la subvención del 62,5% otorgada en 2020". Con todo, ciertamente las ayudas de 2021 no correrían ningún riesgo puesto que están pensadas para celebrar las fiestas de 2022, algo que salvo sorpresa, seguro que ocurrirá.
Por todo ello, la Junta insta en el escrito a que todos los asistentes emitan un voto afirmativo pese a que no estén de acuerdo "para permitir que el resto de comisiones planten en septiembre". Con todo, cada comisión tiene la libertad al final de no plantar, lo cual conllevaría la pérdida de ayudas. Así, bajo la perspectiva de la Junta, votar 'no' "podría resultar un poco insolidario para el resto del mundo fallero que quiere continuar".
El texto ha generado cierto malestar en algunas comisiones, especialmente en algunas más pequeñas, al considerar la misiva como una suerte de "chantaje" por recordar la repercusión de las subvenciones recibidas. "Están intentando vestirlo todo para que salga que sí", explicaron las fuentes consultadas a este diario. En la Junta Central Fallera, por su parte, rechazaron esta intencionalidad y se limitaron a explicar que en cualquier administración pública, una ayuda requiere de una justificación y que si esta no existe, se debe reintegrar la cuantía de la subvención.