VALÈNCIA (EFE/VP). La oferta de apartamentos turísticos ha crecido un 38% en la ciudad de València en los últimos 12 meses. Según los datos ofrecidos por Visit Valencia, dependiente del Ayuntamiento de València, la ciudad ha sumado más de 2.800 pisos turísticos ofertados en las plataformas digitales entre febrero del año pasado y febrero de 2024 -último mes con datos disponibles-.
Concretamente, al cierre de febrero, en temporada baja, la oficina turística de la ciudad tenía contabilizados 10.286 pisos turísticos disponibles en las plataformas frente a los 7.424 apartamentos que había exactamente un año antes. En junio, ya en temporada veraniega, cuando se produjo el cambio de gobierno, estaban ofertados 9.217 pisos.
Unos datos que han motivado las criticas del PSPV, cuya portavoz, Sandra Gómez, ha alertado sobre "este incremento abrumador" de los anuncios de pisos turísticos en el plazo de un año. A su juicio, es "el resultado de la inacción de Catalá para frenar este fenómeno y la libertad que ha dado su gobierno para que los especuladores conviertan las viviendas de nuestros barrios en alojamientos turísticos con todas las consecuencias que implica como es el incremento de la conflictividad social en forma de molestias para nuestros vecinos y vecinas y, en mayor medida, un aumento desmesurado de los precios del alquiler".
Desde el gobierno municipal, la alcaldesa de València, María José Catalá, ha respondido que, lejos de la inacción afeada por los socialistas, las inspecciones a apartamentos turísticos "han crecido un 120 % respecto a cuando ellos gobernaban". La Policía Local de València ha interpuesto 156 denuncias a apartamentos ilegales en el primer primer trimestre del año, más del doble de las que se pusieron durante todo el año 2022 (73), mientras que en 2023 fueron 84.
En ese sentido, Catalá ha asegurado que "se trabaja con una ordenanza que no se hizo en los ocho años en los que ellos estaban en el gobierno y estamos combatiendo los apartamentos turísticos irregulares, que es lo que ellos no hicieron cuando ellos estaban". Fuentes del gobierno municipal han añadido que el incremento de actividad de viviendas turísticas ilegales aumentó "desmesuradamente" con Compromis y PSPV "por la falta de campañas de inspección y la desidia de un gobierno que nada le preocupaba este tema".
Sin embargo, Gómez ha incidido en que las políticas desarrolladas por Catalá han supuesto un “cambio de rumbo radical” frente a la gestión de los socialistas durante las dos legislaturas anteriores. "Cuando observamos la incidencia que estaba teniendo el fenómeno en 2016 iniciamos una regulación", ha subrayado, como las limitaciones en el barrio del Cabanyal o Ciutat Vella.
"Pusimos límites y normas que nos ayudaron a controlar la proliferación de apartamentos que se estaba detectando en todas las ciudades españolas. Pusimos un coto legal muy importante y activamos inspecciones para trabajar contra los apartamentos que nos ayudaron a contener la apertura de apartamentos así como a cerrar centenares que habían abierto ilegalmente", ha señalado.
Gómez, en este sentido, ha recordado el Plan Especial de Protección de Ciutat Vella y el PEC del Cabanyal que ya establecieron fuertes restricciones a los apartamentos así como la suspensión de licencias que dejaron encima de la mesa los socialistas en Urbanismo para no conceder nuevas autorizaciones a apartamentos turísticos en toda la ciudad así como regular las residencias de estudiantes por sus efectos negativos sobre el precio de los alquileres.
En este sentido, ha exigido a Catalá que continúe con el camino que emprendieron los socialistas en el Ayuntamiento y que se demostró eficaz, ya que se logró reducir ostensiblemente la oferta. “Pero Catalá llegó y lo primero que dijo es que era partidaria de la libertad de mercado y que no iba ni a regular ni a prohibir. Y este es el resultado de sus nueve meses de gestión: un 40% más de apartamentos. Mientras nosotros redujimos los apartamentos ilegales, la inacción de Catalá ha convertido València en el paraíso de los especuladores”, ha dicho.