VALÈNCIA. "Más que novedoso es un modelo tradicional, aunque es cierto que en la actualidad se da poco". Con estas palabras define Elio Cabanes, alcalde de La Font de la Figuera, municipio ubicado en la comarca de la Costera, en el límite de la provincia de Valencia, su sistema de gobierno. Otro calificativo que podría representarlo es de concentración, porque aglutina a todos los partidos y, sobre todo, a PP y PSPV. Una circunstancia que parece inverosímil a escala nacional sucede en la provincia de Valencia.
En esta población que rebasa por apenas unas veintena de personas los 2.000 habitantes el PP ganó las elecciones del pasado 28 de mayo y obtuvo cuatro concejales. Los mismos, aunque casi con un centenar de votos menos, consiguió el PSPV. Por su parte, Compromís, que había mantenido la alcaldía durante el pasado mandato en minoría, se quedó en dos; y la formación local Per la Font conservó el que tenía.
En este escenario la estrategia de pactos, siguiendo las directrices del acuerdo a escala autonómica entre PSPV, Compromís, EU y Unides Podem, parecía abocar a un acuerdo de gobierno entre los ex socios del Botánic. No obstante, la realidad local, basada en circunstancias más pragmáticas y de entendimiento a pie de calle, no ha funcionado bajo esa premisa.
Elio Cabanes fue investido alcalde el pasado 17 de junio con los votos del PP. No hubo acuerdo entre PSPV y Compromís. Y ya desde el primer momento en que accedió a la vara de mando ofreció un reparto de delegaciones y de retribuciones en el que han entrado todos los partidos.
"Cada uno cuenta con las áreas que más o menos ha solicitado y tiene la disponibilidad que ha propuesto", señala Cabanes al ser preguntado por Valencia Plaza. En este último sentido llama la atención que, por ejemplo, el concejal que percibirá una remuneración más elevada por tener un 45% de dedicación será el joven socialista y politólogo Mariano Ferriz, con 12.000 euros anuales.
Lo hará como tercer teniente de alcalde y responsable de Turismo, Hacienda y Fiestas. Su compañera, portavoz y primera teniente de alcalde, Ibana Tormo, asume también delegaciones como Igualdad y Educación en el nuevo ejecutivo. Sus otros dos conmilitones, Carmen Iñesta y Antonio Benito, igualmente se integran en este gobierno que aglutina a PP y PSPV.
"No hay junta de gobierno. Cada partido propone los puntos que quiere llevar a pleno y los ponemos en el orden del día para debatirlos en esa sesión. No hay directrices ni nada similar. Después cada concejal expone y vota lo que considere. Hasta el momento está funcionando bien", explica el alcalde, Elio Cabanes, conocido a escala nacional porque aspiró a dirigir el Partido Popular a nivel nacional en las elecciones internas en las que ganó Pablo Casado.
Desde la dirección provincial del PSPV observan con cierto recelo la situación, ya que auspician convenios con Compromís y EU. "Saben que pactar con el PP comporta un expediente disciplinario", señalan, en referencia a sus concejales, para matizar que "Compromís también ha entrado en ese gobierno". Incluso el partido autóctono Per la Font lo ha hecho en este modelo de agrupación política local que se aleja tanto de las tendencias a escala nacional.
No obstante, el exalcalde y ahora portavoz compromisario, Vicent Munyoz, matiza que, aunque han asumido las delegaciones de Envejecimiento Activo y Juventud, "no nos proporcionan expedientes ni facilitan la labor".
Un expediente disciplinario similar al anteriormente referido sobrevoló sobre el alcalde de Sueca, Dimas Vázquez, en 2019. En su caso fue más allá al pactar con PP y Ciudadanos para impedir que la lista más votada, la de Compromís que lideraba la posteriormente consellera Raquel Tamarit, accediera a la vara de mando. Ese expediente nunca se sustanció y Vázquez volvió a ser candidato del PSPV el pasado 28 de mayo. Esta vez, además, ganó y ya no necesitó reeditar ese acuerdo.
No podría calificarse de gobierno de concentración, aunque sí de acuerdo tácito, la convivencia entre PP y PSPV en el pequeño municipio de Gátova, en la comarca de Camp de Túria. Las elecciones las ganó Contigo, la formación a la que pertenecía el anterior alcalde, Manuel Martínez; no obstante, le igualó a tres concejales el PP liderado por el exdiputado de Ciudadanos Jesús Salmerón.
El voto decisivo lo ha tenido la única concejal del PSPV, María José Arias. Si hubiera pronunciado su nombre o se hubiera abstenido de hacerlo con el de alguno de sus compañeros, Contigo (en este caso por medio de Andrés Sanz) hubiera preservado la alcaldía; sin embargo, optó por apoyar a Salmerón argumentando la necesidad de cambio.
Esta situación ha provocado que el partido presidido por José Enrique Aguar haya perdido la única vara de mando que tenía en la provincia de Valencia. "Estuvimos negociando con ella y le ofrecimos un año de alcaldía. Ella se ha negado por un problema personal del anterior alcalde socialista con Manuel Martínez que terminó en los juzgados y le obligó a devolver un dinero cobrado. No se ha respetado la voluntad del pueblo", lamenta Aguar.
El máximo responsable nacional de Contigo tiene claro a quién culpa de la situación. "El PSPV, a escala provincial, ha quedado en ridículo. No han respetado sus directrices. No nos sirven sus excusas. No han hecho nada ante lo ocurrido. Ni siquiera han advertido de expulsión a su concejal", insiste.
Desde la dirección socialista reconocen la dificultad de revertir la situación, como ocurre en Quatretonda, donde el PP gobierna porque Compromís y PSPV no se pusieron de acuerdo para que siguiera la alcaldesa compromisaria, Aina Benavent, o para otra fórmula de ejecutivo compartido. El popular Justo Oltra ganó las elecciones, y sacó cuatro ediles sobre 11. Sumó cinco sufragios más que Compromís, aunque hayan aglutinado los mismos concejales. El PSPV se quedó en tres.
Socialistas y valencianistas ya alternaron vara de mando en el pasado y aquel mandato no se saldó de manera favorable para el partido que lidera Ximo Puig a escala autonómica. "Estamos trabajando en ello, aunque a día de hoy resulta difícil cambiar la situación", señalan responsables provinciales de ambas formaciones.
En Piles, en cambio, ninguno de los principales partidos se queja. PP, Compromís y PSPV unieron sus seis votos para hacer alcaldesa a la portavoz de esta última formación, Cristina Fornet, y desbancar a David Morant, 12 años primer edil por el partido local Independents per Piles. Cierto que les aglutinaba, por encima de todo, un adversario común; aunque también han demostrado que si tienen voluntad pueden llegar a un acuerdo de gobierno.