VALÈNCIA. Fue un circuito de Fórmula 1, pasó a ser un circuito de Fórmula 1 abandonado, pero ahora empieza su andadura para dejar de serlo. La Comisión de Urbanismo aprobó este lunes, con los votos de Compromís y PSPV, las nuevas directrices para el desarrollo urbanístico del PAI del Grao -el sector que comprende la pista del antiguo circuito-. Entre ellas, el rechazo a prolongar la Alameda y sustituir esta idea, prevista inicialmente, por un delta verde que conecte con el cauce del río Turia.
El gobierno municipal defiende este proyecto con que la prolongación de las vías es innecesaria -hasta ahora se ha vivido sin ella- y porque va contra el "modelo de ciudad" que se busca. De hecho, la moción aprobada sustenta los cambios en el "interés público de adaptarse a la Agenda Urbana 2030". En su lugar plantea sustituir parte de las vías de la Fórmula 1 en un circuito "biosaludable" para el paseo.
La edificabilidad del sector se mantiene, si bien se reordenará para concentrar las construcciones en la zona norte del sector: en la Avenida de Francia, la del Ingeniero Manuel Soto, y en otro eje norte-sur que conectará La Marina con la zona de Moreras, al sur del cauce del río. Así, se libera la zona sur del sector para convertirla en un "delta verde", que significará la prolongación del jardín del cauce.
Otro de los cambios implementados es que, según la moción, "las tipologías edificatorias deben eliminar las superficies de espacios libres de uso privado y deben contener espacios terciarios que permitan la implantación del comercio de proximidad en planta baja". Y además, habrá una reserva de edificabilidad para viviendas dotacionales y de protección pública.
Además, se quiere convertir la zona en un polo de desarrollo innovador con "un terciario de calidad", como había publicado Valencia Plaza en su momento. Por ello, se reservará un 20% del suelo para este uso, aprovechando la proximidad con La Marina y La Harinera, futuro centro de innovación municipal.
El PAI continuará siendo de gestión directa, gestionado desde la empresa municipal Aumsa. Así, se rechaza la petición de los propietarios del suelo, quienes habían reclamado la gestión indirecta del sector. La firma pública, dependiente de la concejalía de Urbanismo, tendrá que encargarse ahora de redactar el planeamiento, incluyendo las nuevas directrices aprobadas. Gómez destacó hace cuatro meses que la intención es aprobar el planeamiento antes de las elecciones de mayo de 2023.
Desde el PP, que votó en contra, su portavoz municipal, María José Catalá, calificó de "tremendo error" la renuncia de la prolongación del Paseo de la Alameda: "Tenemos un proyecto claro y ambicioso que pasa por conectar Valencia al mar por el PAI del Grao y para eso se necesita la prolongación de la Alameda". Así el PP presentará en el pleno una moción para que se mantenga la prolongación del Paseo de la Alameda como eje de comunicación entre el centro de la ciudad y la fachada marítima.
Además, la edil 'popular' alertó que la modificación del PAI "renuncia implícitamente al soterramiento de las vías de Serrería". "Renunciar a la prolongación de la Alameda es sencillamente hipotecar este sector de suelo y su posterior desarrollo, abocar el final de la Alameda en el tapón actual que supone la línea de ferrocarril Valencia-Tarragona (túnel de Serrería) es frustrar la vocación de una paseo que nace 3'5 Km antes", explicó.
Incluso Compromís, socio del PSPV -partido de Gómez- en el consistorio, salió al paso de la moción para explicar la portavoz de la coalición valencianista, Papi Robles, que se tiene que soterrar la línea férrea prolongando el túnel de Serrería, todavía en fase de estudio informativo. Y recordó que el alcalde, Joan Ribó, remitió a la ministra de Transportes en mayo una carta calificando esta actuación como "imprescindible para el desarrollo de este sector y la vía verde del Marítim".
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, aseguró que lo aprobado "tan solo aparece en un añadido verbal de la vicealcaldesa, que no es más que un mero brindis al sol". Y criticó la falta de contundencia con el soterramiento de las vías, que condiciona el desarrollo del sector y que depende del Gobierno de España.
"Para nosotros, el soterramiento de esas vías es innegociable. Ribó, y especialmente Sandra Gómez, tendrían que presionar al gobierno de España para que acometa de una vez por todas esa inversión. Una inversión que ahora mismo tiene a Valencia dividida y que impide acabar obras tan importantes como la prolongación del Jardín del Turia hasta el mar", aseveró Giner en este sentido.
Hay que recordar que la Generalitat Valenciana adelantó 42 millones de euros para la construcción del circuito de Fórmula 1 con la idea de que, más adelante, el Ayuntamiento repercutiera esos costes de urbanización a los propietarios de los suelos. La dificultad de que toda la construcción sea empleada como viales públicos e infraestructuras reutilizables para el barrio, han hecho que, tras una negociación con la parte privada, esta asuma 32 millones del total. El resto, correrá a cargo de las cuentas públicas.