VALÈNCIA. Tras un lustro de tramitación en los despachos, finalmente ve la luz la licencia del Ayuntamiento de València para el aterrizaje de la macrotienda de Zara en el conocido Boulevard Austria. La junta de gobierno local dio luz verde este viernes al permiso de actividades a la firma comercial que le permitirá avanzar en las obras de rehabilitación y reforma del inmueble y abrir el flagship que había proyectado en el enclave.
Con este movimiento, la firma de Inditex busca reorganizar su oferta en la ciudad, y a la postre, sustituir todas sus tiendas que hay ahora mismo en el centro del Cap i Casal por este buque insignia. Un proceso que se enmarca en el plan interno de reestructuración y que, de hecho, ya ha empezado: el año pasado, la compañía cerró su centro de mayor tamaño hasta el momento, sito en la calle Russafa.
La nueva macrotienda contará con más de 5.000 metros cuadrados, una inversión de más de 25 millones de euros y prevé generar unos 500 puestos de trabajo. Además de que, cabe destacar, son muchos los retailers que están a la espera de su aterrizaje para tomar posiciones en la plaza valenciana. De ahí que la concejalía de Actividades, ahora dirigida por Lucía Beamud, pero encabezada el pasado mandato por Carlos Galiana, declaró esta iniciativa como "prioritaria". Sin embargo, pese a ello, la travesía no ha sido sencilla ni mucho menos desde que, en 2017 el consistorio diera el visto bueno a los planes de este gigante del retail en València.
No fue hasta marzo de 2021 cuando se desbloqueó el proyecto, como adelantó este diario, porque uno de los técnicos municipales no había informado al respecto de la compatibilidad urbanística en todo ese tiempo. El principal escollo era si considerar el proyecto como una continuación del uso comercial que hasta el momento se ejercía en el recinto -como pedían los promotores-, o en cambio, atender el nuevo Zara como una actividad de nueva implantación, para lo que requeriría de un nuevo título habilitante, impedido por el actual planeamiento urbanístico.
Este debate dilató los tiempos hasta que finalmente se dio el visto bueno al proyecto. A la postre, la decisión tomada es que el proyecto se acogerá a una disposición de las normas urbanísticas de la ciudad que permite que, cuando un edificio esté fuera de ordenación, "se permitirá la utilización del inmueble conforme al uso que le sea propio hasta que se produzca el cambio de uso, la reestructuración total o la sustitución del mismo".
Otro de los problemas que ha tenido que superar el proyecto tenía que ver con la reserva de aparcamiento que hacía falta para poner en marcha una iniciativa comercial de esta envergadura. Finalmente, tras la última reforma de la norma, los técnicos han aprobado la iniciativa y tramitado la licencia ambiental correspondiente.
A finales de primavera de 2021 ya se empezaron a realizar actuaciones de menor envergadura: limpieza y vaciado del local y acondicionamiento del centro para empezar con las obras de reforma y rehabilitación. Unas intervenciones para las que la mercantil presentó una declaración responsable, de manera previa a obtener el permiso definitivo.
Ahora, según la licencia concedida, una vez finalizada la construcción de las instalaciones y obras, y antes del inicio de la actividad comercial, Zara deberá comunicarlo al consistorio y presentar varios certificados que constaten el cumplimiento de la normativa.
La galería, ubicada en el pleno centro de la ciudad, abrió sus puertas en 1998 con la intención de albergar moda y restauración. Propiedad del Grupo Ballester, el Boulevard Austria había sufrido altibajos a lo largo de los últimos años antes de su cierre y una importante rotación de firmas que habían empujado el ritmo de las compras como Pull and Bear, Pimkie, Ale-Hop o Tous. Sin embargo, y tal y como le pasó al otro centro comercial en la ciudad, la Galería Jorge Juan, este modelo comercial en los últimos años había sufrido una caída en las ventas por las nuevas formas de consumo y ambas bajaron la persiana.
Al final, la única tienda que se 'salvaba' era Stradivarius, marca perteneciente al grupo propiedad de Amancio Ortega, pero también acabó dejando el espacio. Así pues, la apertura del gran centro de Zara pretende reactivar uno de los puntos clave de la milla de oro en el centro del Cap i Casal.