Buen producto

Flama

Edu Espejo y Ricardo Espíritu

Desde la apertura, hace un año, de su nuevo proyecto, Edu Espejo y Ricardo Espíritu van a full flama. El restaurante que capitanean está on fire y, desde los escasos doce meses en los que se propusieron que ardiera la ciudad, no han parado de recibir elogios y aplausos. Si algo caracteriza a Edu es su habilidad con el fuego, la brasa y el humo. Ese tratamiento radical, casi primitivo, del producto, lo enuncian como woodfired kitchen. Sin soltar la mano de quien ha sido su compañero, y sobre todo amigo, se embarcaron en una aventura más personal que cualquier otra. Una aventura que prende la chispa desde el mar.


Y es que, una de las principales aficiones de Edu es la pesca, por lo que a nadie extrañarán las piezas, casi trofeos, que cuelgan de la vitrina: rodaballo, virrey, San Pedro, besugo… Hay espacio para el marisco y también para la carne, siempre que goce de calidad. Todo ello, sometido al mínimo tratamiento, para demostrar respeto por el producto y la tradición. De la selección de vinos y de quesos se encarga el contrapeso de la casa, Espíritu, que se lanza al emplatado más académico frente al comensal. Su perfil discreto, como el del chef, consigue ceder el protagonismo de la cocina y la sala, para que el foco alumbre los platos y la vivencia de quien se siente a comer. Una experiencia grandiosa que se ahoga en el fuego y arde en el mar.

Plato destacado: Tartar de carabinero y cecina El Capricho.