VALÈNCIA. Avanqua, la empresa gestora del Oceanogràfic, sigue eliminando elementos de la ecuación de su contrato con la empresa pública Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa). Con el acuario como joya de la corona, el pliego de condiciones del concurso que ganó en 2015 también incluía la gestión y explotación del Ágora, de las actividades secundarias en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe y el apoyo para dinamizar el conjunto del complejo.
Sin embargo, la compañía -participada en su mayoría por Global Omnium- está viendo como le despejan todo lo accesorio a la gestión del Oceanogràfic, el elemento con más atractivo de aquella licitación. Fue en 2018 cuando la Generalitat valenciana decidió recuperar el Ágora para albergar el CaixaFórum e indemnizar a Avanqua por ello con una reducción de 2,5 millones de euros del canon mínimo que tiene que pagar a Cacsa. Ahora, la empresa pública liderada por Enrique Vidal también ha liberado a la compañía de tener que programar en el Museo de las Ciencias y el Hemisfèric.
"Una vez iniciada la ejecutoria del contrato de Avanqua, y transcurrido un periodo inicial de dos años y medio, las partes comprobaron que la gestión de los contenidos resultaba mucho más operativa si era llevada a cabo por un único agente", señalan desde Cacsa. Con esta justificación, se acordó de forma consensuada que fuera la empresa pública quien asumiera la totalidad de la programación a cambio de una compensación por parte de la concesionaria.
Según explican desde la empresa pública, esta revisión estaba contemplada en el Pliego de Prescripciones Técnicas y podrá ser revocada o mantenida por amabas partes transcurridos tres años. Al contrario que con el Ágora, ahora será Avanqua quien pague a Cacsa 475.000 euros anuales (más IVA) para olvidarse de esta obligación. Entre las exposiciones en las que ha participado la compañía se encuentran la dedicada a Tesla y Paisatges además de películas proyectadas en el Hemisfèric. De hecho, en 2018 la compañía abonó 441.000 euros al ente público al descontarse una película, en la que ya habían incurrido en gastos, valorada en más de 34.000 euros.
En el caso del Ágora, la Generalitat redujo en 4,8 millones de euros el canon que debe pagar Avanqua en sus 15 años de gestión, además de una indemnización de 2,5 millones por lucro cesante. El Ágora llevaba sin actividad desde que en 2015 una auditoría revelara que el edificio no estaba en condiciones para los usos proyectados por Avanqua, que debía explotarlo los próximos quince años. El informe señalaba importantes deficiencias en la cubierta, problemas de seguridad y deterioro de elementos estructurales que impedían que el edificio estuviera operativo, y en las que Avanqua no llegó a entrar para su reparación.
Según recogen las cuentas de Cacsa de 2018, la empresa pública ha reducido las pérdidas al pasar de 24,2 millones a 19,34 millones, 4,9 millones menos de pérdidas. También se ha incrementado la cifra de negocio de 18,9 millones a 21,, un 11% más. Durante 2018, el canon pagado por la gestora del Oceanogràfic debido a su actividad principal ha sido de 6,4 millones de euros, un 21,1% más que en 2017.
Mientras, los cánones por la actividad secundaria -restauración y merchandising- han sido de 3,4 millones de euros, lo que supone un incremento respecto a 2017 de un 4,4 %. Por otro lado, la retribución de Cacsa a Avanqua por su apoyo a la dinamización del conjunto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias son de 384.000 euros en el ejercicio 2018, siendo el importe por este concepto de 236.000 de euros en el ejercicio 2017.