VALÈNCIA. Las treinta cajas rurales ubicadas en algún punto de las tres provincias de la Comunitat Valenciana, que se reparten entre el Grupo Cajamar (17), el Grupo Caja Rural (11) y Solventia (2), siguen de dulce. Y así lo volvieron a reflejar los números individuales de la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc) correspondientes a los nueve primeros meses del año en curso que ayer publicó en su web corporativa. Precisamente dicha institución está presidida por Manuel Ruiz, a la sazón presidente de Caja Rural Central de Orihuela.
El valor de la proximidad sigue siendo la bandera que enarbolan las cooperativas de crédito, sin duda las grandes animadoras de un sector financiero en pleno proceso de desapalancamiento donde siguen sucediéndose el cierre de oficinas bancarias. No en vano, y tomando los datos del cierre semestral, la banca que opera en la Comunitat Valenciana ya ha reducido su red comercial en dos tercios desde la crisis de 2008 como contó este diario hace dos semanas.
Pero las cajas rurales -tanto en la Comunitat Valenciana como en el resto de España- son ajenas a la bajada de persianas de sucursales, dado que siguen abriendo nuevas oficinas pero siempre dentro de su radio de acción. Ahí están los datos del primer semestre del conjunto nacional donde crecieron en activos, créditos, depósitos, sucursales y fondos propios. Y, otro factor a tener muy en cuenta, que el tirón de las cooperativas de crédito -en este caso de las del Grupo Caja Rural- se está reflejando en el poderío de Gescooperativo. La gestora de instituciones de inversión colectiva de las entidades de la espiga continúa ganando patrimonio. A lo largo de los diez primeros meses de 2021 fue el único grupo financiero del 'Top 10' en elevarlo, tal y como publicó hace un mes Valencia Plaza.
El beneficio conjunto de la treintena de cooperativas de crédito de la Comunitat Valenciana ascendió hasta los 39,47 millones de euros al término de septiembre, un 29,32% más respecto al mismo periodo de 2021. De este modo se allana completamente el camino para batir una nueva plusmarca histórica, que ya han conseguido en los nueve primeros meses, al cierre de un ejercicio. En este sentido conviene recordar que los 40,60 millones obtenidos durante todo 2021 es el hito a batir.
Concretamente fueron 8,94 millones el beneficio generado por la treintena de rurales valencianas de los que la mayor parte (7,32 millones) los aportaron las del Grupo Caja Rural -, cuyo resultado neto fue de 34,46 millones, prácticamente un 27% más. Todo ello pese a que Ruralnostra de Betxí (-6%) y Albal (-4,26%) fueron las únicas de toda la Comunitat en reducir sus números.
Ni que decir tiene que Caixa Popular (+40,24%) y Central de Orihuela (+31,19%) llevaron la voz cantante en cuanto al beneficio absoluto. La primera ganó 3,70 millones hasta elevar el dato interanual a los 12,91 millones; mientras que la segunda lo hizo en 3,06 millones totalizando 12,90 millones, siempre según datos de una Unacc que representa más de dos tercios del sector con 42 entidades repartidas por toda España. En cuanto a porcentaje el mayor avance lo presentó Vinaròs (+53,84%).
Por su parte, las rurales valencianas integradas en el Grupo Cooperativo Cajamar ganaron conjuntamente 3,32 millones de euros, lo que supuso una mejora del 88,28% y de 1,55 millones en valores absolutos. En términos porcentuales dos entidades más que duplicaron sus beneficios -las únicas que lo hicieron de la treintena-. A saber: Católico Agraria de Vila-real (+103,83%) y La Junquera de Xilxes (+101,31%); mientras que en números absolutos vinieron lideradas por Torrent (310.765 euros), Católico Agraria (+195.110 euros) y Altea (+173.226 euros).
Finalmente las dos entidades de la Comunitat que forman parte del Grupo Cooperativo Solventia -liderado por la extremeña de Almendralejo- también elevaron sus cuentas. Concretamente en un 4,21% hasta los 1,68 millones. Así, Benicarló ganó un 7,25% más alcanzando los 876.162 euros; mientras que L'Vall San Isidro las mejoró en un 1,09% hasta los 805.234 euros.