VALÈNCIA. La futura línea 11 de tranvía, que conectará el centro de València con la zona del Grao, tendrá un nuevo trazado. O esa es, al menos, la intención de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). La empresa pública ha modificado su trazado original para evitar los problemas en el tráfico que han detectado que se podrían producir con su planteamiento inicial. De esta forma, la conexión, que iba a discurrir a priori en doble sentido por Juan Verdeguer hasta la zona del Grao, se ha replanteado que circule por la avenida del Puerto y vuelva al centro de la ciudad por Juan Verdeguer, como se había previsto, para afectar lo menos posible el tráfico rodado en la zona.
No obstante, por el momento es solo una propuesta que FGV trasladará al Ayuntamiento de València para definir conjuntamente el recorrido final del trayecto. El objetivo es que la futura línea tranviaria comparta parte de su recorrido con la Línea 10, que se inaugurará el próximo 16 de mayo, hasta llegar a la Ciudad de las Artes y las Ciencias y de ahí cruzar el puente Assut de l'Or para enlazar con la avenida del Puerto a J. J. Dómine hasta la parada Grao-Canyamelar. De ahí, volverá al centro circulando por Juan Verdeguer y la calle Menorca.
Así lo explicó la directora gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), Anaïs Menguzzato, en un viaje con medios de comunicación para dar a conocer los últimos detalles de la línea 10 de Metrovalencia, que conectará el centro de València con su fachada marítima en 16 minutos y que empezará a rodar en menos de dos semanas.
Menguzzato señaló que con esta modificación de la línea 11 se pretende ocupar el menor espacio público posible y evitar una doble plataforma en Juan Verdeguer que podría tener una mayor afectación en la circulación de coches, peatones y bicicletas. La nueva opción planteada solo precisará de un único carril en esa vía y la Avenida del Puerto.
Por el momento, tanto esta línea como la prolongación de la L10 hasta la zona de La Marina y la futura L12, que llegará hasta el Hospital La Fe, se encuentran en fase de estudio y a la espera de la reunión con el consistorio valenciano para concretar las paradas definitivas. De hecho, hace unos meses la Generalitat Valenciana licitaba la redacción de los tres proyectos, que se construirán en paralelo y cuya culminación está prevista para finales de 2025 o principios de 2026.
La línea que ya está a punto de inaugurarse es la L10, que unirá la calle Alicante con la Ciudad de las Artes y las Ciencias hasta Nazaret en 16 minutos. Una conexión pendiente desde hace una década. Fue en 2006 cuando empezaron las obras, pero en 2011 se paró su construcción por falta de presupuesto en plena crisis económica hasta que seis años después la Generalitat Valenciana anunció que se retomaba el proyecto.
Esta infraestructura, que entrará en funcionamiento el 16 de mayo, combinará tramos subterráneos y en superficie, con un recorrido total de 5,3 kilómetros y 8 estaciones y paradas (3 subterráneas y 5 en superficie). La frecuencia de paso prevista será de un tren cada 7,5 minutos hasta la Ciudad de la Justicia y la de las Artes y de las Ciencias, mientras que será de 15 minutos hasta el barrio valenciano los días laborables. Los fines de semana y festivo será cada 10 minutos hasta la zona de L'Oceanogràfic y de 20 minutos hasta Nazaret.
Asimismo, el mismo día de su inauguración se abrirá al público el paso peatonal subterráneo entre las parada de Bailén y la de la calle Alicante para conectar esta nueva línea con el resto de la red de Metrovalencia. El que aún tardará unos meses más será cañón peatonal, también subterránea, entre esta estación de la L10 con la de Xàtiva, cuya obra se adjudicó hace unos días al Grupo Rover con un plazo de ejecución de 20 meses. La previsión es que arranquen los trabajos constructivos este verano.
La demanda prevista para la inminente L10 es de 3,5 millones de usuarios anuales, de acuerdo con los estudios realizados y que contemplan ya la gran acogida que tendrá el futuro pabellón Arena, que promueve el empresario Juan Roig. Solo hasta la Ciudad de la Justicia se desplazan diariamente entre 10.000 y 15.000 personas. Por tanto, los técnicos de FGV prevén que la futura demanda se vaya a absorber con la frecuencia fijada, aunque no descartan que estas se puedan adaptar en caso de la celebración de grandes eventos como el Festival de Les Arts o la Maratón de València.
En total, serán siete los tranvías que tendrá esta nueva línea, de los que cinco estarán a diario en circulación mientras que un sexto estará de forma rotatoria en el taller provisional de Nazaret y el séptimo de guardia. Una vez se culmine la L10 con su prolongación hasta el Grao, este taller provisional se desmantelará y los trenes irán al espacio habilitado en la zona de Naranjos.
Todas las estaciones contarán con pantallas informativas en tiempo real sobre el estado de la circulación, además de disponer de máquinas accesibles para la compra de billetes. Para darles "un toque más moderno", como comentó el conseller de Movilidad, Arcadi España, están decorada con lonas de trencadís y se ha encargado a ocho ilustradores valencianos la elaboración de murales de gran tamaño con diseños relacionados con el barrio de la parada.
El titular de la Conselleria destacó que con la puesta en servicio de esta conexión se da un paso adelante en la vertebración de la movilidad en València y se supera "una asignatura pendiente" equiparando a la ciudad a otros grandes nodos urbanos como Madrid o Barcelonaa nivel de red, pero también con la integración tarifaria. Para la prestación del nuevo servicio, se han contratado a 88 personas entre maquinistas y personal para atención al cliente.
La inversión total de la infraestructura asciende a los 250 millones, de los que gran parte, cerca de 200 millones, se destinaron en 2006 con el inicio de las obras y los otros 50 millones han sido cofinanciados con fondos europeos, a través del programa operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) de la Comunitat Valenciana 2014-2020.