VALENCIA. El caso de la fundación pública Feports es uno de los más extravagantes dentro del complejo entramado de entes públicos de la Generalitat. Este organismo fundado por la Generalitat y las Autoridades Portuarias de Alicante, Castellón y Valencia para la investigación y el estudio de la actividad portuaria debió haberse extinguido como tal en 2012, pero cuatro años después sobrevive sin subvenciones públicas, con un presupuesto cercano al millón de euros y una plantilla de quince trabajadores.
El mandato de desaparición emana del Decreto Ley 7/2012, de 19 de octubre, para tratar de poner orden en el sobredimensionado sector público de la Generalitat. En él se daba un plazo de tres meses para presentar al Consell una propuesta para salir del sector público dando entrada al patronato a entes ajenos a la administración, o bien para desaparecer como tal. No obstante, según recogen las últimas auditorías que acaba de publicar la Conselleria de Hacienda, todavía no ha tomado ningún acuerdo en ese sentido.
Sin embargo, ya hace tiempo que la Generalitat le cortó el grifo. En 2013 dejó de abonarle la subvención que aportaba para su funcionamiento, decisión que fue seguida por las otras tres entidades fundadoras. La falta de aportaciones por parte de sus patronos "compromete enormemente la viabilidad y continuidad" de Feports, que se sustenta a base de subvenciones finalistas.
El motivo es la dificultad para captar fondos de la Unión Europea, ya que muchos de los proyectos son cofinanciados. Según recuerda Feports en la memoria que acompaña a sus cuentas, su principal línea de actuación son los proyectos comunitarios, financiados por la UE en porcentajes de gasto que oscilan entre el 75% y el 100%.
La ausencia de aportaciones públicas le generó un déficit de 134.230 euros en 2015, ligeramente inferior a los 160.426 euros de resultado negativo con los que cerró en 2014.
Pese a esa situación de bloqueo en la que se encuentra Feports, abandonada a su suerte sin subvenciones desde 2013 y sin que nadie aborde tampoco su disolución, los nuevos gestores de la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas a la que está adscrita la mantienen de momento en ese limbo.
El patronato tampoco ha sido precisamente diligente a la hora de buscar una salida. Según recoge en su memoria, en agosto de 2013 se le presentó al patronato un plan de viabilidad que no se aprobó hasta diciembre de 2014. Entre las medidas previstas estaban la de reducir la masa salarial a 537.441 euros o la aprobación de nuevos proyectos para captar fondos con los que suplir la falta de financiación pública.
En la auditoría de control de Feports de 2015, suscrita por el viceinterventor de control financiero, Ignacio Pérez, y por José Enrique Contell, socio auditor de Grant Thornton, explica además que en diciembre de 2012 el patronato acordó formular una propuesta de entrada del Consejo de Cámaras de la Comunitat con una aportación sobre la dotación fundacional suficiente como para reducir la mayoría de la Generalitat
Sin embargo, el Consell entonces presidido por Alberto Fabra nunca dio el visto bueno al plan de salida de Feports del Sector Público.
Ante la falta de respuesta, se planteó la posibilidad que Feports se integrase en la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (Eige), lo que implicaría que las Autoridades Portuarias de Alicante, Castellón y Valencia no participarían en la entidad resultante. En la última auditoría de cumplimiento se explica que esta alternativa tampoco cuajó.
Según la relación de puestos de trabajo remitida a la Generalitat este mismo año, en Feports trabajan actualmente quince personas. Su director gerente, Vicente Cerdá García de Leonardo, percibió en 2015 un salario de 61.048 euros, dentro de los límites establecidos en la Ley de Presupuestos para los altos cargos de la administración de la Generalitat.
No obstante, como sucede en muchas de las entidades que forman parte del sector público valenciano, Feports no cuenta con la autorización de la Dirección General de Presupuestos para la masa salarial de 2015 porque no la ha solicitado.
La empresa repartió la cantidad en dividendos con cargo a reservas el 25 de febrero de 2015 y la sacó a subasta el 2 de marzo, tan sólo 5 días después