VALÈNCIA (EP). El Cónsul Honorario de Ucrania en la Comunitat Valenciana, Pablo Gil, ha instado a Europa a "asumir los errores y la pérdida económica" a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania, ha pedido "ir más allá y encarar el futuro" y ha considerado que fue "un error depender de alguien de quien no te puedes fiar para dar energía a los países y a las industrias". "Eso hay que cortarlo", ha expresado.
Gil, en declaraciones a Europa Press antes de participar en la mesa debate organizada por el Club de Encuentro-Manuel Broseta, en la que ha participado junto a los cónsules de Hungría, Polonia y el secretario autonómico para la UE y Relaciones Externas, Joan Calabuig, ha llamado a la "responsabilidad" de los países europeos, puesto que, ha advertido, "en el momento en que se corte el grifo de los recursos a Rusia, se desmoronará" porque "su PIB depende de la exportación de gas y de petróleo, y no va resistir un bloqueo real", aunque ha señalado que Ucrania "va a tener que salir del agujero económico como pueda".
Preguntado por las repercusiones económicas que el conflicto ocasiona en la Comunitat Valenciana, el Cónsul Honorario ha señalado que el territorio valenciano "era el primer objetivo de exportación de Ucrania" y, como consecuencia de la guerra, "ya no se está recibiendo ni grano ni aceite de girasol ni arcillas que son necesarias para la industria del azulejo".
No obstante, ha apuntado, en cuanto a la energía, la pérdida es "mucho menor que la de los propios ucranianos u otros países europeos que sí dependen de la energía rusa".
Por otro lado, ha indicado que la Comunitat Valenciana ha atendido a cerca de 10.000 refugiados y ha incidido en que "van a necesitar prestaciones, apoyo y aprender el idioma para poder integrarse y trabajar".
"Todos ellos están repartidos por todo el territorio nacional, pero hay un gran número que vienen al centro de refugiados de Alicante y también vienen a las provincias de Valencia y Castellón, pero en menor medida", ha especificado.
Asimismo, ha expresado su deseo de que "pronto se pueda expulsar lo que queda del ejército ruso que está ocupando la zona del sur y del este de Ucrania" y ha hecho hincapié que "ahora hay que dar el último empujón para la expulsión definitiva" de estas tropas. "La moral está alta", ha considerado, puesto que Rusia "ya se ha dado cuenta de la resistencia del pueblo ucraniano y se ha retirado de Kiev y de los alrededores".