VALÈNCIA. El debate sobre la ampliación de las terrazas en la hostelería vuelve a estar encima de la mesa, especialmente después del aumento de los casos registrados por coronavirus en el entorno. Así, el gobierno de València, compuesto por PSPV y Compromís, tendrá que tomar una decisión en este sentido: dejar las cosas tal y como están o volver a la situación excepcional que se decretó para aliviar la presión sobre un sector particularmente castigado. Y no parece que por el momento haya acuerdo: mientras que la vicealcaldesa, la socialista Sandra Gómez, abría ampliamente la puerta a estudiar esta posibilidad, la concejala de Espacio Público, Lucía Beamud, de Compromís, se mostraba contraria.
"Si realmente hay una serie de limitaciones que afecten directamente a la hostelería, sería un tema que habría que hablar en el seno del gobierno y de los partidos que tienen la máxima responsabilidad en este asunto", apuntaba Gómez este jueves, justo antes del último pleno ordinario del año. En este sentido, valoraba positivamente volver a la ampliación en caso de que el Consell se vea obligado en algún momento a decretar nuevas restricciones para frenar el avance de la pandemia.
Y añadía como guiño al sector, que ya demostró su desacuerdo de manera muy consistente cuando se eliminó la medida y ahora ha vuelto a recrudecer sus posturas: "Pero también quiero tener una reunión con las asociaciones de hostelería para ver qué otras ayudas podemos incorporar en caso de que se decreten medidas, más allá de la ampliación de las terrazas", finalizaba.
Visión que no acaba de compartir la concejala de Espacio Público que es, en última instancia, quien tiene las competencias como para decretar o descartar la ampliación de las terrazas. En este sentido, recordaba que la medida ya trajo problemas por las quejas de los vecinos, y entiende que lo importante es llegar a un "punto intermedio que es donde está la virtud".
Del mismo modo, Lucía Beamud también afeó los intentos por acelerar la implantación de la medida cuando ni siquiera se han llegado a decretar nuevas restricciones en el ámbito de la hostelería: "Lo importante en economía es la estabilidad y no ir haciendo propuestas a salto de mata", zanjaba al respecto, al tiempo que aludía a la importancia de recuperar espacio público y evitar embotellamientos en el actual contexto de pandemia.
Postura que, aun así, suavizó de manera un tanto tímida el concejal también de Compromís Carlos Galiana durante la sesión plenaria: "El gobierno tomará las medidas que tenga que tomar cuando llegue el momento, pero no con dos mociones presentadas con calzador", afeaba a los partidos de la oposición. Se refería aquí a dos mociones de urgencia que presentaron tanto el Partido Popular como Ciudadanos en este sentido.
Unas peticiones que, finalmente, no se debatieron durante el pleno porque el gobierno de PSPV y Compromís rechazó su urgencia, y por lo tanto las dejó fuera del orden del día al no haber sido presentadas en tiempo y forma. Ambas dos pedían, dentro de este contexto, la ampliación de las terrazas de cara a las inminentes fechas navideñas.
"Tal y como se presentan las Navidades, nos parece fundamental volver al estado de antes del 12 de octubre, cuando se decretó la suspensión de la medida", pedía Ciudadanos. Por su parte, el Partido Popular explicaba que, dadas las circunstancias, "muchos clientes llaman para hacer reservas en los restaurantes y, si no hay sitio en la terraza, cancelan directamente". Es por eso que consideran la ampliación fundamental para apoyar al sector "ya no solo de cara a Navidad sino también en enero y febrero, que son los dos peores meses para la hostelería".
Cabe recordar que la ampliación de las terrazas se decretó por primera vez en mayo de 2020 con el objetivo de apoyar a un sector que lo había pasado especialmente mal durante los meses de confinamiento y que, posteriormente, volvió a sufrir el impacto de medidas restrictivas en el contexto de la covid-19. Pero ya incluso entonces, el Ayuntamiento de València avisó: era una medida temporal. Y, como toda medida temporal, llegaría un momento en el que tendría que ver su reversión.
Así, el consistorio aprovechó el fin de las restricciones del Consell para levantar también la medida excepcional sobre la ampliación de terrazas, considerando que al no existir un tope de aforo en interiores ya no era necesario seguir manteniéndola. Sin embargo, el sector acogió la decisión como "poco empática, precipitada e injustificada", y matizó que la relajación de las restricciones "no es sinónimo de una vuelta total a la normalidad".
Ahora, la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de València corrobora que la actuación por parte del consistorio fue, de hecho y bajo su propio juicio, precipitada: "La evolución de la situación sanitaria requería prudencia por parte de los responsables políticos a la hora de actuar y tomar decisiones. Dos meses después, nos encontramos con un nuevo pico de contagios con motivo de la sexta ola del coronavirus, que hace necesaria la ampliación de las terrazas para proteger la seguridad de los ciudadanos".
Así, piden mayor planificación a las instituciones para anticiparse a los posibles efectos y consecuencias de la pandemia. En este sentido, reclaman más reflexión y sobre todo un ritmo más lento que verdaderamente se adapte a las circunstancias: "Ha quedado demostrado que los tiempos de la política no son ni los de la sanidad ni los de la economía", apuntillaban.
También la Federación Empresarial de Hostelería hace referencia a la precipitación de la decisión: "Solicitamos que las ampliaciones se hubiesen mantenido hasta finales de este año, ya que consideramos muy precipitada su retirada cuando todavía no sabíamos cómo iba a evolucionar la situación de la covid-19".
En este sentido, anuncian que han pedido una reunión con Beamud para tratar la situación, y también mantienen la voluntad de entablar diálogo tanto con el Ayuntamiento como con las agrupaciones vecinales: "Estamos dispuestos a reunirnos para poder valorar las posibles ampliaciones y estudiar alternativas, dado que la mayoría de los clientes solicitan y prefieren poder consumir en terraza al ser percibidos como espacios seguros".