VALÈNCIA. El pasado 22 de octubre se hizo público que el alcalde de Alfafar y diputado provincial, Juan Ramón Adsuara (Vilavella, 1974), era designado como nuevo presidente de la gestora del PP de Valencia, relevando así en el puesto al parlamentario nacional Rubén Moreno.
De esta manera, la dirección del partido que lidera Pablo Casado impulsaba un relevo en el órgano provisional de la formación popular que tiene la responsabilidad de organizar las candidaturas en los municipios de menos de 20.000 habitantes. Moreno había sido uno de los estiletes en la campaña de Soraya Sáenz de Santamaría durante las primarias mientras que Adsuara se había posicionado desde el inicio con Pablo Casado.
Con este nombramiento, el alcalde de Alfafar avanza en su carrera política también en el ámbito orgánico. Un premio además por haber conseguido retener la vara de mando en su municipio pese a la debacle generalizada del PP en las elecciones de 2015. Valencia Plaza se sienta a analizar con él la actualidad política y sus planes para la estructura provincial de cara a la cita con las urnas del año próximo.
-El PP ha aprobado los comités electorales de menos de 5.000 habitantes. Esto, para que la gente lo entienda, ¿qué significa?
-La conformación de los comités va en tres fases: primero menos de 5.000 habitantes, luego de 5.000 a 15.000 habitantes y, finalmente, los de más de 15.000. Ahora mismo estamos notificando y esperando los comités de hasta 15.000 por lo que tenemos ya el 70% de los municipios con los equipos electorales hechos y la mayoría también con los candidatos designados. Así que en las próximas semanas, antes del puente, nos reuniremos y ya les daremos luz verde para la confección del resto de las listas y que empiecen a programar su campaña en función de los intereses de la localidad.
-Hasta 20.000 habitantes es potestad de la dirección provincial, en este caso, de la gestora. ¿Cómo van solucionando los problemas que surgen cuando hay más de un candidato?
-En general, lo que hace la gestora es ratificar y, si existen hay dos candidatos, analizar qué conviene más al partido y quién es el candidato más idóneo. Se hace una entrevista si es necesario también. Incluso aunque no está contemplado en los estatutos, pueden hacerse unas primarias oficiosas. Yo lo hice en Alfafar.
-¿Cuántos municipios hay que tengan más de un candidato?
-En general no hay muchos. La tónica general es que los 40 o 50 que son alcaldes repiten y en los otros, los presidentes locales o los portavoces municipales se presentan o han buscado a algún aspirante que ven apropiado. Habrá seis o siete municipios donde hay más de un candidato y es dónde vamos consensuando las soluciones.
-¿Cómo se están buscando los candidatos en el PP? ¿Qué perfiles tratan de encontrar?
-Lo que pretendemos es encontrar la parte más municipalista y personal de los aspirantes. Para mí es la esencia de la política. No solo gestión, gestión y gestión, sino que los candidatos estén dispuestos a salir a la calle, relacionarse con la gente y palpar la vertiente social de las cosas. Eso es lo que hay que transmitir.
-¿Han cambiado los tiempos y es más importante el marketing, vender bien, que la gestión?
-Pero para saber vender, la persona tiene que sentirlo y creérselo. Si no tienes vocación de servicio y confías en el proyecto, probablemente no consigas los resultados deseados.
-Como en las ventas, si no te crees el producto, es más difícil…
-La gente confunde el marketing con la publicidad y la publicidad con la propaganda. La propaganda siempre es mentira, la publicidad puede ser engañosa pero el marketing tiene un antes y un después. Primero tiene un test de mercado y luego una comunicación.
-¿Ha percibido últimamente miedo en los municipios a implicarse en el proyecto del PP por las situaciones judiciales? Al PSPV le ha ocurrido sobre todo después de la investigación sobre Jorge Rodríguez.
-En nuestro caso, al revés. Hay gente nueva que se está afiliando al partido desencantada por las políticas tripartitas en el municipalismo. La falta de coordinación entre diferentes fuerzas políticas en un equipo de gobierno es nefasta para el avance de una población. La gente que quiere que su municipio mejore ve eso como un hándicap y es una forma de motivarles para dar un paso al frente.
-¿Cree entonces que hay más ánimo y reacción entre los militantes del PP de los gobiernos de confluencia de izquierdas pese al respeto que se le tiene a participar en política pese a la judicialización de la misma?
-Sí, así lo creo. Además, el PP es el voto útil contra los tripartitos de izquierdas en los ayuntamientos.
