VALÈNCIA. Como cada año, València acogió este martes los Premios Rei Jaume I. Una cita organizada por la Fundación y de la que su Majestad el Rey Felipe VI es Presidente de Honor a la que en esta ocasión acudieron los nuevos dirigentes del Consell y del Ayuntamiento de València: el president de la Generalitat, Carlos Mazón, y la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá.
El acto, repleto de caras nuevas -o más bien, conocidas que hoy ostentan nuevos cargos y responsabilidades-, también tuvo ausencias destacadas. Algunas de ellas fueron especialmente significativas: ninguno de los cuatro concejales de Vox en el Cap i Casal asisti´ a la entrega de premios. Ni su portavoz Juanma Badenas, ni tampoco el resto de ediles del grupo: Cecilia Herrero, Pepe Gosálbez y Mónica Ros.
Preguntados al respecto, desde Vox explicaron a preguntas de este diario que tenían actos y diferentes reuniones que coincidían con este evento y por ello no pudieron asistir. En la agenda pública, lo cierto es que figuraba que Badenas, segundo teniente de alcalde, mantenía una reunión con el presidente de IVEFA, Francisco Vallejo, y con el director de la entidad, Juan Bolós.
"Es la primera vez en ocho años que un representante del Ayuntamiento les recibía porque Sandra Gómez no lo hizo ni tampoco organizó ninguna jornada con ellos, y era importante porque representan el 85% del tejido empresarial", justifican desde Vox. "La reunión ha sido productiva porque hemos decidido que queremos organizar un evento de la empresa familiar que ponga el foco en ellos como motor de desarrollo económico", zanjan.
Sus asientos vacíos, sin embargo, despertaron todo tipo de especulaciones entre varios de los asistentes que cuestionaban si esos motivos de agenda no podían haberse pospuesto. No en vano, este no es un evento que se organice de un día para otro ni improvisado, pues se celebra anualmente y el servicio de protocolo avisa con suficiente antelación para que los concejales se reserven la jornada para asistir a la entrega de premios de la Fundación. De hecho, Casa Real necesita tener la confirmación de los asistentes, incluidas las autoridades, entre las que se encuentran los ediles.
Así, conviene apuntar que el Ayuntamiento de València forma parte del patronato de los Premios Jaume I y, como tal, todos los concejales del consistorio están invitados a participar. Por lo que es habitual que los 33 representantes del Cap i Casal, sin excepciones, acudan a cada convocatoria. Más aún si estos forman parte del equipo de gobierno.
No ocurre lo mismo con los diputados de Les Corts Valencianes, por ejemplo, que no acuden en su totalidad. Aunque, eso sí, sí asisten los máximos representantes de las diferentes instituciones. De hecho, en esta ocasión otros representantes de Vox como la presidenta del parlamento valenciano, Llanos Massó, y el vicepresidente primero del Consell, Vicente Barrera, además de la consellera de Justicia, Elisa Núñez, y el de Agricultura, José Luis Aguirre, sí acudieron a la cita de este martes. Tampoco faltó la síndica del grupo en Les Corts, Ana Vega.
No es la única gran ausencia de Vox en un evento en el que se espera que los representantes municipales estén presentes. Aunque, eso sí, es la primera vez que el 'plantón' se produce siendo ya concejales de gobierno. El pasado 8 de octubre, el grupo municipal liderado por Juanma Badenas fue el único que no participó en el traslado de la Real Senyera hasta la peana del Salón de Cristal del Ayuntamiento de València.
En aquel momento, el acto incluso llegó a retrasarse de la hora prevista porque el resto de partidos que integran la corporación local decidieron esperar unos minutos para conceder unos minutos de cortesía a los cuatro ediles voxistas por si su ausencia se debía a algún retraso puntual. Sin embargo, finalmente ninguno de sus componentes acudió al evento. Este acto tiene lugar todos los años, en la víspera de la festividad del 9 d'Octubre, para que la Senyera reciba el homenaje de los valencianos hasta la bajada que tendrá lugar para presidir la Procesión Cívica.
En definitiva, no se trataba de un acto improvisado ni de última hora que no estuviera previsto en agenda con suficiente antelación. Tanto es así, que la propia alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, advirtió entonces que había intentado ponerse en contacto con los cuatro concejales de Vox para recordarles la celebración del acto, pero finalmente no fue posible porque no hubo respuesta.