VALÈNCIA. Heróstrato constituye el paradigma de cómo hacerse famoso a toda costa. Su nombre ha superado casi milagrosamente milenios de historia -su gran aspiración- por quemar el templo erigido en honor de Artemisa en la localidad griega de Éfeso.
Cuando, pensando en todo tipo de motivos más conspiratorios, le torturaron después de capturarlo -algo que facilitó- para que confesara el porqué, se limitó a decir la razón que contiene mayor simplicidad: era un simple pastor y no veía forma más práctica de lograr fama que perpetrando esa impactante acción. Aquello ocurrió en el siglo IV antes de Cristo.
Hoy se habla de Síndrome de Heróstrato, o Eróstrato en su traducción sin transcribir la 'h' aspirada, para aludir a quien está dispuesto a hacer auténticas locuras para tocar la fama. De poco sirvió que las autoridades del momento ordenaran que su nombre fuera borrado de cualquier recopilación. La `damnatio memoriae´ en la que luego se prodigaron, como uno de los peores castigos, en la Roma clásica.
El ejemplo resulta hiperbólico en el contexto del reportaje; no obstante, demuestra hasta qué punto una maniobra puede permitir alcanzar visibilidad. En esa tesitura se empiezan a encontrar numerosos candidatos a alcaldías. Faltan poco más de tres meses para las elecciones y el movimiento comienza a acelerarse más allá de las consabidas carpas en los mercados o de la recogida de propuestas vecinales, ya sea vía código QR o en clásicos papeles.
Se trata de aguzar el ingenio, en el sentido positivo. Sin llegar al caso de Heróstrato ni caer en acciones que puedan resultar contraproducentes para sus intereses, como las protagonizadas recientemente por el portavoz de Millorem Benaguasil, Vicente Valls, que abandonó el último pleno acusando de "dictador" al alcalde, Ximo Segarra, del PP.
También en los últimos días se ha visto envuelto en una polémica tras anunciar una colaboración con Cruz Roja para ayudar a los damnificados por el terremoto de Turquía y Siria que fue respondida por un comunicado institucional afirmando que "la ONG Cruz Roja ha confirmado al Ayuntamiento que no está llevando a cabo ninguna colaboración con ninguna entidad pública o privada de Benaguasil, y en caso de haberse llevado a cabo publicidad de la misma, ha sido sin su aprobación".
Constituye un caso aislado en el contexto de la provincia que, en cualquier caso, también refleja la tensión -con enfrentamiento crecientes en plenos- que provoca la proximidad de las elecciones de mayo. Esta circunstancia incita a la mayoría de candidatos a acentuar acciones para buscar relevancia. O, como mínimo, a quienes están en la oposición.
"Gobernamos en la mayoría de poblaciones. La campaña orbitará sobre la gestión realizada durante esta legislatura y, por supuesto, en nuevas propuestas para la próxima", explica Vicent Zaragozá, alcalde de Silla y secretario general del PSPV en l' Horta Sud, la comarca más poblada de la provincia y en la que el socialismo valenciano dirige 16 alcaldías, un número que espera aumentar en mayo.
En el caso de los primeros ediles, sean del partido que se trate, cuentan con el importante plus de la notoriedad que conlleva su cargo. En su caso, les acompañan los hechos y la mayoría lo que busca son actos para explicarlos, más sobrios.
No obstante, no todos afrontan la campaña de este modo. El alcalde de Xirivella, y diputado autonómico, Michel Montaner, ha ido dos pasos más allá. Hace unos meses empezó una ronda de visitas nocturnas a domicilios en los que particulares le invitaban a cenar -él llevaba el postre- y conversaban.
Por si no fuera suficiente el adentrarse y presentarse en hogares ajenos -"yo nunca lo haría; al contrario, creo que lo debemos es mantener las puertas de nuestro despacho de la alcaldía siempre abiertas para atender a quien quiera verte", opina al respecto otro destacado primer edil y conmilitón suyo de esa misma comarca- ahora, por las tardes, llama a timbres de casas. "Hola, soy el alcalde", contesta al consabido "¿Quién?".
