Miramar amplía la oferta de actividades y servicios ante el aumento de población durante el verano

VALÈNCIA. Miramar es un municipio costero de la comarca de la Safor. Durante la mayor parte del año, la población es menor a 3.000 habitantes, concretamente en 2022, según el Instituto Nacional de Estadística, era de 2.831. Sin embargo, durante los meses de verano esta cifra aumenta hasta superar las 20.000 personas. Son varias las familias que escogen este destino para pasar las vacaciones y desde el ayuntamiento organizan varias actividades para todos los públicos, además de ampliar los servicios que el resto del año suelen estar desactivados en la playa. 

"Desde el Ayuntamiento ofrecemos una programación lúdica. Tenemos exposiciones, presentaciones de libros, mercadillos tradicionales, proyecciones cinematográficas. Todo tipo de actividades para todo tipo de gente", detalla la concejala de Turismo del consistorio de Miramar, Vanessa Molina. Tal y como añade, la gran mayoría de turistas y de residentes temporales que llegan al municipio miramarino en época estival son familias, por lo que suelen convertirse en el público protagonista del programa cultural y deportivo del verano.

Sea en la arena, en el paseo marítimo o en alguna calle, la playa es habitualmente el escenario principal de todas las actividades. Los lunes por la tarde es el turno del mercadillo con distintos productos (alimentos, ropa, complementos), mientras que el artesanal permanece abierto todas las tardes frente a la Oficina de Turismo. En este último espacio, los fines de semana también se llevan a cabo talleres infantiles. Asimismo, también se ofrecen clases de zumba de lunes a sábado de 10h a 11h en la arena y los martes y los jueves de 8h a 9h, en la plaça del Riuet se puede practicar yoga. 

Más allá de las distintas actividades, desde el consistorio también han programado la semana deportiva, que será del 17 al 21 de julio; o la semana cultural, del 24 al 29 del mismo mes. "La organizamos en algunas instalaciones también del municipio. Participa tanto gente que viene en verano, como la que vive aquí todo el año", señala Molina. En esta línea, según añade, la playa de Miramar tiene una esencia familiar: "Es una playa de toda la vida. Tenemos mucha gente del interior de Valencia o de Madrid que tiene la segunda residencia aquí, por lo que casi siempre son los mismos durante estos meses".

Servicio de pulseras identificativas

Tal y como cuenta la regidora de Turismo, en una de las zonas donde más coinciden cada año las mismas personas es en el punto de baño asistido para personas con movilidad reducida, que está disponible de todos los días de la semana de 10h a 14h. "Algún año varía, pero normalmente es gente que se conoce de años anteriores. Ahí te das cuenta de que siempre son los mismos, es una playa muy familiar", indica. Y es que además de la programación infantil, cultural y deportiva, la playa de Miramar incrementa también durante el verano su oferta de servicios. 

Los meses de julio y agosto son los únicos en los que se habilita el consultorio auxiliar de la playa en horario de lunes a viernes de 8 h a 21 h y sábados de 8 h a 15 h. Fuera de este horario, las personas deben acudir al Centro de Salud de Bellreguard. Por otra parte, se activa también la biblioplaya o las pulseras identificativas. Estas últimas son una iniciativa que se lleva a cabo desde hace años. "El objetivo es que los niños o las personas que lo necesiten tengan una manera de poder contactar con algún responsable si se pierden", explica Molina.

Las pulseras identificativas se pueden conseguir de manera gratuita en la Oficina de Turismo, la Posta Sanitaria o el retén de la Policía Local. En estas se introduce el número telefónico de la persona de contacto de los menores o la gente mayor que requiera de su uso. "Todos los años se llevan pulseras. Más de 100, seguro. Es un servicio que la gente utiliza a menudo y está dirigido a los bañistas. En la playa es muy fácil que, sobre todo los niños, se pierdan y así es más fácil localizar a sus familias", concluye la concejala de Miramar.

Durante la mayor parte del año, la multitud es casi inexistente en la playa del municipio miramarino. Sin embargo, en época estival, el ambiente cambia radicalmente. La población se multiplica por diez, por lo que también se amplía la oferta de servicios de accesibilidad y seguridad; además de las actividades culturales y deportivas. Todo un atractivo turístico que, desde hace años, ha convertido a este municipio costero en el destino vacacional preferido de muchas familias.