Ford deja la plantilla de Almussafes en mínimos a la espera del coche eléctrico

VALÈNCIA. Acuerdo para el ERE en Ford Almussafes. La dirección de la compañía y el sindicato UGT conseguían cerrar las condiciones del ajuste, tras nueve reuniones y unas duras negociaciones, para aplicar el nuevo recorte laboral en la planta, que afectará a 1.144 trabajadores de los 5.900 actuales, el 20% de la plantilla. De esta forma, las instalaciones valencianas, que llegaron a tener cerca de 9.000 empleados, sufrirá un duro golpe que dejará en mínimos a su plantilla.

Lo cierto es que en el ambiente de Almussafes la posibilidad de llegar a este extremo sobrevolaba en el ambiente desde hace meses. Y ello pese a adjudicarse los nuevos modelos eléctricos que la multinacional fabricará en Europa. Sin embargo, la caída del volumen del trabajo por la pérdida de modelos, sumado a la electrificación y la menor mano de obra que requiere han sido los factores que han condicionado la decisión final. 

Precisamente, este lunes la fábrica se despedía de la producción de los modelos S-Max y Galaxy ,con la fabricación de las últimas 25 unidades de dos vehículos que llegaron en 2015 a las instalaciones valencianas y que suponían cerca del 6% de su producción anual. Una salida programada, pero que implica que la factoría se quede solo con la producción del Kuga y parte de la furgoneta Transit, por lo que la actividad descenderá. Hace solo unos años que ensamblaba hasta cinco modelos diferentes.

Y ello mientras se esperan los nuevos eléctricos, cuya llegada e inversión todavía se desconoce. De hecho, los directivos de la propia empresa reconocían hace unas semanas que los modelos todavía no se han definido internamente.

Con estos mimbres, Ford anunciaba la necesidad de acometer una profunda transformación de sus operaciones en Europa, donde también ha anunciado el despido de 3.800 trabajadores, y de llevar a cabo un “redimensionamiento” de la plantilla en forma de ERE para dar "un paso más" en esa dirección. Y, en Almussafes, un mes después de iniciar con los sindicatos las negociaciones para pactar la edad de las prejubilaciones y las condiciones de las indemnizaciones, este martes se llegaba a un acuerdo.

Condiciones del ERE

Este lunes la empresa presentó una propuesta de acuerdo en la que accedía a rebajar la edad de las prejubilaciones hasta los 53 años, como pedían los sindicatos, pero en condiciones diferentes a las del resto de trabajadores de edad más avanzada. Los sindicatos la rechazaron y la dirección avanzó que este martes presentaría una propuesta final, que es la que finalmente ha recibido fumata blanca.

En concreto, el acuerdo contempla prejubilaciones y un plan de indemnizaciones económicas compensatorias. Por una lado, los trabajadores de 53 y 54 años que se prejubilen percibirán un 75% del salario regulador hasta cumplir los 57 años y un 80% a partir de entonces, frente a la oferta de este lunes con porcentajes del 70% y 75%. 

Por su parte, los empleados que se inscriban a los 55 años y 56 años recibirán un 80% del salario regulador hasta los 57 años y un 85% a partir de esa edad, tal como propuso la empresa el lunes. Los trabajadores de 57 años o más percibirán un 85% del salario regulador mensual, con convenio especial con la Seguridad Social.

Respecto al plan de indemnizaciones, serán elegibles todos los empleados nacidos desde el 1 de enero de 1960, con excepción de aquellos vinculados por un contrato temporal, de relevo o de acceso a la jubilación parcial. La dirección ha incrementado la indemnización adicional en las salidas voluntarias hasta los 40.000 euros en el caso de que se realicen del 30 de junio, y lo mantiene en 20.000 euros para las salidas anteriores al 30 de septiembre.

Además de esta cuantía, los empleados de hasta 54 años recibirán una indemnización de 45 días por año trabajo, con un máximo de 42 mensualidades de salario y un mínimo de una anualidad. Los empleados de 55 a 63 años recibirán la compensación prevista en el convenio.

Desde UGT, sindicato mayoritario, destacan que la empresa haya accedido a su "principal reivindicación" y haya ofertado planes de salida con carácter voluntario para los nacidos en 1969 y 1970. "También ha mejorado sensiblemente las cantidades ofertadas para las bajas incentivadas", valoraban. El sindicato confía en que el acuerdo sirva para resolver el ERE con el 100% de voluntariedades.

"Terminan unas negociaciones complicadas, tanto por la cantidad del excedente de personal planteado, como por las bolsas de edades existentes en la fábrica. Ha sido clave contar con el acuerdo para la electrificación, puesto que, a la vez que garantiza la continuidad de la fábrica, ha permitido poder exigir a la dirección de Ford local y europea el compromiso que tiene con la plantilla", resaltaban en un comunicado. 

El último ERE en Almussafes fue en 2020 y afectó a 630 empleados. Además, desde que en marzo de ese año estallara la crisis sanitaria, la factoría ha encadenado de manera trimestral Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) que no solo han mermado la plantilla, sino que han obligado a dejar la factoría sin actividad en varias ocasiones. 

La incógnita de los eléctricos

Ahora, Almussafes espera nuevos pedidos. Concretamente los eléctricos que ganó a la planta alemana de Saarlous y que garantizan una década de producción. Sin embargo, hace unos días el presidente y consejero delegado de Ford Iberia, Jesús Alonso, admitió que todavía están por definir. "A Almussafes vienen las siguientes versiones eléctricas, pero será más adelante", enfatizó. 

De hecho, el directivo tampoco quiso avanzar si serán o no de gran tamaño, aunque lo cierto es que ya se ha deslizado la posibilidad de que uno de ellos pueda ser la nueva versión del Mustang Mach-E. Y más teniendo en cuenta que la plataforma que acogerá la planta será la GE2, cuya primera versión la GE1 se utiliza para el Mustang eléctrico. Por tanto, todo apunta que serán modelos de un tamaño grande como el Explorer o el mismo Mustang. 

Los planes de Ford marcan empezar a ensamblar en la planta valenciana los nuevos coches eléctricos a partir de 2026. Y es que la hoja de ruta de la multinacional a nivel europeo pasa por vender en Europa turismos para pasajeros solo eléctricos a partir de 2030 y comerciales en 2035, además de lograr una huella de carbono neutra también ese mismo año.