La delegación de tributos a las diputaciones: una estrategia de ahorro en los municipios valencianos

VALÈNCIA.  Un reciente informe de la Sindicatura de Comptes ha puesto de relieve la amplia delegación de la gestión tributaria a las diputaciones provinciales por parte de los municipios valencianos. Esta práctica, por la que se decantan 474 de los 542 municipios de la Comunitat Valenciana, se presenta como una herramienta eficaz para optimizar costes y mejorar la eficiencia en la gestión de los tributos locales.

El informe destaca que la delegación en las diputaciones podría suponer un ahorro significativo para los municipios llegando a reducir el coste de la gestión directa desde el actual 3,5% hasta un 2,8%. Una optimización de recursos que se traduce en una mayor eficiencia en la administración de los tributos, ya que libera recursos para otras áreas prioritarias de la gestión municipal.

No obstante, cabe resaltar la diferencia entre las distintas provincias de la Comunitat. Valencia es la provincia con mayor número de municipios que gestionan de manera directa los tributos. En concreto, de los 207 municipios totales, 59 llevan a cabo la gestión directa. Datos que contrastan con los de Alicante, donde tan solo un consistorio lleva de manera directa la recaudación de impuestos. 

La delegación como herramienta estratégica

La delegación de la gestión tributaria a las diputaciones se presenta como una opción estratégica para los municipios valencianos, permitiéndoles reducir costes, mejorar la eficiencia y optimizar la recaudación de tributos como el IBI y el IVTM, pilares fundamentales de sus ingresos corrientes.

En lo que se refiere a la recaudación de tributos, el informe señala el peso significativo del IBI y el IVTM, que representan el 34,5% de los ingresos corrientes de los municipios valencianos. El IBI, por sí solo, alcanza el 29,9% de esta cifra, mientras que el IVTM aporta un 4,6%.

Ante este panorama, la delegación de la gestión tributaria a las diputaciones se configura como una estrategia clave para optimizar la recaudación de estos tributos fundamentales. La experiencia y la especialización de las diputaciones en esta materia pueden contribuir a una mayor eficacia en la gestión, ya que asegura el cumplimiento de las obligaciones fiscales por parte de los contribuyentes y maximizando los ingresos para los municipios.

Organismos provinciales de gestión tributaria

La Diputación de Alicante cuenta con su propia Administración Tributaria, Suma, que se encarga de la gestión de diversos tributos locales y otros ingresos públicos de derecho público. Por su parte, la Diputación de Castellón cuenta con el Servicio de Gestión, Inspección y Recaudación y la Diputación de València con el servicio de Gestión Tributaria, actualmente a cargo de Laura Sáez, alcaldesa de Carlet y diputada provincial. 

Las administraciones tributarias de las diputaciones provinciales desempeñan un papel fundamental en el sistema fiscal local. Entre las diversas funciones que llevan a cabo destacan la liquidación, recaudación e inspección de tributos locales -IBI, IAE o plusvalía-, la gestión de expedientes sancionadores relacionados con el incumplimiento de las obligaciones tributarias, así como la prestación de asistencia e información a los contribuyentes a través de diferentes canales. De esta forma, las entidades provinciales colaboran con la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) en la lucha contra el fraude fiscal.

Cabe destacar que la decisión de delegar o no la gestión tributaria debe ser tomada por cada municipio de manera individualizada, según sus propias características y necesidades. Sin embargo, los datos que aporta la auditoría de la Sindicatura de Comptes avalan la delegación como una herramienta eficaz para la optimización de la gestión tributaria local.