VALÈNCIA. Francisco Camps quiere estar presente en la escena pública. Su retorno ha sido paulatino de un par de años a esta parte. Activó sus redes sociales; volvió al panorama político para amagar con ser candidato en València; tiempo después dijo que, si no, le gustaría ser parlamentario; se ha seguido moviendo en el PP a nivel interno; y, este martes, ofreció una charla a pocos días de enfrentarse a su última causa judicial pendiente: una pieza separada de Gürtel. Lo hizo para cargar contra la izquierda, los medios, las filtraciones, los informes de la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción. Esta última, afirmó, "debería ser auditada para que se estudie su actuación".
Alrededor de 300 personas asistieron a la conferencia, titulada "La pena de telediario" y pronunciada en el Casino de Agricultura de Valencia. Las caras más conocidas eran de históricos del PP, muchos de su etapa en el Consell. Entre ellos se encontraban los siguientes: la exdelegada del Gobierno en la Comunitat y exconsellera Paula Sánchez de León; el también exconseller Alejandro Font de Mora; el exsecretario autonómico Luis Ibáñez; el que fuera jefe de Gabinete de Alfonso Rus, Emilio Llopis, quien también se enfrenta el próximo lunes a uno de los juicios del caso Taula; el exvicesecretario del PPCV David Serra; el exsenador Pedro Agramunt, ; el exdiputado nacional Juan Vicente Pérez (ambos del Foro 2020 al que pertenece Camps); el exconcejal en València Ramón Isidro; el exalcalde de Crevillent y exdiputado provincial César Augusto Asencio; el exdirector general Rafael Peset; el exgerente de la Fundación Jaume II el Just Vicente Burgos; el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Morella, Jesús Lecha; el exconsejero de Bancaja Ángel Villanueva; la exconsejera de Banco de Valencia Marita Boluda; el exconcejal, exdiputado, exsenador y exconsejero de Bankia Joserra García Fuster; o la portavoz del PP en Picassent, Inma Guaita.
Camps decidió hablar en público seis días antes del jucio de una de las seis piezas separadas en las que se dividió la trama valenciana del caso Gürtel –el cual se inició hace 15 años–, que se celebrará a partir del próximo 23 de enero en la Audiencia Nacional. Se trata de la investigación relativa al trato de favor a siete empresas del cabecilla de la trama, Francisco Correa. Entre 2004 y 2009, recibieron varios contratos menores por valor de más de 1,8 millones de euros. Se trata del segundo juicio por Gürtel para el expresidente de la Generalitat después del conocido como "caso de los trajes", en el que fue absuelto tras dimitir su cargo.
"Me encantaría volver a primera línea de batalla"
En una comparecencia previa a la charla, señaló que lo afronta con "absoluta tranquilidad" y que espera ser absuelto "como en los nueve anteriores procesos". Tanto en esta intervención como en la posterior ante el resto de asistentes –uno de los cuales cogió el micrófono para pedir que el PP lo recuperara– evitó concretar sus intenciones políticas. "Mi gran aspiración es que el PP gane las elecciones a nivel local y autonómico y luego las generales. Otra cosa es que es cierto que me encantaría volver a primera línea de batalla porque me gusta la política y creo que todavía tengo muchísimas cosas que ofrecer", indicó, sin entrar en más detalles. Aunque hace meses su apuesta parecía ser la ciudad de València, dejó de pelear por esa plaza. "María José Catalá y Carlos Mazón son unos grandes candidatos y tienen todo mi apoyo, respaldo y cariño", aseguró.
Posteriormente, dio inicio su alocución, que, como no podría ser de otra manera, arrancó con un recuerdo a la fallecida exalcaldesa de la ciudad Rita Barberá "y a aquellos que como ella nunca supieron que fueron absueltos". "El calor humano de tantas personas es lo que me ha traído aquí después de 14 años inmerso en causas judiciales", destacó.
En su opinión, "hoy la política no es atractiva por lo que está ocurriendo los últimos años, debido a su judicialización". "Sufrimos por igual jueces y políticos. Los primeros etiquetados de progresistas o conservadores dependiendo de sus causas. Los segundos porque sus aspiraciones se truncan y sus expectativas se destruyen", reflexionó.
Camps alertó del "peligro del Estado de Derecho" porque "la condena popular antes que la judicial es muy frecuente". En este sentido, citó un incumplimiento de la presunción de inocencia o las filtraciones interesadas a los medios de comunicación. "Los afectados conocen después de la opinión pública el contenido de las causas judiciales. La mayoría de los imputados de mi partido se han enterado de su investigación por la prensa. Eso hay que perseguirlo", comentó.
