Carta a SS.MM. Los Reyes

El reto de enfrentarse a un folio en blanco es algo que debería fomentarse desde la educación primaria, no sólo con los dictados (recuerdo el maestro paseando por el aula mientras dictaba, siempre se oía la clásica pregunta “¿puede repetir?”), sino a través de la escritura creativa, para aprender ortografía y gramática y por supuesto desarrollar la imaginación. Enfrentarnos a un folio en blanco como enfrentarnos al silencio parece hoy en día un reto difícil, como propuse en mi Tintero ‘El silencio educativo’.

Eso es lo que hacen los niños cuando escriben su carta a los Reyes Magos y quizá los adultos deberíamos recuperar esa inocencia, esa actitud bondadosa, pedir y a su vez, exigirnos para ser mejores y hacer mejor las cosas. Comienza un año que pese a los repetidos mensajes donde todos nos deseamos Paz, Amor y Felicidad, y a los vídeos y fotomontajes realmente cursis que estos días saturan la memoria de nuestros teléfonos, la realidad se presenta compleja y sombría. El escenario tras las elecciones del pasado día 20 es apasionante, un panorama de consensos, diálogos y mucha pluralidad, si nos ponemos estupendos y campanudos; y también es preocupante, un escenario guiado por el revanchismo y la (falsa) supremacía ideológica de la izquierda populista y socialista y un centro derecha vencedor que se siente perdedor.

Así que la única solución que se me ocurre ahora mismo es pedirles a Sus Majestades de Oriente, con fe, esperanza e ilusión que obren el milagro y nos traigan algunas de las cosas que necesitamos los españoles. Si bien es cierto que nuestro Rey Felipe VI ya las demandó en su acertado discurso de Nochebuena, no por ello dejaré de pedir que la sociedad interiorice un espíritu de hermanamiento entre los pueblos de España, parece que a algunos les cuesta menos identificarse con un extranjero que con un compatriota, curioso. También quiero pedirles un mayor compromiso en la vida pública a quienes poseen un currículum personal y profesional lleno de trabajo, esfuerzo y perseverancia y representan la ‘Marca España’. Esos deportistas, médicos o juristas de prestigio internacional que nos hacen sentirnos orgullosos de ser españoles; las élites culturales, profesionales y sociales deben tomar partido y reivindicar valores como la honradez, la generosidad y la disciplina.

“Creo sinceramente que hoy vivimos tiempos en los que es más necesario que nunca reconocernos en todo lo que nos une. Es necesario poner en valor lo que hemos construido juntos a lo largo de los años con muchos y grandes sacrificios, también con generosidad y enorme entrega”.

Felipe VI Rey de España (Discurso Nochebuena)

También me gustaría que los representantes salidos de las urnas dejaran de lado la lucha cainita y partidista, la hipocresía con los ciudadanos y fueran, aunque sólo sea una vez en la vida, sinceros y entregados a la causa del Bien. A nivel autonómico y local también le pido a los Reyes Magos que traigan moderación y equilibrio para que algo tan elemental como es la libertad de elección de los padres a la hora de educar a sus hijos o la libertad religiosa y de culto, no se vean sutil y sibilinamente arrinconadas cuando no cercenadas.

Queridos Reyes Magos, finalizo ya porque imagino que tendréis millones de cartas que leer y no quiero abusar de vuestra amabilidad, así que mi último deseo es que logréis dejar en la mayoría de familias españolas los valores de la Transición que han sido la base de 40 años de paz y progreso: concordia, unidad y entendimiento, porque creo que buena falta nos van a hacer en los próximos meses. 

Sin más, solo recordar que podéis salir al balcón del Ayuntamiento y haceros un selfie antes de marchar.