VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València ya tiene las primeras conclusiones sobre cómo afectó la implantación de la semana laboral de cuatro días a la ciudad. Un informe realizado por el propio consistorio a través de Las Naves en el que se pone de manifiesto el yin y el yang de la puesta en marcha de esta medida: de un lado, las mejoras en el bienestar y salud de las personas así como en la calidad ambiental -reducción de contaminación al producirse menos desplazamientos-, pero por otra, revela cómo se redujeron en un 20% las ventas en los comercios o cómo los vecinos incrementaron el consumo de tabaco y alcohol al tener un día de ocio más a la semana.
En el estudio, que ha tenido un coste para las arcas municipales de 40.000 euros, se han realizado 2.100 encuestas en las que han participado expertos en salud, medioambiente, psicología laboral, infancia, estadística, sociología, economía, derecho, innovación social y políticas públicas entre otros. Pero también vecinos, comerciantes y hosteleros que han valorado la iniciativa que ha afectado en torno a 360.000 personas y que pretende reducir la semana laboral a 32 horas pero a su vez incrementar la productividad para alcanzar los niveles que tienen otros países europeos como Luxemburgo, Noruega, Holanda, Francia y Alemania. También mejorar la conciliación entre la vida laboral y la privada; reducir la huella de carbono, dado que se producirían un número inferior de desplazamientos diarios; o generar nuevas contrataciones.
El resultado del análisis, sin embargo, es dispar. En el apartado de 'pros', el informe concluye que la reducción de la jornada laboral "ha mejorado la salud y el bienestar de los trabajadores", dado que han manifestado un menor nivel de estrés en sus vidas y haber dedicado más tiempo a actividades saludables: casi un 40% ha realizado más actividad física gracias a tener un día más de descanso a la semana -la cifra varía en función del sexo-; en términos generales, el 46% ha aumentado el tiempo dedicado a leer, un 28% a ir al cine, un 42% a estudiar, un 60% a ver películas online y más de un 40% a viajar y hacer turismo.
También han mejorado su alimentación porque disponer de más tiempo les ha permitido consumir más alimentos elaborados en casa -un 35% ha reducido la ingesta de comida precocinada- y cerca de un 73% ha pasado más tiempo con amigos. Además, más de la mitad de los encuestados confirma que ha podido pasar más tiempo con sus hijos, en concreto, el 57%, por lo que el estudio también confirma que la infancia es uno de los grupos de población más beneficiados por esta medida.
En términos positivos, y por lo que respecta al medioambiente, el estudio concluye que la jornada semanal de cuatro días "podría contribuir a la pacificación del tráfico y que la calidad del aire haya mejorado durante los lunes en los que estuvo vigente la experiencia piloto", dado que se registró "un menor porcentaje de presencia de NO2 en el ambiente".
Ahora bien, su puesta en marcha también ha tenido 'contras'. Como ejemplo, el estudio confirma que durante esos días aumentó el consumo de tabaco y alcohol, dado que al disponer de más tiempo de ocio, los consumidores habituales lo han incrementado en un 25% respecto a la semana laboral de cinco días o 40 horas.
Asimismo, el informe también concluye que "se podría haber producido una sobresaturación en los servicios de atención de urgencias médicas". "Se observa un problema de saturación en el ámbito de atención primaria —ya de por sí sobrecargado— que, a su vez, ha podido generar un efecto de congestión sobre los servicios de urgencias", expone el documento al que ha tenido acceso este diario.
"Las entidades privadas que prestan servicios de ayuda a domicilio y cuidados a personas mayores, fundamentalmente, señalan las dificultades que ha podido suponer el hecho de restar un día de servicio a sus usuarias, especialmente en el caso de aquellas personas mayores que no tienen familiares que les puedan brindar la atención que necesitan", añade el estudio para, acto seguido añadir que esta reducción ha traído aparejada "reducciones salariales de sus empleadas (mayoritariamente mujeres) dado que cobran por horas trabajadas".
Tampoco el comercio quedó convencido con el proyecto piloto. El sector manifestó haber "disminuido" sus ventas debido al trasvase del gasto de la ciudadanía al sector del ocio. De hecho, "se constata que la hostelería y el turismo han atendido a un mayor número de clientes". Así, los comerciantes sostienen que durante el mes de abril redujeron sus ventas en un 20%, si bien desde Las Naves matizan que desconocen el método empleado para realizar este cálculo.
"Para el comercio, el lunes es un día de ventas altas, por lo que haber elegido este día para hacer el experimento ha sido una de las principales causas de las pérdidas económicas que dicen haber tenido", recoge el estudio. En la otra cara de la moneda, los hosteleros mostraron su satisfacción al ser encuestados al haber aumentado en un 57,4% la afluencia de clientes en bares, terrazas y pubs.