También mencionó los "informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil "que van más allá de lo que les es exigible" y "una Fiscalía Anticorrupción que realiza diligencias en las que se quiebran los principios y con una duración desproporcionada". El 90% de las causas, dijo, acaban en sobreseimiento o absolución.
El expresidente de la Generalitat remarcó que la llamada pena de telediario "en España es cuádruple". "Hay una tergiversación y manipulación interesada de declaraciones o informes que influye en el ambiente en el que se han de tomar las decisiones judiciales. Hay una escandalosa ocultación de los archivos en los medios. Hay un proceder de los medios en los que al tratamiento de causas más graves de la izquierda no se le aplica la misma vara que a la derecha. Hay una eternización de los procesos, que es la peor de las condenas", apuntó.
"Hay una eternización de los procesos, que es la peor de las condenas"
Camps hizo hincapié en que dentro de dos semanas hará 14 años desde que su vida "tomó un giro inesperado" con su primera investigación, la del 'caso de los trajes'. "Me he sentido perseguido de manera implacable. Me han paralizado totalmente por esta situación sobrevenida. La duración de las diligencias arrasa sin piedad a cualquiera que se vea sometido a ellas. No se puede permitir entrar en el laberinto oscuro y arbitrario de las acusaciones. Anticorrupción ha escrito e interpretado mi fanática adscripción personal al delito", afirmó.
El exjefe del Consell aseguró que hay 235 personas del PP o próximas al PP afectadas en 79 causas desde que le empezaron a investigar a él. "La Fiscalía Anticorrupción debería ser auditada para que se estudie su actuación. Estos procesos han podido costar más de 20 millones de euros en pagos a las defensas. He abierto telediarios nacionales, portadas de periódicos, informativos en radio en los que se daba por hecho que había cometido todo tipo de irregularidades", incidió.
Todo comenzó, recordó, con los trajes. "Hubo un total desbarajuste de esta instrucción. Nunca supe exactamente de qué se me acusaba. Nunca lo supieron ellos. Fue en el juicio donde se pudo verificar la cuestión y se sentenció que no hubo regalo. Pese a todo, fui absuelto. Las personas del jurado fueron sometidas a una intoxicación mediática y sólo les aislaron cuando acabó el juicio", comentó.
Y, pese todo ello, destacó que dimitió. "No quería ser objeto de debate en las elecciones generales y perjudicar a Rajoy y a mi partido. No quería llevar al presidente de la Generalitat al banquillo. Quería ganar moralmente a los que querían destruir las instituciones. Quise demostrar que tenemos más dignidad la gente del PP que los socialistas y comunistas", afirmó entre aplausos del público.
"Tras la sentencia de los trajes en la que fui absuelto, comenzó la posverdad para justificar que debía desaparecer de la vida pública"
La sentencia, prosiguió, recoge que se pagó los trajes pero él quedó estigmatizado porque "hay gente que sigue pensando que me los regalaron". "Me absolvieron, pero los medios entonces me siguieron atacando. Me salvé de la quema judicial pero ellos no querían salvarme de la política. Comenzó entonces la posverdad para justificar que debía desaparecer de la vida pública", remarcó.
Camps opinó que ha sido sometido "a una auditoría judicial" de sus años de gestión. "Ningún informe con los que se iniciaron mis causas ha llevado nunca un hecho concreto, un acto determinado ni una orden específica para la comisión de ninguna irregularidad. Incluyendo Gürtel, donde no hay ninguna cuestión irregular que haya cometido. Sigo procesado por la contratación de unos mostradores para una Feria de Turismo", ironizó.
"En casos como el mío la verdad nunca importa. Pero quiero confiar y que todos confiemos porque es la única manera de mantener la convivencia. No veo otra posibilidad que poder el contador a cero. Si mi paso por esta experiencia sirviera para cambiar las cosas lo daría por válido", apuntó. Aunque precisamente entró a valorar las actuaciones de jueces y nombró a tres que han llevado sus causas: Baltasar Garzón, "con quien todo comenzó, cuando decidió imputarme por los regalos de unas chaquetas y pantalones"; Juan Climent, quien presidió el tribunal del jurado por la causa de los trajes; y el exjuez de la Audiencia Nacional José de la Mata, que lo investigó por la pieza de Gürtel por la que ahora se le juzga. "He sido instruido, procesado e investigado por jueces que han trabajado en administraciones del PSOE", dijo.
Entre sus últimas 'perlas', bromeó con que un día escribirá un libro que se titule "Lo que los trajes se llevaron" y con que si él fuera hoy presidente de la Generalitat, el dueño del Valencia Club de Fútbol "no sería un tipo de Singapur que no quiere a los valencianos". Añadió un vaticinio: "Dentro de cuatro meses vamos a estar gobernando".