Hoy es 7 de octubre
VALÈNCIA. El president de la Generalitat, Ximo Puig, acudió este lunes a Madrid para protagonizar el desayuno informativo organizado por Forum Nueva Economía. Una cita que aprovechó para tres cuestiones principales: reivindicar la gestión de su Gobierno, desempolvar las reivindicaciones valencianas que habían quedado en un segundo plano en los últimos días y poner sobre la mesa unos nuevos Pactos Autonómicos. Unos temas eso sí, los defendió con más ahínco que otros.
El jefe del Consell arrancó la jornada celebrando el trabajo del Gobierno del Botánico II, que en siete años de coalición ha podido aprobar los presupuestos de la Generalitat en tiempo y forma. "Nuestra vía valenciana no está exenta de múltiples insuficiencias, pero ha adquirido un perfil singular. Mientras en otros lugares se disuelven parlamentos y se da pie a extremistas, en la Comunitat Valenciana se preserva un factor competitivo diferencial: la estabilidad", expuso Puig.
Una introducción para poner en valor a esa "España que no crispa" que abordó en tono conciliador -pues ni comparó, ni tampoco señaló a ningún gobierno en particular como sí ha ocurrido en otras ocasiones- en busca de de apoyos territoriales para poder poner en marcha una segunda generación de pactos autonómicos basados en tres ejes principales: cohesión territorial a través de un pacto con acento federal, un nuevo pacto por la energía y una alianza por el empleo.
En el primero fue en el que hizo resucitar la principal cuestión de la agenda valenciana que en los últimos discursos había desaparecido: la financiación. Ahora bien, aunque reconoció que era una cuestión "inaplazable", también la reivindicó desde una posición más moderada que cuando la cita en las urnas no estaba tan cercana a como lo está actualmente: "Cada uno debe tener en cuenta sus intereses, pero también los del resto de España. Desde la vía valenciana queremos una España más unida y más equitativa", expuso Puig.
En este punto, se dirigió al líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, para pedirle que condujera a su partido a "la moderación" para que Gobierno central y oposición alcancen un acuerdo al respecto que garantice "la igualdad". "Le pido lealtad con la ciudadanía y los territorios para garantizar la igualdad", apuntó tras reclamar la condonación de la deuda vinculada a la infrafinanciación. Es decir, remarcó de forma indirecta que la responsabilidad de no contar con avances en esta cuestión a día de hoy se debe en gran medida a que los votos de la oposición y, principalmente del PP, son necesarios. De lo contrario, no hay reforma que valga.
El president de la Generalitat también aprovechó la coyuntura para reclamar infraestructuras básicas para la Comunitat como el Corredor Mediterráneo. El tono fue también en este punto moderado, en honor al titulo del desayuno ('La España sin ruido'), pero ahí ya sí dio un pequeño tirón de orejas al Gobierno central: "Tenemos que garantizar que las inversiones para ciertos proyectos terminen ejecutándose y no se queden solo en los presupuestos".
Ahora bien, una vez transitados los que han sido los temas principales de la agenda valenciana en las últimas legislaturas, Puig no tardó en volver sobre una cuestión más novedosa que ha estado presente recientemente en sus intervenciones públicas: la desconcentración de sedes. "¿A alguien le parece mal que haya instituciones de la Unión Europea (UE) en todo el Estado? Si esto es comprensible en la UE, ¿por qué en algunos territorios de España lo ven imposible? Federar es unir, y so no ha descosido Europa. La anomalía es que esté todo centralizado", defendió.
Una insistencia que sirvió para que, de nuevo, en Madrid los socialistas se pronunciaran sobre la petición del líder territorial.
Lo cierto es que Puig pudo sentirse como en casa, pues estuvo rodeado de caras conocidas. Todas socialistas: desde la síndica del PSPV en Les Corts, Ana Barceló, hasta la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, pasando también por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero o el conseller de Hacienda, Arcadi España. Nadie de Compromís, ni tampoco de Podemos.
Ahora bien, a pesar de la ausencia de cargos valencianistas y morados en el desayuno, Puig sí tuvo que enfrentarse a preguntas sobre sus socios de gobierno. En concreto, sobre la continuidad de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, después de que el viernes pasado la Fiscalía informara favorablemente a que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) se declare competente para imputarla por la gestión de la Conselleria que dirige en el caso de los abusos sexuales de su exmarido a una menor.
"La vicepresidenta ha dado las explicaciones en el Parlamento y vamos a ser respetuosos con todo el planteamiento de la Justicia. Vamos a ver qué decide el TSJ", zanjó el jefe del Consell. Tampoco quiso pronunciarse sobre el hecho de que su hermano Francis Puig tuviera que declarar el pasado 23 de mayo en sede judicial como investigado por un supuesto fraude de subvenciones concedidas por la Generalitat Valenciana, el Gobierno de Aragón y la Generalitat de Cataluña.