VALÈNCIA. Tal y como es habitual será Bankinter (BKT) el que dé el pistoletazo de salida a la nueva temporada de resultados del Ibex 35, que en esta ocasión corresponde al tercer trimestre del año en curso. La entidad dirigida por María Dolores Dancausa rendirá cuentas al mercado en la segunda quincena de octubre. Lo hará después de haber catapultado su beneficio semestral un 54% hasta los 418 millones. Y, además, haciendo frente en su totalidad al pago del impuesto temporal a la banca por valor de 77,5 millones.
A pocos días de presentar sus resultados, BKT sigue teniendo en su capital a dos bajistas con nombre y apellidos. A saber: el fondo de pensiones de los canadienses (Canada Pension Plan Investment Board) y el hedge fund Point 72 Europe, ambos con sendos 'cortos' del 0,61% desde los pasados 24 de mayo y 7 de agosto respectivamente. Así lo ha corroborado este diario de la base de datos pública de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El banco presidido por Pedro Guerrero se revaloriza en lo que va de año un 0,96% en el parqué bursátil, tomando los 5,988 euros del cierre de ayer miércoles. En este sentido conviene recordar que BKT viene de dos años completos al alza: en 2020 se disparó un 37,11% y en 2021% un 45,80%. Ni que decir tiene que abandonar la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) de tipos negativos ha tenido mucho que ver en el buen tono bursátil.
Pero la cosa no queda ahí porque las acciones de la entidad madrileña tienen recorrido alcista (y mucho) a la vista del consenso de analistas de MarketScreener, tal y como lo ha constatado Valencia Plaza. El precio medio objetivo de los 17 que cubren a BKT alcanza el 7,749 euros, es decir, un potencial de subida de casi el 30%. Casi nada. Diez de ellos le tienen colgado el cartel de 'comprar', uno de 'sobreponderar', cuatro de 'mantener' y dos de 'infraponderar'.
Un Bankinter que capitalizaba al cierre bursátil de ayer por 5.382 millones, lo que la sitúa en la parte media/baja del principal índice bursátil español como es el Ibex 35. Concretamente lo hace entre Grifols (4.879 millones) y Mapfre (5.879 millones). Mientras tanto en su base accionarial figuran dos grandes inversores institucionales como son Fidelity International (2,83%) y Lazard Asset Management (3,032%). Por encima de ellos está Cartival, sociedad controlada por Jaime Botín -expresidente de Bankinter- con el 23,191%, y el empresario asturiano Fernando Masaveu (5,311%).
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Siguiendo con Bankinter, pero ahora desde dentro de la casa, el departamento de Análisis de la entidad también echa un capote a la cotización del valor. Pero no directamente claro -está prohibido que una casa de análisis ofrezca una recomendación de la entidad de donde procede- sino a través de sus previsiones del Ibex 35 para el próximo año. Así le adjudican un potencial alcista del 14,4%, que apunta en el mejor de los casos ese alza sería del 17,1% y en el peor del 11,7%, mientras que el potencial general de las bolsas oscila entre el 13% y el 25%.
Los expertos de la entidad consideran que la inflación continuará retrocediendo, pero los tipos de interés tardarán en bajar más de lo que generalmente se piensa. A su juicio, incluso en 2025 no será fácil que la inflación caiga por debajo del 3%, en tanto que el objetivo de la estabilidad de precios (2%) no ocurriría ni a finales de ese año.
Pese a esa perspectiva de tipos altos por más tiempo del previsto, los expertos de BKT señalan que ya se ha llegado al final del ciclo de alzas, por lo que calculan que -en un hipotético contexto de inflación en el entorno del 3%/3,5% en combinación con un nivel de tipos en el rango 4%/5%-, daría como resultado una economía con tipos reales positivos entre de entre 100 y 150 puntos básicos, lo cual sería "mejor" que el escenario de tipos negativos de hace un lustro.
De cara al futuro más próximo, Bankinter anticipa que las primeras semanas de octubre pueden resultar desorientadoras ante una probable falta de dirección firme causada por un déficit de incentivos, más que a problemas graves. En ese contexto de pausa y asentamiento del mercado recomiendan reducir la exposición en tecnología a favor de bancos, seguros, 'utilities' e incluso petroleras -éstas de manera táctica y no estratégica-, en tanto que el sector inmobiliario puede enfriarse.