VALÈNCIA. La ciudad de Requena presentó ayer su candidatura formal para postularse como Ciudad Europea del Vino 2025, con todo lo que ello conlleva. Rocío Cortés, alcaldesa del municipio, destaca los "más de cincuenta motivos por los cuales creemos que Requena merece ser candidata a Ciudad Europea del Vino". Algunos de estos, esgrimidos por la primera edila en la carta de apoyo a la candidatura, son la localización de las bodegas, la antigüedad de estas o la extensa tradición y conjunto de festejos dedicados a la vid y al vino. El veredicto del comité evaluador se conocerá durante el mes de octubre.
El proyecto presentado por el consistorio está bautizado bajo el nombre Requena en las cuatro estaciones, ya que, tal y como ha comentado la alcaldesa, el municipio, "durante todo el año, organiza eventos y vive y respira alrededor del vino". Además del nombre de la candidatura, se ha ideado una mascota, Requeni, en honor a la nomenclatura que recibía la variedad local de uva bobal y que es, precisamente, la que da un toque personal a los vinos de la región.
Según ha relatado Cortés, la propuesta para presentar a Requena como candidata a Ciudad Europea del Vino 2025 surgió a raíz del vicepresidente de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) y el también concejal de Agricultura, Alejandro Hernández. La intención del municipio fue comunicada incluso antes de los plazos oficiales, en abril. Finalmente, hace mes y medio se notificó que las localidades finalistas que optarían al reconocimiento serían Cariñena y Requena.
Rocío Cortés señala el que las bodegas de Requena son "las más antiguas de Europa", pues datan del 2.700 a.C., así como el hecho de que están situadas en las Hoces del Cabriel, reserva de la biosfera que aspira ser Patrimonio Cultural. Tampoco hay que olvidarse de "la singularidad" de la uva de la zona, la variedad bobal. A lo que se suma las dos denominaciones de origen, la D.O. Utiel-Requena y la D.O. Cava, la cual "recientemente ha conseguido diferenciarse a través de la subzona Cava-Requena para darle el prestigio que se merecen los cavas de la ciudad", expresó la alcaldesa. Para ambas denominación trabajan alrededor de 60 bodegas distintas. Además, cabe destacar que de 814 km2 de cultivos, 14.000 hectáreas producen "vino ecológico y sostenible", matizó Cortés.
La larga tradición vitivinícola que posee Requena va acompañada de la formación de "los mejores enólogos", afirmó la alcaldesa, quien reconoce que la candidatura "supone un reconocimiento a nivel europeo de toda nuestra historia", la cual permitirá situar a Requena como "ciudad de referencia en el sector del vino". No obstante, Cortés ha señalado que las bodegas ya tienen una larga trayectoria construyendo dicho camino, aunque "este sería un reconocimiento a la ciudad".
La alcaldesa ha agradecido el esfuerzo que se ha hecho desde las distintas concejalías, así como a todo aquel que ha apoyado la candidatura, desde la Generalitat y la Diputació de València, como a las diversas asociaciones que participaran en la hoja de ruta de las múltiples actividades que ya se hacían, pero que se incrementan año tras año.
Hasta la medianoche del viernes, multitud de representantes del sector vitivinícola, personajes públicos requenenses y agentes políticos mostraron su apoyo a la candidatura de Requena como Ciudad Europea del Vino 2025, que se disputa con Cariñena.
Entre ellos, destaca el mensaje enviado por el presidente de la Diputació de València, Vicent Mompó, horas antes de finalizar el plazo estipulado. Este ha enviado una carta a la Red Europea de Ciudades del Vino (Recevin) en la que manifiesta su “firme” apoyo a la candidatura de Requena Ciudad Europea del Vino 2025.
Las vías para recoger el apoyo a la candidatura han sido diversas. Desde redes sociales hasta cartas manuscritas han sido los métodos, con el objetivo de tener cuantas más firmas, mejor. También han participado multitud de establecimientos.
Este reconocimiento es otorgado por el Consejo de Administración de Recevin y tiene un carácter rotativo entre diversos países que conforman la red Recevin. La denominación supone potenciar y visibilizar la cultura del vino en la región escogida, así como la tradición que la envuelve. La iniciativa de Recevin trata, al fin y al cabo, de aunar los rasgos comunes de la cultura del vino a nivel europeo.
En 2024, el título lo ostenta la región del Alto Piamonte y Gran Monferrato, en Italia, mientras que el año anterior la Ciudad Europea del Vino fue la región del Douro, en Portugal. Otras predecesoras son la aragonesa Aranda del Duero (2020, 2021 y 2022), la francesa Perpignan (2019), la lusa Alenquer & Torres Vedras (2018), la gallega Cambados (2017), la italiana Conegliano & Valdobbiadene (2016) y la portuguesa Reguengos de Monsaraz (2015), por nombrar algunas. No obstante, el tradicional bautizo de la Ciudad Europea del Vino se remonta a 2012.