VALÈNCIA. José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia (BKIA), despidió la Junta General Extraordinaria de Accionistas celebrada este martes en el Palacio de Congresos de València como la empezó: alabando a CaixaBank (CABK). Si al inicio de su discurso reconoció que "CaixaBank es el mejor compañero de viaje que podíamos tener para iniciar esta nueva etapa", el que será también presidente de la nueva entidad resultante -eso sí sin poder ejecutivo- acabó su discurso reiterando que CABK "es el mejor socio que podíamos tener y aspiramos a construir una franquicia que aúne lo mejor de cada banco".
Una junta que duró dos horas y media -30 minutos más que la de marzo pasado, pero eso sí aquella fue íntegramente telemática-, con una presencia física de medio centenar de accionistas, con medidas higiénicas para protegerse del virus y donde tomaron el turno de palabra una docena de ellos. Y la mayoría representantes sindicales, que pidieron a Goirigolzarri -al que un interviniente llamó en un par de ocasiones 'Goirazalgorri'- flexibilidad a la hora de encarar la reestructuración que se avecina. Aunque, tal y como volvió a recordar el banquero vasco, no será antes del primer trimestre de 2021 "cuando se cierre legalmente la fusión".
El presidente de BKIA manifestó que tratará de que, "en la medida de lo posible", la mayoría de las salidas de trabajadores sea voluntaria y "se basará estrictamente en criterios de meritocracia". Un término habitual en las once juntas de la entidad, que ya utilizó cuando integró a Banco Mare Nostrum (BMN) en 2017. Goirigolzarri precisó entonces que dicho proceso se iba a guiar por "estrictos criterios de meritocracia y con una permanente relación y diálogo con los representantes de los trabajadores".
En la junta de este martes, los sindicatos expresaron la "incertidumbre" que vive la plantilla de BKIA ante la futura absorción por CABK. Por este motivo, UGT se abstuvo en la votación hasta conocer el alcance de la reestructuración; mientras otros sindicatos como SESFI, UOB o CGT manifestaron su rechazo a la fusión y votaron en contra. Pero los accionistas dieron el visto bueno a la operación.
Lo cierto es que el 'sí quiero' de Bankia era evidente antes de celebrar la misma, dado que el Estado -a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB)- controla casi dos tercios de la entidad domiciliada en Pintor Sorolla. Y más teniendo en cuenta el visto bueno del organismo presidido por Jaime Ponce, además del Gobierno, Banco de España y Banco Central Europeo (BCE).
'Goiri' manifestó que el proyecto de fusión supone el nacimiento de una nueva entidad "con un gran tamaño crítico, con una gran calidad de balance, muy solvente, un modelo de distribución único y que, junto a las sinergias que se van a producir tras la integración, va a ser capaz de generar una mayor rentabilidad".
Asimismo, señaló que la operación "no tiene como objetivo únicamente ser el banco más grande España, sino que aspiramos a ser el mejor banco de España para nuestros clientes, nuestros equipos y nuestros accionistas. Un banco, además, que sea reconocido por su contribución a la sociedad". Algo que ha venido repitiendo también 'Goiri'.
El presidente puso en valor el contar con "la experiencia e ilusión de dos grandes equipos" y con una cultura común en ambas entidades. "No se trata solo de sumar, sino de crear una franquicia que mejore las prácticas que hoy desarrollamos cada entidad por separado. Aspiramos a construir una franquicia que aúne lo mejor de cada banco".
En términos de beneficio por acción, la entidad combinada prevé alcanzar en el ejercicio 2022 un nivel de 0,33 céntimos por acción, lo que supone un 28% superior al nivel que hubiera obtenido CaixaBank de forma independiente y casi un 70% al de Bankia. Y hablando de acciones, tal y como publicó este martes Valencia Plaza, la fusión le está sentando mucho mejor a BKIA, dado que desde el día que anunciaron el 'noviazgo' ha más que duplicado la evolución de su 'pretendida'.
La fusión de ambas entidades supone, además, contar con un valor muy diferencial como es el hecho de crear una plataforma de distribución única, tanto en extensión como en diversificación, y con una intención clara de ofrecer la gama más amplia de productos y servicios de alto valor a los clientes. Conviene recordar que la red física de Bankia y CaixaBank tiene presencia en más de 2.200 municipios de España, en 290 de los cuales será la única entidad bancaria presente.
Todo ello pone de manifiesto una apuesta clara por la cercanía al territorio y por reforzar el firme compromiso del nuevo banco por la inclusión financiera. Además, Goirigolzarri hizo especial hincapié en la rentabilidad, ya que el nuevo grupo espera más de 1.000 millones de euros en sinergias: 290 millones anuales por la vía de mayores ingresos y un ahorro de costes de 770 millones a partir del 2023.
Por otro lado, el que será nuevo presidente del nuevo CaixaBank se refirió también al "excelente" gobierno corporativo que tendrá la nueva entidad fusionada, con un consejo de administración que estará compuesto por un tercio de consejeros procedentes de Bankia y dos tercios provenientes de CaixaBank. "Debemos estar orgullosos de contar con un consejo de administración compuesto por personas de reconocido prestigio, con una enorme experiencia y con un incuestionable compromiso", aseguró.
El 60% del consejo estará integrado por consejeros independientes y el 40% serán mujeres. Por categoría, dentro de los 15 miembros que compondrán el nuevo consejo, habrá tres consejeros dominicales, dos representando a CriteriaCaixa y uno representando al FROB.
A lo largo de su intervención, 'Goiri' hizo un repaso a la historia de BKIA bajo su mandato iniciado en 2012, cuyo objetivo no era otro que hacer de Bankia un proyecto viable y sostenible". Pero con el tiempo "nos convertimos en una entidad más cercana, ofreciendo productos y servicios más sencillos, sin letra pequeña, más fáciles de entender". Además, "tan pronto como fuimos capaces de trasladar a nuestros clientes este nuevo posicionamiento, la calidad del servicio percibida se incrementó notablemente y con ella nuestra capacidad de atraer a nuevos clientes".
En la parte final de su discurso hizo mención "al motor de este enorme cambio" que ha vivido Bankia en los últimos años, mostrándose convencido de que "el factor más importante ha sido la transformación anímica de nuestro equipo. Ella ha sido la que nos ha conducido hasta aquí, y es la que nos permite adentrarnos con satisfacción y autoconfianza en este nuevo proyecto. Al equipo de Bankia le estoy agradecido por muchas razones, pero sobre todo por su ejemplo, ejemplo de compromiso, capacidad de adaptación y sacrificio, teniendo al cliente como su permanente referencia", aseguró.
Del compromiso y esfuerzo de este equipo dependerá el éxito de la integración, defendió el ejecutivo que puso en valor otra vez la unión con "otro equipo de profesionales formidable que ha conseguido construir una magnífica franquicia. Un equipo con el que compartimos el propósito de contribuir al desarrollo de las empresas y familias españolas y apoyar la recuperación de nuestro país, y el de liderar el proceso de transformación del sistema bancario español, que, al final, es el objetivo de esta fusión", finalizó.
Tras el turno de intervenciones se pasó a la votación, que contó con una participación del 80,17% del capital de Bankia -entre accionistas presentes y representados-, quedando aprobados todos los puntos del orden del día de una junta "extraordinariamente especial" como la bautizó el banquero vasco. Ahora queda que los accionistas de CABK den el 'sí quiero' este jueves, que así será... salvo sorpresa mayúscula.