"Buscar en cada hogar las quejas y las sugerencias te permite tomarle el pulso verdadero a la ciudad, consiguiendo una información valiosa para seguir trazando un programa de gobierno creíble y útil. Por esa razón voy a tu casa y te dejo mi tarjeta", afirma en su cuenta de Facebook -se prodiga poco en entrevistas o a preguntas de medios- para argumentar su nueva medida que ha iniciado esta semana. Su objetivo consiste en tocar el máximo número posible de timbres. Quien responda se encontrará la visita sorpresa de su alcalde.
Xirivella es uno de los municipios donde la pugna parece más enconada entre PSPV y PP. La candidata de esta última formación, Paqui Bartual, también da sus pasos hacia adelante. El pasado domingo superó las expectativas y repartió 300 bocadillos (había previsto 200) repletos de la tradicional morcilla de aceite local, un producto con mucha ascendencia y que se ha convertido en uno de sus reclamos de campaña. De hecho, ya ha anunciado que si gana la alcaldía organizará la ´Botifarra Fest´.
Saltamos a l'Horta Nord, a Moncada, uno de los bastiones en los que Ciudadanos puede lograr mejores resultados. Como candidato a la alcaldía destaca por sus medidas el diputado Jesús Gimeno. Además de realizar entrevistas televisadas a referentes locales como el exfutbolista Miguel Tendillo, ahora cede gafas para que sus vecinos puedan ver una realidad virtual en 3D, la de su localidad con las propuestas de Gimeno.
"Pueden contemplar cómo quedará el auditorio/conservatorio/centro de convenciones que proponemos donde ahora existe un solar junto al edificio del Ayuntamiento. O el futuro anillo ciclista y ruta del colesterol con gerontogimnasia", señala como las dos de las hasta diez medidas cuyo desarrollo anticipado pretende mostrar no en pantallas de visión colectiva, sino con gafas de uso personal.
Las cede a quien se acerca a carpas que instala -aquí ya volvemos a la campaña convencional- junto a los puestos, los días de mercado. Pese a las convulsiones en Cs, asegura que, pase lo que pase, se presentará en mayo con la marca naranja. De hecho, el desgaste de la gestión en minoría de la alcaldesa socialista y la división interna del PP (del que ha fichado militantes para su proyecto) le otorgan posibilidades reales de alcanzar la vara de mando.
En Albaida, Juan Carlos Roses, el candidato del PP presentado este viernes por el presidente regional, Carlos Mazón, también ha buscado singularizarse, como Montaner o Gimeno, aunque, en este caso, con su afición, ya que ha trasladado su 'marca personal' a la política.
Recurriendo a lemas como ´El piloto del cambio' (en Albaida gobierna Compromís) o ´Calentando motores' difunde su foto de motero. Como deportista, ha despuntado en motocross, donde, según recalca en su presentación, "ganó cuatro campeonatos provinciales de la Comunitat Valenciana y consiguió posicionarse entre los mejores 20 pilotos en el campeonato de España. Además ha sido jugador de fútbol semiprofesional del Club Deportivo Albaida durante dos temporadas en Segunda Regional y es miembro del Club Ciclista local y socio desde los 12 años del Motoclub Ciutat d’Albaida".
Cada cual utiliza sus armas. Sin resultar tan rompedor, Jesús Molins, neófito en política y aspirante a ganar la alcaldía de Aldaya, lanzó a principios de mes la campaña "100 días,100 propuestas", con un goteo diario de iniciativas. Sus intervenciones las acompaña del recordatorio de que procede de la empresa privada y de su intención de lograr la máxima eficiencia en la gestión.
En cualquier caso, la lista de ejemplos podría superar el medio centenar si tenemos en cuenta que en la inmensa mayoría de los 266 municipios de la provincia de Valencia competirán varias listas.
Algunas las encabezan personas casi desconocidas para sus conciudadanos cuyo principal objetivo, precisamente, consiste en darse a conocer en positivo para que les voten. En acertar con el cómo radicará gran parte de su posible éxito. En cualquier caso, los intentos se multiplicarán en las próximas semanas. Y la campaña, en sentido oficial, todavía ni siquiera ha empezado.