VALÈNCIA. Gorka Gómez, empezó a formar parte del Partido Popular en 2008. Desde ese momento, ha participado en la política local y en 2019 fue nombrado portavoz del PP y concejal de Cultura y Fiestas dentro del equipo del ayuntamiento de Rocafort. Tras abandonar el mandato por una moción de censura, ha sido parte de la oposición hasta proclamarse edil del municipio de Rocafort hace un mes, sustituyendo a Agustín Aliaga como número 1 del partido. Tras su nombramiento oficial como alcalde, Gómez ha formado un gobierno con 6 regidores del PP y 2 de Vox, tras su pacto con el partido.
El nuevo edil de Rocafort explica a Valencia Plaza cómo ha sido este primer mes como dirigente, responde a las primeras polémicas de su mandato y nos presenta los objetivos que se propone de cara a sus próximos cuatro años de alcaldía.
¿Cómo está afrontando este nuevo mandato?
El mandato se ha afrontado, como no podía ser de otra forma, con muchísima ilusión, muchísimas ganas de aportar en Rocafort lo que se merece nuestro municipio. Pero nos hemos encontrado con muchos problemas que no nos esperábamos a nivel presupuestario. Además de la paralización del departamento de urbanismo, el PAI del Bovalar sin resolver…
¿Puede concretar cuáles son esos problemas presupuestarios que menciona?
"Solo tenemos el 7,9 % del presupuesto para los siete meses que quedan de año".
En el último pleno ordinario se tuvo que explicar cómo estaban las cuentas del Ayuntamiento de Rocafort. Nos encontramos que en el capítulo dos, es decir, el capítulo en el que el político decide en qué invierte el dinero, del presupuesto anual de 2.000.002,8 millones solo tenemos el 7,9 % del presupuesto para los siete meses que quedan de año. Dicho de otra manera, se han fundido el 92 %. Tenemos que sobrevivir con eso hasta el 31 de enero.
¿Qué solución habéis puesto al problema?
La solución que hemos contratado son fiestas un poquito más austeras de lo normal. Se invertirá en los actos culturales y festivos que quedan del año lo más justo y necesario. Sí que es cierto que se puede suplementar con remanentes de tesorería, pero no queremos porque cada céntimo que gastemos de remanentes este año son céntimos que el año que viene no tendremos para inversiones. Entonces, si al final para hacer cuatro actos este año, no vamos a tener dinero para remodelar el polideportivo o hacer la Casa de Cultura, pues claro… Hay que tomar decisiones difíciles, pero al final son decisiones obligadas por la situación.
¿Qué cree que va a cambiar en relación con el anterior?
Uno de los puntos importantes de nuestro programa electoral era abrir el Ayuntamiento a todos los vecinos. No basta con realizar la gestión municipal, sino también hay que mostrársela a los vecinos. El primer cambio que hemos hecho es contestar todos los registros de entrada al Ayuntamiento. El alcalde está siempre al servicio de cualquier ciudadano. Nadie tiene que pedir cita, puede venir y el alcalde está libre para reunirse con los vecinos.
¿Cuáles han sido las primeras medidas llevadas a cabo?
Lo que estamos haciendo ahora mismo a marchas forzadas con el departamento de Secretaría e Intervención es buscar soluciones, aunque sea puntuales, para al menos empezar a engrasar la maquinaria y que a partir de septiembre, si Dios quiere, empiece a funcionar.
¿Cuáles van a ser sus prioridades entre las promesas de campaña de cara al mandato venidero?
"Un Rocafort más accesible, más actualizado y, sobre todo, más limpio".
Tenemos que terminar con todos los proyectos que tenía el anterior equipo de gobierno en marcha y terminarlos para final de año. Ya el año que viene empezaremos con los proyectos que hemos prometido en nuestro programa electoral. La remodelación del polideportivo, la apertura de la Casa de Cultura, el contrato de limpieza y RSU… En fin, un Rocafort más accesible, más actualizado y sobre todo, más limpio. Aparte, por supuesto, bajar impuestos, claro. Para el 2024 o 2025 nos gustaría no solo bajar el IBI sino todos los impuestos municipales.
¿Cuál es su postura sobre el proyecto del Barranc dels Frares?
Nuestra postura sobre ese barranco ha sido unánime siempre con la oposición y con el equipo de gobierno. Rocafort no quiere una acequia abierta ni que se vierta todo lo de los demás pueblos en nuestro municipio. Eso sería insalubre. La anterior concejala de Urbanismo era muy firme y nosotros vamos a mantener esa misma posición.
Una de las primeras polémicas surgidas fue a raíz de la omisión del término “violencia de género” tras el asesinato de una vecina de Rocafort ¿cuál es su respuesta ante esta crítica?
"Ni mi partido ni yo hemos estado nunca en contra de condenar la violencia de género si es de género".
