VALÈNCIA. Pepe Capilla ha sido elegido nuevo rector de la Universitat Politècnica de València (UPV) al haberse impuesto en la segunda vuelta de las elecciones celebrada este martes. Ha obtenido el 52,1% de los votos, frente al 47,8% que ha logrado José Manuel Barat. Con este resultado, Capilla toma el relevo del Francisco Mora -que ostentó el cargo desde 2013 hasta ahora- y se convierte en el máximo representante de la institución tras su experiencia como director general de universidades en el Consell de Camps y ocho años en el vicerrectorado.
Así, Capilla se posicionó por delante del profesor José Manuel Barat con este ajustado resultado, a diferencia de la primera vuelta, en la que este último fue el que más apoyos obtuvo de los tres aspirantes. Con una participación del 29,9%, ligeramente inferior a las anteriores elecciones (33,7%), el catedrático tuvo mayor éxito entre el personal funcionario doctor y el otro personal docente e investigador, mientras que su rival acumuló más votos por parte del alumnado y del personal de administración y servicios.
En concreto, el ganador sumó 649 votos del colectivo de funcionarios docentes y 553 del otro personal docente e investigador, mientras que Barat recibió 593 y 426 votos de estos sectores respectivamente. En cuanto a los estudiantes, un total de 2.596 apostaron por el segundo candidato, mientras que 2.567 apoyaron al vencedor. De manera similar ocurrió con el personal de administración y servicios, pues 618 integrantes votaron a Barat y 614 a Capilla.
El líder afrontó los últimos días de campaña "con mucha ilusión y convencimiento" de que su mensaje "sintoniza con lo que la universidad expresó en la primera vuelta", según explicó a Valencia Plaza. Ahora, al frente de la institución, tendrá la oportunidad de materializar sus propuestas, empezando por el estudiantado, con el que se compromete a incrementar las prácticas en empresas, promocionar la experiencia Erasmus y reducir a cero la cuota en actividades deportivas, entre otros aspectos.
A su vez, tanto el personal funcionario doctor como el otro personal docente e investigador, esperan que en la nueva legislatura haya una mayor inversión en investigación y mejoren sus condiciones laborales. Capilla abogó desde el principio por la dignificación de esta figura y estableció propuestas como la actualización de los criterios de contratación y la agilización para cubrir vacantes.
Otra de las preocupaciones del electorado salió a relucir en el debate del miércoles, en el que se habló del plan Concilia -que afecta a todo el personal y se basa en la compatibilización del trabajo con la vida familiar-, aprobado en el consejo del gobierno en 2013 y todavía pendiente de actualización. Ante esto, Capilla habló del "estado avanzado de la negociación" y se comprometió con "cerrarla en doce meses".
Así pues, estas propuestas se llevarán a cabo bajo una premisa con la que los tres candidatos a rector coincidieron desde un primer momento: la reducción de la burocracia y la simplificación de procedimientos, algo por lo que apostaba Ángel Ortiz, que quedó fuera de la carrera tras una reñida primera vuelta, en la que finalizó con el 30,9% de los votos, por detrás de Capilla con el 33,6% y de Barat, que obtuvo el 35,3%, apoyado en mayor medida por los estudiantes.
Por su parte, esta semana pasada Barat realizó “un último esfuerzo para convencer a la gente de que somos un grupo que traemos un proyecto ambicioso y presentamos un cambio con garantías”, según explicó a este diario. Sin embargo, tras la derrota sus compromisos quedaron en el tintero, aunque cabe la posibilidad de que el equipo de Capilla incorpore algunos de ellos como la rebaja de tasas universitarias, el aumento del número de prácticas en el extranjero o la oferta de becas financiadas por la universidad.
Además, el segundo candidato reforzó otras medidas como la formación del personal de administración y servicios, y del mismo modo, apostó por mejorar el servicio de recursos humanos para cubrir las necesidades del todo el personal, con la finalidad de agilizar los procesos de contratación y de reemplazar las vacantes que quedan sin cubrir tras las jubilaciones, una cuestión todavía pendiente.
Cabe recordar que los niveles de participación en esta segunda vuelta superaron de nuevo los de los comicios de 2017, aunque las cifras estuvieron más de medio punto por debajo de los de las elecciones del 4 de mayo. El plazo de votación virtual se abrió a las 9h y, al cabo de dos horas, un 11,6% de la comunidad universitaria ya había ejercido su derecho a voto, un porcentaje que al mediodía alcanzó 21,1%, lo que se tradujo en la movilización de más de 6.600 electores.
Al igual que ocurrió en las últimas votaciones, el ritmo de participación decayó por la tarde, aunque apenas una hora antes del cierre de las urnas un 24,4% del electorado había escogido a su candidato. En concreto, a las 19h habían votado 4.147 alumnos, 1.235 funcionarios doctores (PDI), 883 miembros del resto de personal PDI y 1.296 integrantes del personal de administración y servicios (PAS).
En estas elecciones las dos candidaturas disputaron el cargo de máximo representante de la universidad, elegido mediante sufragio universal y con voto directo, emitido de forma totalmente telemática por primera vez en la historia. De esta forma, el veredicto quedó en manos de las 31.496 personas que forman el censo, entre las que 1.467 son PDI doctor y 1.414 constituyen el resto de PDI . Por su parte, el PAS cuenta con 1.908 trabajadores y el alumnado, que es el colectivo más numeroso, posee 26.707 integrantes.
De la misma manera, el voto ponderado dependió del profesorado funcionario doctor en un 54% y del resto del personal docente investigador en un 15%. En cuanto al personal de administración y servicios, sumó un 10% y el alumnado un 21% de la ponderación.