-Usted es uno de los pocos alcaldes del PP que queda en los municipios grandes, ¿cuál fue su receta mágica?
-La clave es adaptar las políticas al momento en el que estás. Nosotros hemos medido siempre lo que le afecta a la población. Hace dos o tres semanas lo hicimos en Alfafar y vimos que el problema del aparcamiento es la máxima preocupación. El segundo problema es que les gustaría que mejorara la vía pública y estamos invirtiendo en eso y el tercero es pedir más agenda cultural. Y en ello estamos. Si hablamos de inversiones de futuro, la primera es un Centro de Día para mayores o un área de respiro para la gente que tiene dependencia a su cargo. Pues está claro entonces. Tienes que dar un golpe de timón a las políticas que pudieras tener planificadas en dirección de lo que te está pidiendo la población. Es una escucha activa.
-Bueno, pero eso es costoso…
-Se consigna en el Presupuesto. En base a esa encuesta tú tienes que trabajar en un plan de calidad y luego viene Aenor y te dice: tú te has comprometido en 50 puntos y ve si cumples o no. Ese programa lo tiene la Diputación a disposición de los municipios desde hace años. Todo es público y está colgado en la web. Hay que concienciarse de que el personaje público que llega a una población y dice: ‘Este es mi programa electoral y lo voy a poner en marcha’; peca de anticuado. ¿Cómo sabe que eso es lo que quieren los ciudadanos? ¿Es lo necesario realmente? Con estas herramientas se moderniza la institución y la relación con los vecinos. Las cosas han cambiado: ahora salen encuestadores a la calle para preguntar y los ciudadanos no les huyen, sino que van a contarles lo que ven mal. Además de todos los canales en redes sociales que tenemos para esa escucha activa: al final ves que coinciden las mismas peticiones.
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-En otras épocas donde el PP tenía más alcaldes importantes; ¿se sintió solo alguna vez o no suficientemente apoyado en su partido por las peleas internas de familias?
-Bueno, cuando hay más gente que ostenta alcaldías importantes es normal que pases más desapercibido. Pero vamos, estás a lo tuyo, en las cosas municipales y ya está. Ahora mismo, hasta que hemos empezado a hablar, estaba pensando en las obras que hemos tenido que paralizar por las lluvias, en las farolas que tenemos que cambiar en un paseo, en un problema con los contenedores…etc. Así que no tienes tiempo para pensar en otras cosas, tu prioridad debe ser tu municipio y más en una población de 20.000 habitantes que exige 365 días y 24 horas. Y más ahora con las redes sociales, porque la gente accede a ti directamente a diario y si te las gestionas tú, imagínate.
-¿Por qué decidió apoyar a Pablo Casado?
-Le conocía de algunos actos en Valencia y de alguna charla que habíamos tenido. Me parecía que tiene una imagen fresca para renovar el partido.
-¿Cómo surgió la posibilidad de ser presidente de la gestora?
-Me llamaron de Madrid porque primero hablaronn con la presidenta regional, Isabel Bonig. También me lo comenta ella y voy a una entrevista a la capital. Así fueron las cosas.
-¿Le decepcionó cuando no entró en un ningún puesto de la dirección nacional tras las primarias en las que se moja y apoya a Casado? Incluso personas de su agrupación protestaron…
-Qué va, para nada. La verdad es que me hacen gracia esas cosas porque no me preocupan en absoluto. Yo tengo un compromiso lo primero con mi municipio así que no me preocupaba eso. No estoy en política para estar en la dirección nacional ni entré para ello en esto. Y ojalá tuviéramos un filtro o un detector de quién entrara directamente con esas aspiraciones para que lo echáramos para atrás. Pero ese detector no existe. A mí lo que me interesa y me preocupa es poder llevar a cabo los proyectos de mi municipio. Y si luego entras en una Ejecutiva, bien, pero si no da igual: al día siguiente a las seis de la mañana seguro que tienes trabajo hasta las diez de la noche en tu pueblo.
-¿Está en contra de que los alcaldes sean también diputados en Les Corts?
-Yo estoy a favor de que los diputados hayan pasado por el municipalismo y estén impregnados de él. Creo que tener esa óptica es muy importante pero no soy partidario de que lo compatibilicen. Mira, yo, tenga la agenda que tenga, una vez al día necesito, ya sea a las 7 de la mañana o a las 9 de la noche, darme una vuelta por la población y llamar a la policía. Ver cómo está el pueblo y saber si ha pasado o puede pasar algo importante.
-¿Usted hace esa revisión todos los días?
-Yo la hago. Hoy me ha tocado esta mañana a las siete.
