VALÈNCIA. Los fondos de inversión ya cuentan con mayoría accionarial en la castellonense Martinavarro. Así lo acreditan las cuentas consolidadas de la mercantil Ticson Invest SL, la firma creada por Miura para aglutinar las acciones de la enseña citrícola cuando anunció la compra del 25%.
La memoria del ejercicio 2015/2016 revela que Miura no entró en solitario. Fueron dos las ampliaciones de capital que se realizaron en julio de 2016 por parte de socios externos -además de una tercera con la que entró la propia familia Martinavarro a través de la sociedad Agrihold SL con 18 millones de acciones al aportar una primera porción de la empresa familiar Ebransar SL, valorada en 36 millones, el 15,23%-.
En efecto, se produjo la entrada de Miura, que desembolsó 30 millones de euros (15 millones por el mismo número de acciones y otros 15 millones en concepto de prima de emisión); pero también la de un grupo de "diferentes personas jurídicas" con un desembolso de 60,8 millones de euros (30,4 millones por el mismo número de acciones y otros 30,4 en concepto de prima de emisión).
¿Y de quién se trata? La memoria, en la que Ticson Invest SL está obligada a informar de las participaciones de más del 10% de las acciones de la compañía, detalla que los fondos Alpinvest Partners (radicado en Holanda) y Massena Partners (afincado en Luxemburgo) también formaron parte de las primeras ampliaciones de capital, con un 12,11% y un 11,83%, respectivamente. En la página web del primero de ellos ya figura el grupo Martinavarro entre su largo listado de firmas en las que invierte.
Ambos fondos, junto al 23,66% que se le atribuía a Miura al cierre del ejercicio y otro 24% sin especificar en la memoria, suman más del 70% del total del accionariado, en el que la familia Martinavarro solo ostenta el 28,39%.
Además, según recoge el informe de gestión de Ticson en los acontecimientos posteriores al cierre del ejercicio, tras las mencionadas ampliaciones de capital hubo otras nuevas -de menor magnitud- que fueron suscritas por nuevas "personas", de modo que se redujo todavía más la participación de la familia.
No obstante, pese al control de los fondos, el futuro de los Martinavarro continuará ligado a la compañía que fundaron, puesto que sus acciones, tipificadas como "Clase B", llevan asociada la prohibición de venta durante un plazo de 5 años que concluirá en julio del año 2021.
Tal y como informó este diario, la venta de la empresa familiar dejó a los Martinavarro una importante liquidez con la que afrontan su diversificación. Así lo acreditan las cuentas consolidadas del ejercicio 2015/2016 depositadas por la mercantil Agrihold SL, en la que participan las tres ramas de la familia (los Ballester Martinavarro, los Martinavarro Ferrer y los Martinavarro Dealbert).
La memoria anual de la empresa recoge un abultado ingreso de 187 millones de euros por la venta de participaciones de Ebransar (razón social del grupo Martinavarro) y un no menos reseñable reparto de dividendos entre los socios por valor de 159 millones entre las tres ramas familiares -con el 33,3% cada una-.
La última memoria de la empresa J Ballester e Hijos SL -la sociedad de los Ballester Martinavarro liderada por Joaquín Ballester Agut- también recoge el cobro de sus correspondientes 53 millones, como también es previsible que ocurra en el caso de Marfeco SL (administrada por Enrique Martinavarro Ferrer) y Jomar e Hijos SL (con José Luis Martinavarro Dealbert al frente).