VALÈNCIA (EFE). La asociación Indigants amb Renfe espera que de la reunión por videoconferencia esta tarde entre el president de la Generalitat, Ximo Puig, y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, surja "algún avance" y un "compromiso" para solucionar la "nefasta gestión" del servicio de Cercanías de Renfe en la Comunitat.
El portavoz de Indignats amb Renfe, Rafael Villalba, ha señalado a EFE que "a quien se tiene que presionar es a los gestores de Renfe, que son los que gestionan Cercanías", para solucionar la falta de maquinistas, de personal de mantenimiento y la renovación de trenes que, a su juicio, "es lo que está provocando este caos que venimos arrastrando desde hace décadas".
Sobre la petición de la Generalitat al Gobierno central del traspaso de la gestión del servicio de Cercanías, Villalba considera que si esas transferencias "no van dotadas de un buen presupuesto, al final no van a servir de nada".
Para Villalba el problema es "mucho más profundo y tiene más relación con una mala gestión de Renfe y cómo se hacen los nombramientos de los gestores que con quién lo gestiona, porque al final se van a duplicar gastos en vez de ir a la raíz del problema".
Lamenta asimismo que Renfe "no esté gestionando bien sus propios presupuestos", ya que "lo está desviando todo a la alta velocidad y no apostando por las Cercanías y el tren convencional", y reivindica que cumpla con esta red y la de media distancia para que siga siendo "eficiente, cómoda, segura y vertebradora del territorio".
Por otro lado, ha señalado que el robo de cable y el posterior incendio de la caseta técnica de la estación de Massalfassar, del que se cumple una semana y que ha afectado a la línea entre València y Castelló, ha evidenciado la falta de inversión en la red de cercanías, al carecer de un sistema contraincendios automático.
"Si los gestores no son responsables de esto que hablen, y empiece a haber cierta transparencia", reclama Villalba, quien denuncia que se han producido casos de usuarios del tren que han perdido su empleo porque no pueden llegar al lugar de trabajo, ya que, lamenta "las personas más afectadas son las que tienen más carencias".
En relación la situación de la línea C6 entre Valencia y Castelló tras el incendio en la estación de Massalfassar, Adif ha informado a Efe de que el pasado 24 de diciembre se puso en marcha el sistema alternativo de gestión de tráfico de trenes y se sigue trabajando en la segunda fase.
Adif ha establecido, como primera medida transitoria, para reducir los retrasos de trenes que está sufriendo la línea, un sistema manual de gestión de tráfico alternativo al existente, pero con todas las garantías de seguridad, entre las estaciones de Puçol y Alboraia, ambas en la provincia de Valencia, al norte de la capital.
En una segunda fase, que está previsto implantar en febrero, se pondrá en marcha un sistema automático en el mismo tramo, lo que reducirá las afectaciones a la circulación.
El restablecimiento de la circulación "en condiciones normales" se estima en varios meses, han señalado las mismas fuentes.
Por su parte, Renfe puso en marcha este lunes un servicio especial de autobuses entre València y Castelló para reforzar la oferta de trenes de cercanías de la línea C6, mientras la capacidad de la línea esté restringida.
Este incidente, indican desde Renfe, ha obligado a rediseñar de forma provisional y conjuntamente con Adif todo el servicio ferroviario entre València y Castelló.
La compañía ha establecido siete servicios de autobuses entre València y Castelló, en ambos sentidos, y su circulación se prolongará mientras se mantenga el reajuste temporal de los servicios ferroviarios en la línea València-Castelló.
Los daños a la infraestructura en la estación de Massalfassar han obligado a reducir la oferta ferroviaria en los servicios de cercanías, entre ambas ciudades, donde ahora circulan 50 trenes, lo que supone el 66 % de los servicios habituales, según las fuentes.