-Volviendo al asunto anterior, ¿cree que hubo dirigentes o corrientes dentro del partido que maniobraron para que usted no accediera a Génova?
-Si ocurrió casi sería hasta halagador. Pero de verdad, me hacen gracia esas conjeturas. Ni lo sé, ni quiero saberlo, la verdad.
-Están en un estado de excepción con la gestora. ¿Cree que debería haberse celebrado un congreso provincial en su día?
-Pienso que se tomó la decisión más adecuada de trasladarlo a después de las elecciones. Creo que no era el momento de entrar en guerras que no llevan a ningún sitio.
-¿Debería acometerse un congreso provincial después de las elecciones autonómicas?
-Yo opino que sí pero la dirección en Madrid y la Ejecutiva regional son las que deciden.
-¿Usted se presentaría?
-Pues como ya te he comentado tengo demasiadas cosas en la y no lo he pensado todavía.
-¿Cuáles son sus objetivos? ¿Alcalde y Diputación?
-Repetir en la Alcaldía es mi principal objetivo y lo otro ya se irá viendo.
-¿Y qué opina de lo que ocurre en València ciudad? ¿Qué tipo de candidato considera el más adecuado?
-Un perfil que se relacione con las personas, que escuche a los valencianos a pie de calle y que no se quede en el despacho.
-¿Qué tipo de campaña recomienda para los candidatos del PP?
-Yo daría una directriz muy clara: nosotros ganamos en Alfafar en 2011 con una campaña puerta a puerta. Visité unas 2.000 viviendas, 20 bares y estuve en cuatro puertas de los supermercados más concurridos. Hice ese trabajo durante tres meses. Tras vencer por mayoría absoluta, medimos en una encuesta política mi grado de conocimiento y tenía el 40%. Fíjate lo que cuesta que te conozcan. En 2015 lo volví a hacer porque para mí es la única manera de quedarme tranquilo y satisfecho con el trabajo hecho. En la medición postelectoral mi nivel de conocimiento era del 75%. Gané dos veces y todavía hay –o había- un 25% de personas que no me conocía en mi municipio. Es decir, siempre hay trabajo que hacer para darte a conocer ya sea por redes sociales, medios de comunicación y, sobre todo, en el cara a cara.
-También es cierto que fueron la fuerza más votada en muchos municipios y las alianzas de izquierdas les impidieron obtener la vara de mando. ¿Parte de la campaña debe ser contra esos tripartitos o bipartitos?
-Hay que recuperar y afianzar. Hay que recuperar el centro a través de lo social y a veces nos hemos esforzado mucho en gestionar muy bien la economía y no tanto en lo social. Debemos recobrar ese espacio porque lo hemos tenido muchos años.
-Pero a Pablo Casado se le ve más de derecha que de recuperar el centro…
-El municipalismo es mucho más personal. Es cuestión de llegar y estar cerca a la gente, facilitar los trámites burocráticos en las ayudas domiciliarias, por ejemplo. Ese tipo de cosas te acercan. En cualquier caso, Bonig tiene muy clara la importancia del apartado social de cara a esta campaña y se está trabajando en esa línea.
-¿Cómo ve la legislatura del Botànic en la Diputación de Valencia?
-Para mí está infragestionada. Se podrían haber hecho muchas más cosas y llegar mejor a las poblaciones. Pero cuando hay tantos partidos y cada uno tiene su punto de vista te paraliza. Eso repercute en la política municipal y al final en la gente. Hay muchas subvenciones que no se han gestionado bien y los ayuntamientos no las vamos a recibir o a poder ejecutar. Mira, si ya cuesta gestionar con una mayoría absoluta, sin una mayoría absoluta es más complicado porque cada fuerza política tiene sus prioridades. De la misma manera, ese cuatripartito lo trasladas a un ayuntamiento y acaba afectando a la gente de la calle que hace uso de los servicios públicos.
-¿Qué opina del intento de coordinación de competencias entre Generalitat y Diputaciones por parte de Ximo Puig?
-Creo que hay que especificar bien hasta dónde llegan las consellerias y hasta dónde llegan las funciones de las diputaciones y clarificarlas. Ahora bien, una vez hecho esto el papel de estas instituciones para mí es fundamental porque un diputado provincial es un concejal o alcalde y hay altos cargos de la Generalitat que no tienen la misma conciencia de lo que es el municipalismo. Esto es clave para llegar a la política local que es la que más percibe la gente. Hoy por hoy ese vaciado sería un error porque no llegarías a todos los pueblos con el mismo nivel de eficacia.