VALÈNCIA. El próximo fin de semana se llevará a cabo en Ciudadanos la votación para elegir al presidente del partido. Un proceso para el que se presentan la actual portavoz en el Congreso, Inés Arrimadas; el vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, y el militante de base valenciano Ximo Aparici.
Valencia Plaza se reúne con el prestigioso neuropediatra Fernando Mulas (Cabo de Palos, Murcia, 1946), quien ha sido incluido por Igea en su futuro equipo de dirección y pasa por ser el representante más destacado en la Comunitat de esta candidatura crítica con la línea continuista que lidera Arrimadas.
Mulas, que ha concurrido en la lista del Senado en varias ocasiones por la formación naranja, reivindica dos grandes diferencias entre los dos aspirantes: el modelo de organización interna que proponen y la línea pactista con el PP. Sobre esto, el dirigente lamenta que el discurso participativo de Arrimadas no se corresponda, a su juicio, con la propuesta de estatutos que ha realizado y critica que su partido se haya lanzado a abrazar los pactos preelectorales con la formación de Pablo Casado. "Están desmantelando Ciudadanos", asegura.
-Usted es una de esas personas que entró en política mientras continuaba su larga y exitosa carrera profesional en la medicina. ¿Qué es lo mejor y lo peor que ha visto de esta experiencia?
-Lo mejor ha sido encontrar a gente que, sin afán de ser político, tiene un espíritu altruista de colaborar y participar en el futuro colectivo desde el punto de vista social. He conocido a gente variopinta que nunca habría conocido y que tiene ese común denominador. Es algo muy enriquecedor. En cuanto a lo negativo, te das cuenta de que en el fondo de la política subyace un sentimiento interesado de algunos grupos para utilizar la política como medio de subsistencia y tratar de sacarle provecho más que aportar. Ahí es donde vienen las intrigas y el deseo de destacar, ya no por el fin inicial, sino porque es un medio de subsistir. Eso crea intereses, dependencias, filias y fobias... y ahí es donde vienen los codazos. En cualquier caso, para mí la experiencia está siendo positiva y enriquecedora.
-Es usted el único valenciano que forma parte del equipo de dirección presentado por Francisco Igea. ¿En qué se diferencia este proyecto del de Arrimadas?
-Básicamente, y además de la nueva línea de pactos preelectorales, se diferencia en los reglamentos que rigen la organización interna. La propuesta de Arrimadas es muy vertical porque la dirección superior impone toda la normativa de arriba a abajo y nadie puede salirse de la línea. Nosotros proponemos una vía más abierta, dialogante, participativa e integradora. La gente debe entender que la parte organizativa y la democracia interna es muy importante porque también tiene mucha trascendencia en el funcionamiento ideológico. Si tú pones una dirección de 50 personas todas elegidas 'a dedo', todas ellas dependen de ti para mantener su posición privilegiada, eso merma mucho el espíritu crítico. Y además, si la gente no participa, se desilusiona.
-¿Y qué proponen desde el sector de Igea?
-Igea lo que propone es que de los 50 miembros del Comité Ejecutivo se elijan 17 por las comunidades autónomas por primarias y en urna, porque desconfiamos del sistema telemático tras los últimos problemas, y luego 19 puestos queden reservados para que los ocupen los 17 portavoces autonómicos del partido, además de la portavoz en el Congreso, Inés Arrimadas, y el líder de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Luis Garicano.
-Las distintas familias de Cs en la Comunitat, pese a que algunas se llevan mal entre ellas, apoyan a Arrimadas. ¿No le sorprende esto?
-Bueno, diría que ellos forman parte del 'club de dirigentes' que llegan a pactos para mantenerse en la estructura de poder y funcionamiento. Lo que no puede ser es que uno diga que está en una línea y cambie de repente por que le interese. Seguramente no hemos encontrado un líder ideal en la Comunitat porque no hemos sabido tampoco buscar talento. No hay una actividad organizada y lograr que nos dirijan mejor. El error es que muchos se rodean de gente mediocre para poder tener influencia sobre los que tiene debajo cuando lo que hay que hacer es ser generosos y buscar personas mejores que tú para que la cosa prospere. Por eso vemos tanto pacto para cubrirse las espaldas.
-¿Cree que Ciudadanos es un partido poco democrático?
