Fusión

Paraíso Travel

Junior Franco

Bienvenido al Paraíso, dice Paco Guillén con su sonrisa perenne al cruzar esa pequeña puerta que te traslada a golpe de cumbia, bachata y vallenato a la Cartagena de Indias más festiva, alegre y colorida. Como el Macondo de García Márquez, ese que hizo soñar a José Arcadio Buendía, este Paraíso Travel es el sueño de Junior Franco. Una taberna que respira latinidad por los cuatro costados: hospitalidad, sabrosura, tropicalismo y bullicio. Ese que parece atiborrar los mercados de su Colombia natal y que intenta trasladar al centro de València a base de brasas, aguachiles, tamarindos y arepas, conjugado con aromas de habaneros o maracuyás y fusionado con productos de origen mediterráneo que en sus fogones se convierten en delicias caribeñas. Platos bien verracos, con acento parcero y sabores bacanos, desfilan por el pase de esa cocina vista por la que asoma Junior mientras sus caderas bailan al ritmo de Sobredosis de Amor de los Titanes de la Salsa. Sobredosis de pasión por ti, sobredosis de calor intenso, nos sentimos en un mar sutil, tú conmigo agigantando cuerpos.

En confianza: La nueva temporada ha de marcar el paso del futuro de Junior en la cocina; el espacio que en cierto modo define el carácter de Paraíso Travel se le ha hecho pequeño. Es momento de dar un triple salto mortal y desarrollar todo el potencial que guarda Junior y que, estoy seguro, luciría el doble en una cocina más amplia.


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