VALÈNCIA. El rival de Isabel Bonig durante las elecciones a la presidencia del PPCV, José Luis Bayo, tiene más facilidades para acudir a la sede del partido como denunciante que como candidato. La de este miércoles ha sido una comparecencia en la que ha ejercido de incómodo telonero a un acto en el que el partido quiere poner fin al conflicto del PP provincial de Valencia con una gestora.
Como es habitual, la rueda de prensa para valorar la desestimación de la demanda contra el PP por presuntas irregularidades en el congreso regional se ha celebrado en las inmediaciones, muy cerquita de la sede, pero no dentro. Con la puerta del cuartel general de los populares como sobrio photocall, Bayo desmenuzó, documentos en mano, las acusaciones a un proceso (a su juicio, "viciado") que le ha llevado hasta aquí.
"El PP ha perdido una oportunidad histórica para aplicar la máxima de un militante, un voto", ha dicho, citando el lema con el que hizo campaña. Al haberse enterado por la prensa del contenido de la sentencia, ha pedido unos días para poder leerla con detenimiento y extraer las conclusiones que hará públicas en los próximos días. En el mismo acto, ha asegurado, anunciará si guarda los puños o si, por el contrario, recurre a la Audiencia Provincial de Valencia.
Las de Bayo y Bonig fueron unas primarias sin historia, sin verdadera lucha. El expresidente de Nuevas Generaciones ya se quejó del comité organizador por presionar y amenazar a algunos de sus colaboradores para que dejaran de trabajar para su candidatura. Luego criticó que ninguna de sus solicitudes para acceder a los censos oficiales o poder usar las sedes del partido para actos de campaña fue atendida. Y el asunto se complicó hasta llegar a solicitar la paralización del congreso como medida cautelar. Una medida que la juez no tuvo en cuenta: Bayo se retiró y Bonig ganó contra nadie sobre la arena brava.
"No sé dónde tenemos que buscar la legitimidad", se ha preguntado Bayo, antes de cuestionar el trabajo del Ministerio Fiscal: "Ha faltado mucho a su labor y se ha puesto de parte de una organización política que ha utilizado toda su infraestructura. Deja mucho que desear", zanjó, sin llegar a comprender cómo no ha advertido que Isabel Bonig actuó como "juez y parte".
Como ejemplo, ha recordado que la presidenta del PPCV inauguró la sede de Santa Pola cuando solo era candidata; ha sacado a relucir las declaraciones del diputado Jorge Bellver, en las que reconoce que el equipo de Bonig jamás elevó ninguna petición al Comité Organizador para organizar actos de campaña en ninguna sede; ha aludido a que los afiliados, que tenían que estar al corriente del pago de las cuotas para poder ejercer su derecho a voto, no abonaron lo mismo: "Yo, como candidato, tuve que pagar 37 euros; otros han pagado 9", y, por último, ha advertido que incluso algunos "muertos" tuvieron ocasión de participar en los comicios.
José Luis Bayo concluyó sus explicaciones con una alusión directa a la presidenta del PPCV, Isabel Bonig: quien pone reglas al juego no puede llamarse jugador. "Aquí es evidente que no todos hemos jugado con las mismas reglas", remató.