VALÈNCIA. Intu Properties (INTUP), promotor del macro centro comercial y de ocio Puerto Mediterráneo en el municipio valenciano de Paterna, cerraba ayer en la bolsa londinense marcando sus enésimos mínimos históricos, tal y como se observa en el gráfico inferior de Investing. Lo hizo en los 5 peniques -llegó a tocar los 4,5 durante la sesión-, lo que arroja un desplome solo en lo que va de año del 85% y del 95% en los últimos doce meses.
Todo ello encadenando ocho jornadas de ininterrumpido castigo a la empresa británica de gestión y desarrollo de centros comerciales dirigida por David Fischel desde 2001. Y, lo peor -por si quedaba todavía algo- que el desplome está viniendo acompañado de elevados volúmenes de contratación, síntoma evidente de la salida en tropel del valor.
El mercado, que es soberano, sigue castigando al valor en el parqué y más después de que INTUP informara al supervisor británico esta misma semana que ha abortado la ampliación de capital que tenía previsto para sanear sus cuentas. Una operación valorada entre 1.000 y 1.500 millones de libras -al cambio entre 1.1145 y 1.718 millones de euros- ante la incertidumbre reinante en los mercados.
"Si bien una serie de accionistas de Intu y potenciales nuevos inversores indicaron su apoyo a una ampliación de capital, el consejo cree que la actual incertidumbre en los mercados de capitales y de inversión inmobiliaria impidió a potenciales inversores comprometer capital en la empresa", explicó la compañía en un comunicado. Lo hizo advirtiendo que va a seguir testando posibles interesados para aumentar su capital; mientras su consejero delegado, Matthew Roberts, se lamentaba de las "extremas condiciones del mercado" para llevar a buen puerto la tan necesaria ampliación de capital.
"Seguimos centrados en sanear nuestro balance en el corto plazo para asegurar que el negocio cuenta con la base financiera necesaria para realizar su potencial. Me complace que se hayan presentado varias opciones alternativas durante el proceso que ahora exploraremos más a fondo", añadía el CEO.
Pero lo cierto es que el durísimo correctivo que sufre en bolsa a ha convertido en un auténtico 'chicharro'. O lo que es lo mismo: un valor con una reducida capitalización que al cambio será de unos 78 millones de euros, es decir, a la altura de Airtificial, una gran desconocida para el gran público fruto de la fusión en 2018 de Carbures e Inypsa, dos cotizadas procedentes del Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
El grupo británico, uno de los mayores propietarios de centros comerciales del mundo, está en pleno proceso de desinversión de sus activos para generar recursos con los que liquidar deuda y reforzar su balance. "El objetivo prioritario de la compañía pasa por reforzar el balance y generar liquidez", indicaba hace unos meses el consejero delegado de Intu. Fruto de este proceso, en los últimos meses ha vendido dos de los cuatro centros comerciales que poseía en España.
La primera transacción se cerró en diciembre del pasado año con la venta a Generali de Puerto Venecia (Zaragoza), el mayor centro comercial y de ocio de España con una superficie total de 206.000 metros cuadrados edificados, por 475 millones de euros. Una operación enmarcada en su proceso de desapalancamiento para reducir su pasivo.
Un mes después se desprendió de su complejo en Oviedo (Asturias), que le permitió embolsarse 290 millones de euros, que fue lo que pagó el fondo alemán ECE European Prime Shopping. Tras estas desinversiones, la presencia de Intu en España se circunscribe al centro comercial 'Xanadú' de Madrid, y al que promueve en Torremolinos (Málaga).
En Valencia, la firma sigue batallando con el ejecutivo autonómico valenciano para conseguir levantar en la localidad valenciana de Paterna un nuevo 'macrocrentro comercial’ rebautizado como Intu Mediterrani y que contempla una inversión de 860 millones y una edificabilidad de 375.000 metros cuadrados. Un proyecto que recibió en 2016 el rechazo de la Generalitat por, principalmente, no guardar la distancia suficiente con las carreteras colindantes. Además, la Conselleria de Economía, dirigida por Rafa Climent (Compromís), prepara una ley de comercio (Patsecova) que pretende frenar los ‘macrocentros comerciales’ como el que la firma promueve en Paterna.
Fruto de estas desavenencias con la administración valenciana, la batalla ha pasado al plano judicial. El último asalto lo ganó la compañía al anular la sección primera de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) la resolución de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio de fecha 10 de octubre de 2016 que deniega la propuesta del Plan de Actuación Territorial Estratégica (ATE) Puerto Mediterráneo.
En su resolución, los magistrados del Alto Tribunal consideran que la memoria ambiental desfavorable del Gobierno valenciano a este proyecto comercial es insuficiente, por lo que ordena retrotraer el procedimiento para que la Administración emita un nuevo informe que fije las condiciones necesarias para que esa actuación sea sostenible.
Por otro lado, la empresa reclama a la Generalitat Valenciana 300 millones de euros por rechazar su proyecto que antes había avalado en 2015, durante el Gobierno popular de Alberto Fabra.