De la organización eficiente a la organización sabia

En estos momentos tan duros y difíciles para la sociedad en general y para las empresas en particular, es fundamental entender el cambio de paradigma. En la era industrial la forma de organizarse las empresas era con estructuras de trabajo muy rígidas y piramidales. Posteriormente con la llegada de internet, la información  y el conocimiento se expandieron de manera exponencial lo que supuso cambiar a un modelo más descentralizado, donde las empresas se estructuraban por funciones o procesos, pero en realidad en lo relativo a la gestión de las personas no cambió demasiado, se pretendía trabajar en equipo, mejorar la comunicación, pero en realidad los organigramas seguían siendo muy dependientes de una figura superior con poder en la toma de decisiones.

Recientemente se comenzó a trabajar por proyectos, potenciando la figura de project manager con objeto de ser más ágiles y manejar mejor los recursos y habilidades en la empresa.

"Aprovechemos esta oportunidad de crisis sistémica para transformarnos de verdad"

La Inteligencia artificial y la digitalización van a aportar mucha información, y mucha eficiencia en la toma de decisiones, pero este tipo inteligencia no nos ha prevenido de una pandemia mundial, en realidad la estamos resolviendo casi como en 1918 (la gripe española) con el conocimiento, la actitud, la resiliencia y la colaboración. Si después de la covid-19, las empresas no reinventamos nuestra manera de pensar, organizarnos, y comunicarnos, saldremos menos reforzados de esta crisis de lo que cabría esperar. Aprovechemos esta oportunidad de crisis sistémica para transformarnos de verdad, buscando no sólo salir bien parados del caos económico, sino también buscando otros modelos de empresa menos convencionales.

 Pasar de una organización eficiente a una organización sabia supone que el crecimiento de la empresa, la eficiencia y los dividendos a los accionistas no sean los únicos objetivos.  La organización sabía se nutre de las personas de su empresa para co-crear un sistema donde los beneficios sean también para los propios empleados, la sociedad y el planeta en sí.

Siguiendo la inspiración de las lecturas de Frederick Laloux, tenemos que ir hacia organizaciones TEAL evolutivas, con proactividad consciente. Esta forma de organizarse en las empresas pretende que haya un propósito compartido, que las organizaciones sean mucho más planas, donde los empleados puedan empoderarse, ser más creativos y tomar  más decisiones, donde existan tantos líderes como los proyectos requieran, y donde las personas crezcan con la propia empresa, sólo así las empresas serán más creativas y competitivas, aparece aquí el concepto de coopetencia,  (cooperar + competir) de manera sana y buscando cómo objetivo el bien común. En este tipo de organizaciones se pone el foco especialmente en las personas, individuos que piensan, proponen, sienten y crean. Hablamos pues de una transformación profunda y sistémica, y parafraseando a Frederic Laloux:

“Los fundadores de las organizaciones TEAL usan una metáfora distinta para los lugares de trabajo que aspiran a crear. Muy a menudo hablan de su organización como un organismo vivo o sistema vivo. La vida, en toda su sabiduría evolutiva, maneja ecosistemas de una belleza insondable, siempre en evolución hacia una mayor plenitud, complejidad y consciencia.

Eva Velasco es CEO, consultora y coach en Desarrolla.