VALÈNCIA. Un total de 94 alcaldías ganadas en la investidura de junio y otras dos en sendas mociones de censura –la de Montserrat, ya votada; y la de Albaida, que se sustanciará el 2 de enero- le aportan al Partido Popular 96 varas de mando en la provincia de Valencia.
Esta cifra supone una treintena más que la que obtuvo el pasado mandato con el salto cualitativo también en el tamaño de población en esas tres decenas, al dirigir localidades tan populosas como Torrent o Xirivella. En cualquier caso, se trata de números que forman parte del pasado o del presente, no del futuro.
En este último, y aunque todavía queden tres años para las próximas elecciones, el PP quiere empezar desde enero a sembrar en la provincia de Valencia con el fin de aumentar su censo de alcaldías. Para ello el primer paso consistirá en impulsar comarcas en las que considera que tiene un margen de crecimiento elevado y avanzar en municipios en los que se ha encallado por cuestiones internas.
El nombramiento del exconcejal de Chiva Paco Villalba como coordinador comarcal de la Hoya de Buñol en octubre constituyó la antesala de futuros cambios. En ese espacio comarcal, con la consecución de las emblemáticas alcaldías de Chiva y Buñol y con la victoria en Cheste pese a no poder gobernar por un pacto PSPV y EU, el PP ha logrado mejorar ostensiblemente resultados.
También lo ha hecho en l´Horta Sud al sumar a las varas de mando de Alfafar, Massanassana y Lloc Nou de la Corona las de Torrent, Albal, Xirivella y Alcàsser. No obstante, la dirección popular piensa que existe un notable margen de mejora para competir con las 12 alcaldías socialistas en la comarca que proporcionan al partido que todavía secretaría Ximo Puig una holgada mayoría en la Mancomunitat.
El peso de la remontada en esa comarca recayó en quien por entonces no era ni alcalde en su municipio. Alberto Primo, coordinador del PP en l´Horta Sud, en la actualidad dirige con mayoría absoluta como Alcàsser. “Algunos responsables comarcales tienen un peso institucional bastante superior ahora y puede resultar complicado compaginar ambos cargos”, apuntan desde el partido para señalar el camino de cambios.
En la Costera, con el candidato en Xàtiva, Marcos Sanchis, ocurre una situación similar. En su caso, aunque mejoró resultados, no ganó las elecciones. En su comarca, el PP, gracias a un pacto con una formación local, Suma´t, ostenta la alcaldía de la importante población de Canals.
De cualquier modo, al igual que sucede en l´Horta Sud, el PSPV gana en la Costera con amplitud en la Mancomunitat -hasta el punto de que pugnaran por su presidencia dos candidatos socialistas- porque sigue venciendo en la mayoría de municipios. En este espacio comarcal de interior podría haber también variaciones en la dirección popular.
A escala local el PP afronta igualmente algunas situaciones complejas cuya solución no puede dilatar demasiado en el tiempo. Por un lado se hallan las desavenencias en Paterna entre la dirección local y el grupo municipal que se han ido enquistando y que han derivado en un alejamiento entre ambos, tal como ha ido relatando Valencia Plaza. Aquí la duda estriba en si se mantendrán sin visos de solución hasta el congreso local de renovación de cargos a finales de 2024 o principios de 2025 o si habrá alguna medida más inmediata.
Podría seguir el camino de Alzira, donde una gestora dirige la agrupación. No obstante, entre la militancia local de la capital de la Ribera Alta esa solución tampoco acaba de cuajar y la contemplan como algo bastante provisional.
Tras la renuncia de José Andrés Hernández como presidente al optar la dirección regional por José Luis Palacios para abanderar la candidatura, tuvo lugar un cisma con una marcha de militancia que, en gran medida, contribuyó a fraguar, a escala municipal, Ucin, formación en la actualidad con dos concejales que han decantado la alcaldía para Compromís, como anticipó este diario en junio.
Una vez que no ha logrado la vara de mando su candidato, ya empieza a haber movimientos en la agrupación local de cara a cambios en la gestora o al futuro congreso, con una exconcejal en el pasado mandato como posible alternativa.
Si la urbe de la Ribera Alta supone un reto para el PP y, en particular, para su coordinador comarcal, el farmacéutico Antonio Saá, la capital de la Ribera Baixa, Sueca, lo es igualmente debido a los malos resultados de los pasados comicios. La dirección regional también intervino, como ocurrió en Alzira, para escoger cabeza de lista.
En este caso, la bandera electoral popular recayó en Carolina Torres, lo que generó división en la agrupación, plasmada, por ejemplo, en la marcha del exedil Carlos Ramírez que acabó como candidato del partido Contigo. Torres dirige la gestora que representa al PP en Sueca.
Estos dos casos se encuentran en el punto de mira de la dirección popular para adoptar medidas en el inicio del próximo año. Como también se halla, aunque más de reojo y con expediente abierto a dos de su tres ediles, San Antonio de Benagéber, en Camp de Túria. En esta población los aludidos munícipes, Luis Trejo y Pedro Enrique Pérez, configuran, junto a la alcaldesa local de Ucin, Eva Tejedor, el gobierno municipal.
Una votación conjunta a cuatro bandas que también incluyó a Compromís y a Vox desalojó del sillón presidencial al candidato ganador en los comicios de mayo, el exalcalde Enrique Santafosta, de Aisab. El PP no autorizó esa actuación. De hecho, su tercer concejal, Kike Celda, no la rubricó y, en consecuencia, no se integra en el equipo de gobierno.
Con el inicio del nuevo año la cúpula popular quiere reconducir esta situación, al igual que otras como las antes citadas, para empezar a configurar los equipos que prepararán las próximas elecciones en municipios o comarcas donde el panorama se les presenta más complicado o menos asequible.
El objetivo ya es mayo de 2027, cuando se celebren los próximos comicios locales. Y siempre teniendo en cuenta que los votos locales también suman para la Diputación, organismo que en la actual preside el máximo mandatario provincial del PP, Vicent Mompó.