VALÈNCIA. La jueza encargada del caso Erial ha rechazado dos de las pruebas recientes solicitadas por el exministro Eduardo Zaplana: que se citara a declarar al comisario jubilado José Manuel Villarejo y al exgerente de la empresa pública Imelsa Marcos Benavent.
El que también fuera presidente de la Generalitat había pedido las comparecencias de ambos como testigos después de sus últimas manifestaciones. De un lado, la de Villarejo en el Congreso de los Diputados, donde a preguntas del diputado del PP Luis Santamaría relató una serie de supuestos encargos del PSOE cuando se encontraba en el Gobierno. "Había un interés, no sé por qué, en destruir al señor Zaplana y se utilizó a un confidente del CNI sirio para ver las fórmulas", aseguró.
Con ello apuntó directamente a los famosos 'papeles del sirio' que dieron inicio a la investigación de Erial, un presunto entramado liderado por el exministro consistente en supuestas mordidas desde la Generalitat realizadas a través de la adjudicación de los contratos públicos del Plan Eólico de la Comunitat Valenciana y de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV).
Por otro lado, se encontraba Benavent, hasta hace poco principal confidente de la justicia en el caso Taula. El pasado octubre reapareció en los juzgados tras cambiar de abogado y de estrategia judicial para desdecirse de todo lo manifestado durante siete años, intentar dinamitar la causa y defender a Zaplana en una investigación, como es Erial, que en nada le afecta.
La jueza señala ahora que no ha lugar a las testificales propuestas tras oponerse también a ello la Fiscalía Anticorrupción. Sobre la de Villarejo, afirma que en la instrucción practicada todas las testificales han derivado de pruebas documentales, como escrituras de constitución, documentos privados encontrados, conversaciones telefónicas y declaraciones de otros investigados o testigos. Pero no, remarca, "de simples manifestaciones como la efectuada por el testigo propuesto ante una pregunta de un componente del PP y sin base objetiva alguna". "El montaje alegado por quien no aporta pruebas de ello no puede tomarse en consideración", concluye.
En cuanto a la de Benavent, que ya declaró en esta causa, tampoco lo ve necesario. "En esta fase de instrucción existen otros indicios no basados precisamente en la declaración que él mismo prestó, pues cuando lo hizo la causa ya estaba iniciada", comenta. A lo que añade que las manifestaciones del exgerente de Imelsa se realizan en otro procedimiento totalmente distinto a este (Taula).
"Las pruebas testificales que tienen valor, en su caso, son las que se prestan en el acto del juicio y, de llegar a dicha fase, con la efectiva advertencia de poder incurrir en un delito de falso testimonio", sostiene la magistrada.