VALÈNCIA (EFE/EP). El PSPV-PSOE ha defendido la creación de una empresa pública de sanidad (EPS) para asumir a los trabajadores de los servicios sanitarios cuya gestión vuelve al sistema público, entre ellos el hospital de Torrevieja, mientras tanto Compromís como Unides Podem han abogado por el modelo que se empleó con el departamento de la Ribera para asumir al personal torrevejense.
Así se han pronunciado los tres socios del Botànic en la Junta de Síndics de este martes. Si bien coinciden en la necesidad de que el Hospital de Torrevieja revierta al sistema público en octubre, cuando finaliza el contrato, no hay acuerdo sobre la manera de hacerlo.
Compromís y Unides Podem han mostrado este martes su rechazo, al igual que el PP y Ciudadanos, a que se recurra a la creación de una empresa pública de salud como fórmula para que el departamento de salud de Torrevieja pase a ser de gestión pública, y han reclamado que se siga el modelo empleado en Alzira.
Por su parte, el PSPV ha considerado que la creación de una empresa pública es "una buena fórmula", porque no puede ser que de la noche a la mañana se incorporen a la función pública 1.400 personas que entraron a trabajar en una empresa privada y "no han accedido a la función pública con igualdad, mérito y capacidad".
El síndic socialista, Manolo Mata, ha defendido que crear esa empresa pública supone "una garantía para los trabajadores, porque están en el marco público y tienen los derechos que tienen los trabajadores laborales en el sector público", y se ha mostrado convencido que de aquí a octubre habrá una solución.
Según Mata, si se hiciera esa incorporación directa se perjudicaría la entrada de nuevos sanitarios en el sector público, "porque hay blocajes a la incorporación de nueva gente, la tasa de reposición saltaría por los aires y no podría incorporar a jóvenes que han acabado la carrera y el MIR, porque no tendríamos esas plazas en la función pública".
Ha considerado que Compromís y Unides Podem "están de acuerdo en lo esencial, que es que esto pase a ser gestionado desde el sector púbico", pero ha insistido en que uno no puede pasar de trabajar en una empresa privada "porque sea el hijo del concejal de no sé qué pueblo" a tener "los mismos derechos y garantías que alguien que ha aprobado una oposición".
El síndic de Compromís, Fran Ferri, ha indicado que "la mejor opción" para que en octubre se produzca la reversión de Torrevieja es que se aplique el modelo seguido en Alzira, porque eso garantizará que el proceso "se hará bien", como se hizo entonces, y además ha instado a que se agoten las vías de negociación colectiva.
"De momento, nadie nos ha ofrecido una propuesta mejor a ese modelo de reversión", ha afirmado Ferri, quien ha indicado que podrían ver bien que la empresa pública se acotara a determinados servicios, pero no quieren "trampas".
La síndica de Unides Podem, Pilar Lima, ha reiterado que defienden la vía del modelo de Alzira, "y eso significa gestión directa al cien por cien", por lo que no están de acuerdo con la creación de una empresa pública de salud, de manera que ha alertado de que "no cuenten" con su formación política para ello.
A juicio de Lima, crear esa empresa pública no supone "fortalecer" la sanidad pública ni a sus profesionales, por lo que ha reclamado que se sigan "los mismos pasos" que en la reversión de Alzira y que el Consell tenga "una voz única exigiendo el modelo de la gestión pública directa al cien por cien".
Desde la oposición, para la síndica del PP, Eva Ortiz, esto "es una chapuza en mayúsculas, negrita y subrayado", y ha considerado que no tiene sentido que la decisión se tome "en contra de los sindicatos de trabajadores y de la comunidad científica", y menos que se haga sin acuerdo entre los socios de Gobierno.
"No es posible que ni siquiera el Gobierno del Botànic no esté de acuerdo ni mantengan conversaciones para llegar a un punto de acuerdo", ha manifestado Ortiz, quien ha indicado que la reversión de Torrevieja está sobre la mesa desde hace mucho tiempo y "ahora deprisa y corriendo, y parece ser que sin acuerdo, quieren llevar al pleno del Consell algo que es una auténtica chapuza".
La síndica de Ciudadanos, Ruth Merino, ha calificado de "error" el formato de la empresa pública y ha afirmado que su grupo se posiciona "del lado de los trabajadores", que, según ha dicho, "no quieren acabar dentro de una empresa que, al final, no va a ser una verdadera gestión directa, porque no supone integrarse en la sanidad valenciana, sino que es algo intermedio".
"No es lo que les prometía la Conselleria de integrarse en sanidad pública", ha denunciado Merino, quien ha advertido de que esta fórmula pondrá "piedras en la competitividad de la sanidad de la Comunitat Valenciana", ya que impedirá "que vengan sanitarios y profesionales de otras comunidades" y "propiciará que el talento huya".
La síndica de Vox, Ana Vega, ha explicado que están en contra de la reversión del departamento de Torrevieja, porque "lo que funciona no hay que tocarlo", sino que "tiene que quedarse como está".