VALÈNCIA. Valencia vuelve a la carga y, por segunda vez, intentará traer a la ciudad uno de los eventos tecnológicos con más repercusión de los últimos años a nivel internacional: el Web Summit. Sin embargo, en esta ocasión, no presentará credenciales por celebrar su festival al completo -como hizo en 2018- sino que prepara una candidatura para su división Planet:Tech, una vertical específica en sostenibilidad.
Fue hace cuatro años cuando València quiso acoger la mayor conferencia tecnológica de Europa de startups y tecnología, cuando fue descartada en la última terna. Sin embargo, Lisboa mantuvo la sede, que ostenta desde 2016, cuyo contrato está firmado hasta por 2028 y una inversión anual de 11 millones de euros. En esa ocasión, València planteó una candidatura para cinco años, prorrogables a otros cinco, con un canon anual pagado a medias por Generalitat y Ayuntamiento con una aportación de 2,5 millones cada uno. En total, 50 millones si se cumplía todo el plazo.
Ahora, fuentes conocedoras del proceso apuntan a que, albergar dicho evento satélite del festival principal, podría suponer alrededor de dos millones de euros anuales. Según recoge la web del propio festival, esta vertical está enmarcada en mostrar soluciones tecnológicas para "los mayores desafíos del planeta", como la degradación de océanos, los sistemas de energía y el diseño sostenible. Un encuentro que, para 2022, sigue enmarcándose en el festival principal de Web Summit, que se celebrará entre el 1 el 4 de noviembre.
Sin embargo, es posible que para el próximo año el festival haya tanteado a varias ciudades para acoger el evento. Y es que, se ha convertido en una tendencia que este tipo de encuentros propongan satélites en otras ciudades como ya hiciera el South Summit en Valencia el pasado mes de noviembre. Concretamente, se realizó una vertical específica en el área de salud y bienestar por el que Generalitat y consistorio abonaron 200.000 euros.
En todo caso, la propuesta realizada por València para acoger el Web Summit Planet:Tech será por cinco años a partir de 2023. Así lo recoge un acuerdo de resolución donde se aprueba el contrato menor para preparar la candidatura, dependiente de la concejalía de Carlos Galiana, quien ostenta el área de Innovación y gestiona Las Naves. No obstante, es Xavier Ribera, al frente de la Dirección de Iniciativas y Estrategia, dependiente de alcaldía, quien dirige la propuesta.
En este camino, será la empresa Venture Experience -antes Culdesac Venture SL-quien ha recibido el encargo por 11.000 euros de realizar la propuesta para convencer sobre el porqué València es la mejor opción para albergar dicho evento. En ésta, tendrá que recogerse información general sobre el ecosistema tecnológico y los datos demográficos de la ciudad con datos tanto de compañías emergentes como de inversores, fondos locales y medios de comunicación.
Por otro lado, ejemplos de actividad de tecnología climática y sostenibilidad en la ciudad como proyectos, empresas emergentes, aceleradoras y otras organizaciones relevantes. También evidencia de actividades relacionadas con el clima del gobierno nacional y local como planes, inversiones, iniciativas, políticas y planes a corte, medio y largo plazo, entre otras cuestiones.
A esto tendrán que sumar los lugares propuestos para el evento. En el caso de la candidatura para el Web Summit de 2019, se ofrecía como espacio principal Feria Valencia. También tendrá que especificarse la conectividad del transporte nacional e internacional, destacados culturales y una descripción general de la vida nocturna. Un informe que tendrá que estar listo antes del 21 de enero de 2022.
Desde entes como Startup Valencia, asociación valenciana de startups, aseguran no conocer dicha propuesta y destacan la apuesta por eventos impulsados por el ecosistema local. La pasada semana, se celebraba el Valencia Digital Summit, al que asistieron 5.000 personas de forma presencial y más de 5.000 en streaming. Un evento en el que decidieron volcar esfuerzos tras renunciar a la celebración del evento Webit a causa de la pandemia.
Cabe recordar que los organizadores incluso amenazaron con ir a los tribunales contra la ciudad ante la decisión de la administración de no firmar el contrato para el evento de 2020 dada la imposibilidad de hacer una edición presencial. Una decisión tomada tras rechazar la organización una propuesta de edición online por un coste de 100.000 euros y no por los 2,5 millones que estaban previstos para la edición presencial.