VALÈNCIA. El Gobierno valenciano presidido por Ximo Puig añadió este jueves una nueva medida a su conjunto de acciones para paliar los efectos de la inflación en la Comunitat Valenciana. Después de conocerse esta misma semana que el Índice de Precios de Consumo (IPC) había alcanzado su nivel más alto en España desde abril de 1985, con un 10,2 %, el jefe del Consell anunció en Les Corts, en réplica a la síndica del PP, María José Catalá, la suspensión durante seis meses del canon de saneamiento de aguas para aliviar así una parte de la factura a los hogares valencianos.
La decisión, consensuada con la Consellera de Agricultura que capitanea Mireia Mollá(Compromís), permitirá "dejar en los bolsillos de la ciudadanía" un total de 139 millones de euros, a razón de 23 millones al mes, como expresó el propio Puig. De este modo, y según los cálculos de Valencia Plaza a partir de los datos que maneja la Entidad de Saneamiento de Aguas (Epsar), cada hogar valenciano dejará de desembolsar, en función de su consumo y del tamaño de la localidad a la que pertenece, entre 12 y 18 euros mensuales.
Al ser una medida que repercute sobre la factura del agua, la población directamente beneficiada alcanzará a 4,95 millones de ciudadanos, por lo que se extiende, en la práctica, a casi la totalidad de los habitantes de la Comunitat Valenciana. Tal y como confirmaron fuentes de la Generalitat, se espera que esta decisión se apruebe con carácter de urgencia en las próximas semanas.
Ahora bien, todavía está por ver si los hogares de la Comunitat acabarán abonando o no más adelante los seis meses del canon que ahora quedan en suspensión, ya que la medida planteada por Puig es, en realidad, una moratoria. Una iniciativa , la del aplazamiento del pago, que ya se adoptó en abril de 2020 a causa de la pandemia por tres meses y que posteriormente se fue devolviendo por parte de la ciudadanía a lo largo de un año y medio.
En este sentido, y según ha podido saber este diario, el ala socialista del Consell pretende en esta ocasión alcanzar un acuerdo con Compromís para que la suspensión momentánea se convierta en definitiva, y que así los valencianos no deban pagar con posterioridad las cantidades que ahora se exoneran. Ahora bien, si ello no fuera posible, el PSPV-PSOE trataría de pactar alguna fórmula para que, al menos, sean las familias de menores ingresos las que no estén obligadas a devolver los seis meses de canon.
Una medida compleja esta última dado que, para llegar a buen puerto, deberá existir en primer lugar un acuerdo político en el seno del Botànic, posteriormente la creación de un marco legislativo y además, hallar el método para aplicar esta rebaja según criterios de renta.
En cualquier caso, una vez más el Ejecutivo de Puig opta, al menos de momento, por una medida de 'tabla rasa' para paliar los efectos de la inflación en la Comunitat Valenciana, ya que esta acción no tiene en cuenta la renta de los hogares a la hora de establecer la rebaja en la factura del agua. En la suspensión del canon sí que repercutirá en cambio el consumo del agua de cada hogar, en la que influyen por ejemplo el número de miembros de la unidad familiar más allá de los ingresos totales.
Ya en su momento, otras medidas en esta dirección, como la bonificación de tasas, no fueron del agradado de los socios de Puig en el Gobierno valenciano, precisamente porque deja fuera uno de los argumentos fundamentales que a menudo se utiliza para rechazar las bajadas de impuestos que esgrime el PP, como la del IVA: la diferencia de renta entre los ciudadanos que se benefician de la reducción de una tasa.
El cálculo del montante que cada hogar debe abonar por el canon de saneamiento de aguas está condicionado por dos factores. El primero es el número de personas que habitan en la localidad donde se encuentra dicho hogar, ya que las poblaciones con menos de 500 habitantes están exentas de pagar el canon. Para el resto de hogares, en cambio, se establecen una cuota de consumo y otra de servicio condicionadas de nuevo por el número de habitantes del municipio y, por supuesto, por el agua que gasta cada familia, que sería el segundo condicionante.
Para la cuota de consumo, los tramos oscilan entre los 0,321 euros por metro cúbico que abonan en los municipios de entre 500 y 3.000 habitantes y los 0,441 euros que se pagan en las ciudades de más de 50.000 personas. Del mismo modo, la cuota de servicio, de carácter anual, varía entre los 32,43 euros que desembolsan las localidades de entre 500 y 3.000 vecinos y los 44,83 euros que abonan quienes habitan en urbes de más de 50.000 ciudadanos.
De esta forma, y si se estima que el consumo mensual doméstico es de cinco metros cúbicos al mes por cada particular, se podría determinar que el gasto por persona es de entre 4 y 6 euros cada treinta días. Así pues, la media del canon de saneamiento de aguas, en función del gasto y de la localidad, quedaría establecido entre 12 y 18 euros mensuales por hogar.
Por último, conviene señalar que en función de la localidad la factura del agua se cobra de forma mensual, bimestral o incluso trimestral. Es por este motivo que desde la Generalitat Valenciana y la Epsar se ha optado por calcular la rebaja de forma mensual, y que el total de meses para los que queda suspendido el canon es de seis.