Nosotros hicimos un comunicado genérico en el que se omitía la palabra género. Pero en el acto en sí se condena la violencia de género. Nosotros no tenemos ningún problema en condenar la violencia de género. Si es violencia de género, es violencia de género. El problema es que tanto Ciudadanos, que dijo que no que no iba a venir porque no quería blanquear un asesinato machista; como algunos colectivos de este municipio se adelantaron y se hicieron conjeturas que luego no fueron así. Ni mi partido ni yo hemos estado nunca en contra de condenar la violencia de género si es de género. Pero es que parece que hay niveles de violencia. La violencia es violencia y todas son igual de malas.
Ya fue en su momento concejal de Cultura y Fiestas dentro del equipo de gobierno en coalición, ¿cómo valora ese mandato interrumpido por la moción de censura?
Fue una época complicada, no lo vamos a negar. Es decir, era una realidad que estaba en la calle. No había una buena relación. Ellos tenían su metodología, los demás teníamos otra y chocábamos constantemente. Llegó un momento en el que ya no se podía ni mantener una relación cordial. Los primeros meses la relación fue muy buena, pero ya cuando llegábamos al cambio de Alcaldía y amenazaron con no darle la Alcaldía al Partido Popular como estaba pactado… aquello terminó de crispar mucho a las personas. Tanto a mí como a mis compañeros y obviamente también a Ciudadanos y a Vox, que estaba en medio.
¿Qué has aprendido de la experiencia que puedas aplicar a este nuevo mandato?
Hay una cosa que he aprendido de estos tres años atrás. Lo primero, que la administración no es lo que la gente cree. Es muy lenta, muy farragosa, pero que si hay voluntad y ganas se pueden hacer muchas cosas.
"No se toma una decisión sin el consenso de los ocho".
Y la lección más importante que aprendí en estos tres años es que un equipo de gobierno es justamente eso, un equipo de gobierno. Todo debe ser consensuado y el alcalde no puede tomar decisiones unipersonales. La prueba de ello son las reuniones semanales o quincenales en las que informamos de lo sucedido en cada área, ponemos todos los puntos de vista en común, aceptamos todo de todos y, lo más importante, no se toma una decisión sin el consenso de los ocho.
¿Cómo han sido las negociaciones para formar la corporación municipal?
Solamente hemos formado gobierno con VOX y hemos coincidido con dos personas que están tan preocupadas por su municipio como nosotros. Ambos hemos sabido dejar los temas políticos que a nivel municipal no van a ningún sitio y centrarnos en los proyectos que nos preocupan para dejar un mejor Rocafort del que nos hemos encontrado.
No es la primera vez que el PP pacta en Rocafort con Vox pero ¿qué le ha llevado a no pactar con Ciudadanos esta vez?
Es obvio que la relación con Ciudadanos está totalmente rota. Es decir, nosotros ya dijimos en el programa de gobierno, en nuestros mítines electorales y en el puerta a puerta que hicimos que jamás íbamos a pactar con Ciudadanos, siempre y cuando estuvieran las mismas personas al frente. Las dos personas con las que tuvimos que gobernar a lidiar cuatro años atrás rompieron un pacto y cuando uno rompe una palabra, ya no hay mucho más que hablar. Entonces podríamos haber formado gobierno con Ciudadanos siempre y cuando las dos personas que lideran ese proyecto no estuviesen, situación que no se ha dado.
¿Cómo prevé que será el trabajo en común con Vox?
Hemos estado tres años gobernando con Sergio Herrero y ahora se ha incorporado, junto a él, otra concejala de Vox, Adela. La verdad es que la relación es muy buena. Somos un equipo, no tenemos ninguna disputa a nivel político. Sí es cierto que podíamos gobernar en minoría porque sumábamos más concejales que toda la izquierda junta, pero creíamos que después de los cuatro años anteriores, Rocafort no merecía inestabilidad. Ten en cuenta que en cuatro años ha habido tres alcaldes. Entonces, al final tampoco puedes estar siempre a expensas de lo que voten los demás, necesitas un equipo sólido que vaya a una.
¿Qué cree que le ha hecho llegar a la alcaldía?
"Ha habido una regeneración total de lista y de capacidades".
Yo creo que aquí han convergido dos factores. Uno fue, principalmente, la moción de censura. Ayudó al partido al que no le dejaron gobernar, a que el ciudadano le diera una oportunidad. Y, por otro lado, la campaña. Creemos que fue muy positiva. Jamás nos metimos con nadie, nos centramos en nuestros proyectos y además hicimos también un cambio generacional. Eso hizo que se regenerara el partido con gente nueva, gente joven, con muchas ganas, con mucha ilusión. Ha habido una regeneración total de lista y de capacidades. Gente preparada, cualificada, formada y de diferentes asociaciones y zonas de Rocafort. Creo que hemos creado también una lista muy unida.