VALÈNCIA (VP). Debido al aumento de la digitalización de sistemas y procesos, se ha producido al mismo tiempo un crecimiento de la demanda de sensores de alta calidad y bajo coste que sean capaces de monitorizar en tiempo real ciertas magnitudes para la toma de decisiones anticipadas evitando que se produzca un fallo en el sistema y, por tanto, actuar como mantenimiento preventivo.
Desde el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) han puesto en marcha el proyecto Impulse para desarrollar un sensor de grafeno para la fabricación de detectores que sean capaces de controlar diferentes parámetros de dispositivos electrónicos relacionados con el sector energético como pueden ser los gases o las temperaturas de algunas baterías. El proyecto ha solicitado el apoyo de la Conselleria d’Innovació, Indústria, Comerç i Turisme de la Generalitat Valenciana, a través del IVACE, por medio de financiación por la Unión Europea, a través del Programa FEDER Comunitat Valenciana 2021-2027.
El grafeno es un material de bajo consumo energético y muy económico que actualmente está siendo implementado en diferentes sectores y con distintos usos. Concretamente, en este proyecto se evaluarán diferentes técnicas de deposición de películas finas de material grafénico que actuarán como sensor, enfocando el desarrollo a la técnica que mayor proyección tenga para su implantación a nivel industrial.
Se trata de un proyecto pionero en el sector energético y una de las primeras aplicaciones reales de este material. El objetivo final es la implementación de procesos de colocación de películas finas en el desarrollo de sensores para la mejora de la eficiencia de procesos y productos en el sector energético y eléctrico. Este sistema se va a validar a escala prototipo, con el fin de promover un proceso que sea versátil para la fabricación de sensores para diferentes aplicaciones en el sector energético y eléctrico para la monitorización de temperatura, concentración de un gas contaminante y otras aplicaciones según las demandas del sector.
“Impulse es un proyecto con el que pretendemos ayudar a las empresas del sector energético a detectar alteraciones en sus dispositivos mediante unos sensores creados a base de una lámina de grafeno. La idea es que, gracias a este proyecto, las empresas dispongan de mayor información de sus dispositivos y puedan tomar decisiones para evitar problemas más graves”, ha explicado Iván Esteve, responsable del proyecto en ITE.
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