VALÈNCIA. La líder del PP en València, María José Catalá, no tiene previsto desvelar su lista al Ayuntamiento con prontitud. A diferencia de otros partidos como Compromís, que la tendrán cerrada con bastante margen hasta las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023, la intención de los populares es apurar los plazos.
Esperar al último minuto –probablemente hacia marzo– tiene varios efectos. Primero, eludir comunicar a aquellos que no continúan la decisión y evitar así descontentos o 'brazos caídos' dentro del grupo municipal con un menor ritmo de trabajo. Máxime cuando en el PP no hay primarias y la formación puede manejar los tiempos a su antojo.
Segundo, jugar con el factor sorpresa y tener la opción de cerrar miembros de la candidatura hasta el final, sobre todo si las encuestas –ahora mismo muy igualadas– son favorables. De hecho, en la cena de Navidad de la ciudad, Catalá trasladó a los militantes y simpatizantes que el PP aparece en los sondeos como fuerza política ganadora de los comicios y le saca 6 puntos de ventaja a Compromís. Un ejemplo de la importancia que da a estas estimaciones.
Pero la espera también conlleva una consecuencia de la que es consciente la propia portavoz popular en el Ayuntamiento. Y es la de que desde el inicio del curso político en septiembre circulen las quinielas sobre quiénes compondrán la lista. Catalá se mueve en el hermetismo absoluto por ahora. Además, habrá ciertos nombres que tendrá que estudiar junto al presidente del PPCV, Carlos Mazón, ante la posibilidad de que vayan al Ayuntamiento o a Les Corts.
Pocos aventuran con seguridad qué tiene en la cabeza. De hecho, una reunión del pasado 7 de enero en la sede del PP de la ciudad, a la que asistieron varios concejales, ha desatado las especulaciones sobre sus preferencias. Y son diversas las voces que desde hace tiempo apuntan al diputado autonómico Juan Carlos Caballero como una de las personas clave de la próxima candidatura. Hay quien, directamente, lo sitúa de número dos desde que Catalá lo fichó de secretario general del partido en València.
Caballero ha adquirido cierto protagonismo en Les Corts en los últimos meses, donde ha realizado en algunas ocasiones repreguntas al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante las sesiones de control. Una manera de visibilizarlo, pero también de que su labor no esté centrada únicamente en València ciudad.
El movimiento de Caballero supondría la incógnita de qué ocurrirá con María José Ferrer San Segundo, un fichaje de Catalá la pasada legislatura al haberse convertido en una persona de su máxima confianza antes de dar el salto a la política municipal. Aunque hay fuentes que creen que seguirá en el Ayuntamiento, quizá compaginándolo con un acta en la Diputación de Valencia, otras voces no descartan incluso una vuelta al Parlamento autonómico.
Otro eterno interrogante es si la líder de los populares incluirá de nuevo a alguien del entorno valencianista al estilo de Enric Esteve, presidente de Lo Rat Penat; si podrá incluir algún independiente de relumbrón o qué sucederá con la captación de cargos de Ciudadanos. Dado que la intención es apurar plazos, el PP quiere esperar hasta el último momento para decidir sobre este asunto. Con ello, habrá pasado el proceso de primarias para el liderazgo nacional de la formación naranja, su refundación y la configuración de la nueva estructura.
La opción de fichajes como el del portavoz naranja en el Ayuntamiento, Fernando Giner, está encima de la mesa según fuentes populares, pero sin movimientos hasta que pase la guerra por los restos del partido. La prioridad de Catalá es la mayor suma posible de apoyos para ganar la alcaldía de València, aunque bajo la premisa, eso sí, de que Ciudadanos no presente lista propia.