VALÈNCIA (EP). El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha encorajado este jueves a los jóvenes a aprovechar las "enormes oportunidades" actuales y a tener la responsabilidad y la oportunidad de "poner al planeta en la dirección correcta". "No conseguimos evitar un mundo de fragilidades", ha lamentado, aunque ha insistido en que nunca hay que pensar que "todo está perdido".
La pandemia, la emergencia climática, la digitalización y el desarrollo económico desigual son algunos de los desafíos que ha apuntado el portugués en un encuentro en el Palau de les Arts de València con una veintena de universitarios junto a la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.
"Vuestra generación tiene la responsabilidad, y espero que también tenga la oportunidad si no continuamos haciendo el tonto", ha manifestado, y ha advertido más tarde que "la irracionalidad se multiplica" ligándolo a los nacionalismos.
El titular de Naciones Unidas también ha prevenido contra el populismo, la xenofobia y el racismo, y ha pedido a los jóvenes que sean conscientes de que son privilegiados porque pertenecen "al 2% más rico del mundo".
Pero, a su juicio, si algo necesita la sociedad global es solidaridad y "encontrar formas de trasladarla" para conseguir los cambios necesarios. "Todos los días me voy a dormir enfadado con el mundo, pero al mismo tiempo hay tantas cosas que podemos hacer que nunca debemos resignarnos", ha reivindicado.
El virus es la "primera fragilidad" que ha señalado, "sin control en el mundo" y con el peligro de que haya una mutación que "resista las vacunas". Ha lamentado que no haya sido posible establecer un plan global de vacunación para que las dosis lleguen a todos los países.
Como segunda amenaza ha apuntado el clima, al estar "muy cerca" del límite de 1,5 grados de calentamiento global, por lo que ha pedido el compromiso de la comunidad internacional para lograr las cero emisiones netas en 2050. "Mi generación --ha lamentado-- no es capaz de garantizar una respuesta global porque no estamos movilizando la solidaridad necesaria y hay desconfianza entre los países desarrollados".
La digitalización es el tercer reto para Guterres, ante la ausencia de una regularización mundial para que "sea en beneficio de todos y no se convierta en un peligro", seguido por el desarrollo desigual al que "los países no tienen escapatoria". "África está condenada a un crecimiento mucho más reducido que la media, es inaceptable", ha aseverado.
En general, ha hecho notar que los países no están a la altura de las potencialidades, los retos y las necesidades y, por contra, ha puesto en valor el enorme potencial de la ciencia y de las nuevas generaciones para "cambiar la mala dirección en la que estamos".
La ministra, que hasta "hace poco" fue directora del Centro de Comercio Internacional, ha coincidido en su breve intervención en que la responsabilidad es el principal valor del mundo. "Es lo que nos toca a todos los que vivimos en democracia; la participación es responsabilidad, la concienciación es responsabilidad y la solidaridad es responsabilidad", ha constatado, para defender la ONU como la suma de voluntades en todas sus dimensiones, desde los ciudadanos a las empresas y los partidos políticos.
El encuentro ha arrancado con una reflexión de los jóvenes de cara al futuro de Naciones Unidas, tras su 75 aniversario en 2020, para combatir la brecha generacional actual y tejer una "alianza de generaciones" y no solo de civilizaciones.
Bajo este prisma, sus peticiones han ido desde convertir a la ONU en algo más cercano, y que "el nacionalismo no sea más atractivo que el multilateralismo", a que haya más diálogo entre los países y se puedan lograr acciones reales.
La mayoría de los participantes en el coloquio se han mostrado optimistas, aunque algunos han recordado que es conveniente "estar preparado para lo peor" y otros han pedido más determinación y educación en valores. También han destacado que los avances médicos podrán prevenir futuras pandemias y han prevenido contra el escepticismo.
Una de las jóvenes se ha mostrado como "pesimista impotente" al formar parte de una generación muy preparada que no puede hacer "nada" y otra ha coincidido en que los jóvenes de hoy carecen del "empoderamiento para tomar decisiones". "Tenemos mucho que decir, pero ¿dónde se nos escucha?", se ha preguntado.
"Nos faltan oportunidades para demostrar lo que valemos, no tenemos herramientas y empezamos desde abajo", ha resumido otro universitario, mientras otro de los optimistas ha recordado que la realidad es la que es y que "lo mínimo" que pueden intentar es mejorar la situación actual.
Como desafíos, los jóvenes han situado el acceso global a la sanidad y a la educación, "más comunicación entre los que tienen el poder y los individuos" o la falta de desarrollo tecnológico nacional, aunque una ha remarcado que "la digitalización masiva también comporta un gasto energético masivo".
Otros de los retos que ven urgentes son que los refugiados sean acogidos en todos el mundo porque "la inmigración va a ir a más", que no haya que salir de tu país para trabajar o que la sociedad vuelva a "conectar con el mundo" y no sea tan egoísta. "Acabas viendo imágenes de una guerra por televisión y no sientes nada", ha lamentado uno de los estudiantes.
Pero algunos creen que hay "oportunidad de reimaginar el mundo y estar unidos. "Si no podemos poner solución a esto, ¿cómo vamos a seguir adelante? ¿Cómo vamos a cambiar las cosas si no podemos hacer que la gente no sufra", ha lamentado una de las jóvenes.