Piden que primero quede clara la marca y la candidatura autonómica y luego ya se produzca la proclamación de aspirantes a alcaldías
VALÈNCIA. Hasta hace escasos meses la disidencia en Ciudadanos se practicaba en silencio o en corrillos reducidos. En los grupos de whatsapps y en los actos públicos todavía se imponía tácitamente la herencia sembrada por el anterior secretario autonómico de Organización, Emilio Argüeso, -ahora senador en el grupo de no adscritos-, y de su alter ego en la provincia de Valencia, el diputado provincial y edil de Paterna Juan Córdoba, de aplicar mano de hierro ante cualquier queja en foros más o menos públicos. Apenas algunos ediles, como Vicente Raga, en Alboraia, o Jesús Gimeno, en Massamagrell, se atrevían a criticar el rumbo del partido de manera no discreta e incluso a presentar candidaturas independientes a congresos bajo el paraguas de una nueva vía.
La concatenación de resultados negativos en elecciones autonómicas y la proximidad de los comicios municipales, que se celebrarán en apenas diez meses, ha cambiado la mentalidad. En los grupos de concejales, pese al perfil tibio que pretende mantener el actual secretario autonómico de Acción Institucional y concejal de Valencia, Narciso Estellés, ya proliferan los comentarios de desacuerdo con las directrices del partido y de reproche a dirigentes anteriores y actuales en la Comunidad Valenciana.
Ese malestar no se queda en clave interna, sino que ya se traslada claramente en cartas difundidas con destino a la dirección nacional. Cada vez son más los ediles que, ante el tenebroso panorama que observan en sus municipios si se presentan bajo el nombre político de Ciudadanos, reclaman cambios de calado y urgentes, como ha venido informando Valencia Plaza.
L' Horta Sud se está destapando como una de las comarcas más reivindicativas en este sentido. "¿Cómo podemos hacer una presentación del candidato y empezar a trabajar por un proyecto concreto en el que no conocemos a los líderes autonómicos ni la marca por la que en teoría nos presentamos?", se pregunta abiertamente Pedro Salmerón, edil y portavoz de Ciudadanos en Benetússer tras el anuncio de su formación de proclamar inicialmente a candidatos locales, después convocar primarias para escoger al autonómico y, luego, llevar a cabo un congreso de refundación.
"Refundación, sí; pero orden y plazos, también. Si no se hace un congreso extraordinario con carácter urgente y un cambio de personas, estatutos y estrategia, no tendrá sentido esta reforma, que se quedaría en un lavado de cara. La actual situación necesita de una reestructuración completa y total", sostiene Salmerón, que insiste en "no tener miedo a los cambios ni ser tímidos a la hora de renovar nuestro partido, sino valientes y sinceros para poder reconectar con nuestro electorado y un espacio político que sigue presente y con ganas de un proyecto fuerte al que apoyar".
Al igual que otros ediles de su formación en la provincia de Valencia, reitera que la dirección nacional tenga en cuenta el sentir de su militancia local. "Esa renovación ha de asentarse sobre la base de los municipios, con un congreso donde cuestionemos todo desde la crítica constructiva y el afán de mejorar para conseguir el resultado que esperamos", recalca, para añadir que "todos los afiliados son necesarios. En Benetússer, donde tenemos una de las agrupaciones más numerosas de la provincia, estamos preparados para ello, como lo están muchos más concejales y militantes de otras poblaciones".
Coincide plenamente con su compañero José Bustamante, politólogo y concejal en Manises de la formación que preside Inés Arrimadas. Hace escasos días dirigió una extensa carta abierta precisamente a la máxima responsable del partido. En ella, sin evasivas, le señalaba que "el planteamiento de refundación es correcto, pero la manera de llevarla a cabo resulta totalmente equivocada. Entiendo que desde tu apartada orilla veas las cosas de una manera muy distante a como la vemos los que estamos a este otro lado de la orilla. Tú piensas en elecciones generales y por eso te permites plantear un congreso de refundación dentro de tres meses. Todo tu planteamiento es erróneo y abocado al más absoluto de los fracasos".
En otra población de l' Horta Sud como es Massanassa, el único edil de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Jorge Román, también pide protagonismo en redes sociales para trasladar públicamente su malestar con las decisiones de su partido. "Ya está bien de cachondeo. Que salga Arrimadas con toda su directiva y hagan de jefes de una vez tomando un camino claro. Y si se equivocan y esto desaparece, pues que desaparezca, pero que no nos mareen ni quieran salpicar a concejales y bases", ha explicitado.
Mientras arrecian las críticas sin reparos de concejales de la provincia, que quieren que lleguen a la dirección nacional para conminarles a cambios, la cúpula autonómica trata de mantener la calma entre las bases. Saben prácticamente lo mismo sobre la refundación y sus plazos que los concejales, ya que el equipo de Arrimadas ha impuesto un secretismo absoluto.
La única persona que está en el meollo de la trasformación es la diputada nacional por Valencia y coordinadora autonómica María Muñoz. El resto, como la propia secretaria autonómica de Organización, Teresa Ortiz, o el antes citado Narciso Estellés, intenta que no se hunda la moral y que las quejas no se trasformen en bajas a la espera de un paso adelante por parte del comité ejecutivo de Inés Arrimadas, que previsiblemente no se producirá hasta septiembre. Mientras tanto, entre el bochorno estival, la incertidumbre sigue corroyendo el partido.