VALÈNCIA. El pasado jueves, la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Bonrepòs i Mirambell celebró su III Gala del Comerç, un evento para promocionar las compras a nivel local y dinamizar la actividad económica del municipio. El escenario escogido para la ocasión fue el salón de plenos del propio Ayuntamiento, con capacidad para albergar a más de un centenar de personas, aunque realmente el acto tuvo lugar a puerta cerrada y con una retransmisión en directo a través de las redes sociales. Siguiendo la tradición de años anteriores, la gala arrancó con un espectáculo artístico a modo de bienvenida y, esta vez, la performance escogida fue una sesión de pole dance. Una decisión que no todo el mundo ha considerado igual de acertada.
"Es repugnante", aseveran sin rodeos desde Compromís, a través de su portavoz, Rosella Antolí. Para la agrupación valencianista, que sostiene al Partido Socialista con un pacto de gobernabilidad, es inadmisible que el consistorio de un municipio "altamente comprometido con la igualdad" haya acogido un acto en el que "se sexualiza a la mujer". Asimismo, recalcan que la asociación recibe una importante subvención pública, por lo que han exigido al Ayuntamiento que no acepte la factura de esta gala como justificante para las ayudas del año 2020. En este sentido, y para evitar que se repitan situaciones semejantes en el futuro, han pedido al gobierno que en los presupuestos municipales del año 2021 se incluya una cláusula en la que las asociaciones se comprometan a "no realizar ningún acto que vulnere la dignidad de la mujer. Y si no cumplen, se les retirarán automáticamente las subvenciones".
En cuanto a las responsabilidades directas del Ayuntamiento, Compromís entiende que no es un acto convocado ni organizado por los organismos públicos. Sin embargo, desde el partido lamentan que la alcaldesa y regidora de Igualdad, la socialista Raquel Ramiro, "participase en la gala y, en lugar de mostrarse molesta, diera un discurso con absoluta normalidad". "La situación debería haber supuesto una reacción inmediata por su parte", inciden al respecto. Aun así, Ramiro niega que ella viese en directo la actuación: "Había aforo limitado y yo solo entré para hacer mi discurso de bienvenida, no estuve en la sala mientras se desarrollaba el acontecimiento", alude. Además, añade que se marchó inmediatamente después de intervenir porque había un concierto al aire libre en el que también tenía que estar presente.
En lo que tiene que ver con las valoraciones de la actuación en sí misma, la primera edil ha preferido no hacer declaraciones hasta que se reúna con los responsables de la asociación para analizar el vídeo: "La semana que viene tenemos previsto un encuentro para valorar la situación de la entidad. Abordaremos también este tema y, si el Ayuntamiento considera que debe depurar responsabilidades, lo hará". Además, también explica que el consistorio no pidió de antemano el guión del evento, a pesar de que se iba a desarrollar bajo su mismo techo y de que la asociación percibía asiduamente dinero público: "Este era el tercer año de gala y nunca antes habíamos tenido problemas", matiza la alcaldesa.
Cabe recordar que Bonrepòs i Mirambell forma parte voluntariamente de la Red de Municipios Protegidos contra la Violencia de Género, una condición que le obliga a cumplir con una serie de normas emitidas desde la Conselleria de Igualdad. Entre ellas, no permitir que se utilice el cuerpo sexualizado de la mujer en campañas publicitarias o con la intención de vender algún producto: "El Ayuntamiento debería velar por cumplimiento de estas reglas no solo en los actos que él mismo organiza, sino también en los de las entidades que reciben dinero público", demanda Compromís. Así, también exigen al gobierno local que emita un escrito al presidente de la asociación mostrando su repulsa ante el uso del cuerpo de la mujer como reclamo comercial.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios, Pascual Lluch, lamenta "los ataques" que está recibiendo por esta cuestión: "No considero que la actuación estuviera dirigida al público adulto ni mucho menos que se pueda considerar +18. El pole dance es un deporte y la bailarina no recibió en ningún momento directrices sobre la ropa que debería llevar", defiende. De hecho, sí es cierto que esta disciplina va camino a convertirse en deporte olímpico: "Ella es gimnasta y además artista circense, creo deberíamos estar mucho más evolucionados con estos temas", zanja al respecto. Aun así, también reconoce que esta no era la primera opción que la asociación barajaba para abrir la gala: "Teníamos preparado un número de baile con muchos chicos y chicas, pero no pudo ser por temas de aforo", concluye.