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Cultura no aprecia daños irreversibles al patrimonio por las obras de Convent Carmen 

27/02/2020 - 

VALÈNCIA. El futuro del centro sociocultural Convent Carmen pende de un hilo. Aunque el centro mantiene sus puertas abiertas y sigue con su programación, lo cierto es que ha provocado el malestar de vecinos y asociaciones como Amics del Carme que han emprendido una insistente cruzada para cerrar el recinto alegando desde incumplimientos de la normativa acústica hasta daños en el valor patrimonial del antiguo convento de clausura de San José y Santa Teresa, originario del siglo XVII.

Unas quejas que obligan al Ayuntamiento a actuar para subsanar algunas de estas cuestiones. En rueda de prensa, hace unos meses, los promotores de este espacio de ocio, Santiago Máñez y Juan María Sánchez, aseguraron que sobre la petición del cese de su actividad que el debate trasciende más allá de un colectivo y tiene que ver con la visión y el modelo de ciudad. "Convent Carmen está siendo utilizado como un arma arrojadiza", lamentaba Sánchez. Además, ambos recalcaban que habían mantenido más de 20 reuniones con los vecinos más cercanos y habían solicitado a la asociación hablar con ellos siendo negativa la respuesta. 

Pero Amics del Carme ha seguido su camino y ha presentado varias denuncias contra "el expolio patrimonial" sufrido en el antiguo convento, así como "tramitación irregular de los permisos". Alegan razones "singularmente graves" para fundamentar su petición de cese como "no haber protegido el valor patrimonial del antiguo convento de San José, y no haber evitado las obras que han transformado el jardín en un restaurante al aire libre" o "no aplicar la normativa sobre contaminación acústica que prohíbe nuevos locales y no proteger la salud y el derecho al descanso de los vecinos".  

A raíz de una de estas denuncias vecinales contra el patrimonio, la policía autonómica requiere un informe de la dirección territorial de Educación, Cultura y Deporte para aclarar las posibles afecciones al patrimonio histórico de este enclave.

Un documento, al que ha tenido acceso este periódico, y que concluye que no existen daños irreversibles en el antiguo edificio como consecuencia de las modificaciones y actuaciones para la transformación del convento en el espacio cultural Convent Carmen. Eso sí, puntualiza que algunos de los cambios pueden no ser aceptables, pero incide en que esas cuestiones tienen que dirimirse en la administración municipal a través de la Comisión Municipal de Patrimonio, que es la encargada de establecer las pautas generales de la intervención en el edificio. Según explican a este diario los promotores del proyecto, ellos mismo han solicitado al consistorio que se analice este asunto en este organismo para poder zanjar el debate.

Interior del Convent Carmen, durante sus obras de restauración. Foto: KIKE TABERNER

El informe de Cultura considera que de la intervención en la antigua iglesia del convento el carácter de la actuación ha sido "totalmente reversible y, por tanto, no se considera que se hayan producido daños al patrimonio". Las actuaciones en esta zona han consistido en la instalación de una estructura metálica anclada al suelo mediante tornillería para alojar aparatos audiovisuales durante la celebración de actos, una intervención que "ni tan siquiera los anclajes en el suelo mediante simple tornillería han afectado a los bienes patrimoniales", señala.

En cuanto a la afección visual y estética en el templo asegura que la estructura introducida, aunque cree que hubiera sido deseable "un dimensionamiento más ajustado", recuerda que en el momento en los que no se introduce ninguna celebración en la antigua iglesia "las molestias visuales que introduce la estructura son aceptables".

El punto más emblemático del proyecto se sitúa en el jardín donde se han colocado dos contenedores, en los que se vende comida, y dos plataformas para ubicar las mesas y sillas para los clientes. No se ha intervenido el suelo ya que todos los elementos se sujetan "exclusivamente por gravedad y los contenedores carecen de evacuación de aguas sucias". 

Por tanto y dada la forma de colocación de los nuevos elementos tampoco se ha incurrido en daños al patrimonio, aunque Cultura sí considera que "debe solicitarse un documento planimétrico que permita evaluar en términos porcentuales cuál es la ocupación que alcanzan tanto los contenedores como las plataformas para comprobar si se está vulnerando o no, la determinación de la ficha del catálogo del plan especial".

Hotel con más de 50 habitaciones

Ahora lo que está pendiente es la segunda fase del proyecto que contempla un hotel de entre 55 y 57 habitaciones y dos o tres apartamentos turísticos, unas estancias que coincidirán con las celdas del antiguo convento y que se convertirán en dormitorios polivalentes donde se podrá no solo descansar, sino hacer una reunión o una clase de yoga. Unas obras que, sin embargo, permanecen paradas desde agosto.

La intervención en esta zona es más compleja. Ya se han ejecutado algunas partes como ha sido desmontar una de las de las carpinterías de las ventanas de la fachada y demolido el cerramiento de ladrillo en el que se sustentaba para habilitar un acceso de obra al interior del antiguo convento. También se han destruido tramos laterales del porche perimetral y se ha procedido a la eliminación de gran parte de la tabiquería asociada a la distribución de las antiguas celdas de las monjas. 

Sobre estas actuaciones, Cultura remite a la necesidad de un estudio integral de los valores del edificio para determinar cuáles deben ser conservados y cuales pueden ser objeto de transformación y que será valorado en la Comisión Municipal de Patrimonio. Un estudio que, según admite, "no se ha realizado y, por tanto, las intervenciones llevadas a cabo pueden ser calificadas como excesivas o aceptables dentro del marco de actuación general que se establezca como viable para el edificio".

No obstante, resalta que todas las intervenciones llevadas a cabo hasta el momento son "reversibles" y, con independencia de un posible incumplimiento formal de lo que se determine, pueden ser reconstruidas. Eso sí, a su juicio, se debe mantener la actual fachada a la plaza del portal Nou, por lo que deberá integrarse la ventana desmontada.

Por tanto, el informe desmonta uno de los principales argumentos esgrimidos por la asociación vecinal pra exigir el cierre del espacio concluyendo que "no se han producido daños irreversibles sobre las partes más significativas del antiguo monasterio; que los daños que se han producido sobre los ámbitos reformados en los años sesenta del siglo pasado son reversibles" y que otros se valorarán en Comisión Municipal de Patrimonio en función de lo que determine el estudio integral del inmueble.

Al respecto, los promotores aseguran a este medio que este documento es conocido por Alcaldía y por la concejala de Actividades, Lucía Beamud, a quienes han solicitado en reiteradas ocasiones una reunión para tratar la cuestión de forma abierta, pero no han obtenido ninguna respuesta. El tiempo dirá qué pasa finalmente con este espacio cultural.

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