-Sí. Por eso tenemos que revisarnos. Mucha gente que ha entrado aquí tiene principios democráticos, es generosa, participativa... pero se ha quedado una estructura de funcionamiento en la cual se castiga el discrepar, pensar o que las personas tengan su propio criterio. Si contradices algo se te señala y pasas a entrar en el grupo de 'los malos'. Es ridículo en un partido que quiere ser abierto, plural y liberal. Una de las cosas que más me ha llamado la atención en política es que hay una gran disparidad entre lo que se dice y lo que se hace: llega Arrimadas y anuncia que va a contar con los afiliados ¡pero luego en su propuesta de estatutos no pone eso para nada!
-Usted ha tenido proximidad con Juan Córdoba y Emilio Argüeso, dos dirigentes importantes en lo orgánico que respaldan a Arrimadas. ¿Cuál es su relación ahora?
-Es buena. De hecho, les escribí diciéndoles que me presentaba con Igea y ambos me desearon suerte. No pienso que tengamos que dejar de ser amigos por esto.
-¿Y con Toni Cantó?
-A ver, yo no pensaba estar en esta candidatura porque esperaba que Cantó fuera en esta línea de renovación, aperturismo y participación. Pero al ir él en otra línea aquí se quedaron un poco cojos y me lo pidieron a mí, dado que Igea y yo nos conocíamos de la comisión de Sanidad y yo había mostrado mi coincidencia con su manera de ver el futuro de Ciudadanos.
-¿Cree que Cantó simplemente ha sido pragmático con su apoyo a Arrimadas con el objetivo de, al menos, tomar el liderazgo para intentar cambiar algo desde dentro? Lo digo porque su forma de pensar hasta hace unas pocas semanas iba en una línea más similar a lo que propone Igea.
-Prefiero ser bien pensado y creer que es una estrategia para llegar a una posición en la que pueda ir apuntando a los cambios que ha venido predicando. Porque él es una persona liberal que pienso, además, que no necesita la política para vivir, así que tengo la sensación de que ha pensado que la única manera de influir en la política es a través de Arrimadas porque piensa que va a ganar, algo que no está claro porque creo que podemos sorprender. Así que prefiero pensar que no lo hace en plan 'chaquetero', aunque debe tener cuidado porque puede dar una imagen de que es una persona que tiene varias caras y eso la gente quizá no lo perdone, aunque yo sí que se lo perdonaría porque le conozco, sé cómo piensa y considero que es una persona con recursos. Ahora bien, es cierto que se ha producido una sensación de desamparo de ese sector crítico que apostamos por el centro democrático, liberal, participativo... que es lo que venía reivindicando el propio Toni hasta ahora.
-¿Qué opina del paso a un lado dado por Argüeso? ¿Cree que su retirada es real o que tratará de mover los hilos por detrás?
-Cuando hay un pulso en política alguien siempre debe ceder. Él es un buen estratega y tiene una capacidad política muy importante pese a que no le guste figurar. Así que opino que su retirada es estratégica.
-¿Qué opina Igea y usted mismo de las alianzas que está impulsando Arrimadas con el PP?
-Esto nos ha hundido y nos está hundiendo porque los que hemos venido aquí algunas veces hemos votado al PP y otras veces al PSOE, entre otras cosas porque no había otras fuerzas que estuvieran en ese espectro. Así que pienso que esto ha confundido a mucha gente: decir que nuestro socio preferente es el PP desmantela la esencia por la que tú eres una partido de centro progresista. Arrimadas está haciendo lo mismo que hizo Rivera y tomando decisiones sin contar con un congreso que se va a celebrar en apenas unos días.
-Cómo médico, ¿qué opina respecto a cómo se está atajando la crisis del coronavirus por el Gobierno de España y el Consell?
-Lo que no termino de ver es transparencia a la hora de explicar los criterios que se están manteniendo para la toma de decisiones que tienen una trascendencia social muy importante. Si no se explica, la gente opinará lo que le parezca y al final se transmite una sensación de que se está ocultando algo o como mínimo que andan un poco despistados. Por ejemplo, yo pasado mañana celebro un congreso en el Colegio de Médicos sobre trastornos de neurodesarrollo al que asistirán en torno a un centenar de personas. Claro, están diciendo que debemos suspender este tipo de eventos (yo no lo voy a hacer)... cuando sí quese permite ir a los cines, ir al metro o ir a la 'mascletà'. Por eso digo que no veo mucha coherencia y los criterios no están demasiado claros.