VALÈNCIA. La tormenta se ha desatado en Cortes de Pallás. Compromís y el Partido Popular, dos formaciones tan aparentemente distintas, anunciaron ayer que estudian presentar una moción de censura contra el alcalde, el socialista Fernando Navarro. Hasta este momento, el PSOE gobernaba sobre el municipio con tres concejales, aunque también había transferido competencias a los dos de Compromís y a los dos populares. De este modo, el Ayuntamiento funcionaba bajo una suerte de gobierno de concentración, que ahora podría tener sus días contados: si prospera el acuerdo, los socialistas quedarán fuera y tan solo permanecerán en el poder los cuatro ediles restantes.
El acercamiento entre PP y Compromís contemplaría una alcaldía compartida durante los tres años que quedan de legislatura: año y medio para cada uno. Y esos son todos los detalles que se conocen hasta fecha, pues los portavoces de ambas formaciones reconocen que todavía no se han reunido para pulir los pormenores. En cuanto a los motivos que les han llevado a tomar esta decisión, resaltan que no se les tenía en cuenta a la hora de poner en marcha iniciativas: "Nos dio competencias en el gobierno, pero a la hora de la verdad todo lo hacían entre el alcalde y la teniente de alcalde. No nos consultaban nunca nada, ni hacían caso de nuestras propuestas", lamentan. "En un año y medio de gobierno, tan solo se llevó un tema a votación", explica el concejal del Partido Popular, David Gras.
Por su parte, el todavía alcalde resalta que el problema "es más personal que político". "Me han dicho que si dimito no presentarán la moción de censura, pero yo me niego a hacer eso. Las decisiones dentro de mi partido las tomamos nosotros y no ellos", alude. Ante esta negativa tan tajante, es previsible que las otras dos formaciones continúen adelante con sus negociaciones. "Yo podría haber gobernado en minoría si hubiera querido, o llegar a un pacto de gobierno tan solo con uno de ellos y dejar a dos ediles fuera. Pero les di competencias a todos y gracias a eso están cobrando 1.600 euros al mes", asevera tajantemente.
En cuanto a las desavenencias, su versión es precisamente la contraria: "Había problemas muy graves de comunicación entre nosotros, porque ellos eran concejales y ostentaban áreas de gobierno, pero yo les llamaba y no me cogían ni el teléfono. Aquí cada uno hacía lo que le rotaba". Por su parte, los dos partidos impulsores de la moción de censura niegan que esto sea así: "No nos dejaba hacer nada, la delegación de concejalías no era de facto. Se pensaba que por pagarnos un sueldo nos iba a tener callados, pero esa no es nuestra deontología", concluía el portavoz de la formación valencianista, David Herrera.
Así, todos los partidos implicados en el Ayuntamiento acabaron sucumbiendo a la presión entre viernes, tras una tensa reunión en la que discutieron el devenir del gobierno: "Tuvimos una junta hace unos días y, sin que fuera el tema a tratar, el alcalde nos preguntó si íbamos a presentar una moción de censura. Nosotros le dijimos que no era ni el momento ni el lugar, porque ni siquiera estábamos todos los concejales presentes", apunta David Herrera. "El viernes nos volvió a convocar, y nos pidió a Compromís que firmásemos un escrito para comprometernos a no presentar mociones en su contra. Obviamente no tuvimos ni por un momento la intención de hacerlo, porque las mociones son una herramienta que tenemos y que podemos usar cuando queramos", zanja al respecto.
La idea de destituir a Fernando Navarro no es nueva. De hecho, era un asunto que ya circulaba por el municipio desde hacía meses. Por eso, los dos ediles de Compromís decidieron dar un paso al lado hace quince días y renunciar al que hasta ahora había sido su partido: "Nos reunimos todos los componentes de la formación en Cortes de Pallás, y decidimos que esto era lo que había que hacer", explica Herrera. "Nos presentamos por Compromís, pero somos más fieles al municipio que al partido, por eso elegimos seguir adelante con esto pesar de que sabíamos que eso no le gustaría a los órganos superiores".
Y, de hecho, así ha sido: "Nos comunicaron sus intenciones y nosotros les dijimos que no podían hacer eso, que había un pacto superior con el PSPV en el que se primarían siempre las alianzas del Botànic", confirman fuentes provinciales de la formación valencianista. "Aun así, no tuvimos que echarlos porque fueron ellos mismos quienes decidieron marcharse". De este modo, Compromís pierde de un solo golpe toda su representación en Cortes de Pallás, pero admiten que prefieren eso antes que ser sujetos de un acuerdo anti natura: "Los pactos están para cumplirlos, aunque el PSPV lo haya roto por su cuenta en otros sitios", apuntillan, en referencia al reciente acercamiento de los socialistas con Ciudadanos.
A pesar de todo, el grupo Compromís todavía no se ha disuelto en Cortes de Pallás. "Dicen que se han ido, pero todavía no le han pedido a la secretaría que se constituya el grupo de los no adscritos", alude Fernando Navarro, quien todavía sostiene la vara de mando. Un hecho que ratifica la propia secretaria general del PSPV en la provincia de Valencia, Mercedes Caballero: "Esos ediles todavía representan a Compromís en el Ayuntamiento, y por eso creemos que tenemos derecho a exigir explicaciones. ¿Cómo es posible que una formación de izquierdas se haya aliado con el Partido Popular para echar del gobierno a los socialistas, que fueron además la lista más votada?". En este sentido, pide a los valencianistas que se hagan responsables de la situación e intenten paralizar la moción de censura.
Caballero también apoya al primer edil en su teoría de que las desavenencias son más bien personales que políticas: "Si tenían algo en contra de él, lo que deberían haber hecho es sentarse a hablar e intentar encontrar una solución", apuntilla al respecto. Finalmente, la secretaria general ha querido trasladar todo su apoyo y el de la formación a Fernando Navarro, quien ya ha adelantado que continuará en el partido aunque tenga que ser desde la oposición: "Yo ni siquiera tenía pensado renovar el cargo. Me presenté a alcalde por amor a mi pueblo y prometí estar solo ocho años. Me quedaré todo lo que resta de legislatura en el Ayuntamiento y luego me retiraré, tal y como dije, aunque todo apunta a que no será de la manera que yo quería", concluye.
Los dos concejales del Partido Popular tendrán las cosas más sencillas, pues ni siquiera estaban afiliados al partido. Se presentaron a las listas de la formación como independientes, en segundo y tercer lugar respectivamente. La presidenta de la formación a nivel local y cabeza de lista era la única afiliada, pero renunció hace meses a su acta de concejala por incompatibilidades con su oficio de abogada. De este modo, dejó al timón de las filas populares a dos personas que no pertenecían formalmente al partido.
Pero a pesar de todo, Gras admite que no espera peros por parte de la formación: "Ellos entienden que esto es un pueblo pequeño y que aquí priman más los intereses de los vecinos que las siglas políticas", explica. Por su parte, desde el organismo provincial prefieren no pronunciarse al respecto: "La moción de censura todavía no se ha presentado, así que no podemos valorarla porque ni siquiera existe", exponen. "En caso de que finalmente salga adelante, habrá que ver hasta qué punto es beneficiosa y si podemos apoyarla o no, pero eso tiene que pasar primero por evaluación provincial", concluyen.