Hoy es 10 de octubre
Hace unos días, hablando con una persona recordaba aquel chiste del gerente de una empresa que está pasando por un momento no demasiado boyante y llama a su despacho al director financiero para preguntarle: "Oye, ¿cuánto son dos y dos?". Y éste, forjado también en mil batallas, le mira serio y le contesta: "¿Cuánto hace falta que sea?".
Me parece una manera muy gráfica de expresar que la economía no es una ciencia exacta. Y no es exacta por muchos motivos: desde su raíz -pues trata sobre el estudio de la satisfacción de las necesidades humanas mediante recursos escasos, y por tanto debe prever comportamientos inciertos-, hasta la multitud de aspectos valorativos que tiene, y que dependerán del criterio por el que optemos.
Por poner un ejemplo sencillo: ¿Cuánto vale ese flamante coche nuevo que acabamos de comprar, un día después de recogerlo del concesionario? ¿Lo que acabamos de pagar por él? ¿O ha perdido ya un 40% de su valor por el mero hecho de matricularlo? Desde luego, si intentamos venderlo en ese momento experimentaremos más bien esto último. Aunque mucho podríamos debatir sobre el valor económico del vehículo...
Pero esa realidad no equivale a que en economía 'valga todo', ni mucho menos que las decisiones económicas sean indiferentes.
Bien al contrario, la economía tiene sus principios y reglas, y la única forma de que progrese es siguiéndolas. Lo cual implica que las decisiones de política económica deben ser más 'económicas' que políticas.
"en economía, la inacción o las medidas arbitrarias solo aumentan los problemas"
Hacer un 'relato' de la economía que se aleje de la realidad puede distraer la atención, pero desde luego no resuelve los problemas económicos. Es la actitud del avestruz que esconde la cabeza cuando se ve perseguida, intentando mimetizarse con el paisaje. Pero como al avestruz -que cuando saca la cabeza lo único que ve es al depredador aún más cerca-, en economía la inacción o las medidas arbitrarias solo aumentan los problemas.
Ya he contado en alguna ocasión que desde principios de 2010 y durante casi tres años, tuve la oportunidad de dirigir un Centro de Empleo y Formación que el Ayuntamiento de Murcia tiene en una pedanía cercana a la ciudad. Hasta entonces me había dedicado a la dirección financiera tanto de PYMEs como de empresas multinacionales, y recuerdo esa experiencia profesional con especial cariño porque me dio la oportunidad de entrar en contacto y ayudar a muchísima gente que venía al Centro, algunos en situaciones dramáticas.
Fueron unos años difíciles tras la crisis financiera de 2008, a la que siguió en España la crisis de la construcción, con demoledoras consecuencias.
Recuerdo la cantidad de personas que recibíamos procedentes de ese sector. De hecho, el colapso de la construcción había contribuido a un incremento del paro de más de 1,2 millones de personas durante el año 2008.
Entonces, fueron muy famosas unas palabras del presidente del Gobierno que, dos meses antes de estallar esa crisis, y cuando ya había economistas -incluso dentro de su propio partido- que advertían sobre esa posibilidad, afirmaba que la economía española "juega en la Champions League de las economías".
Me parece que hoy estamos también con un relato que no se ajusta a la realidad. No creo que la economía española esté en condiciones de aprobar unas medidas económicas como las que se han prometido sobre el 'escudo social', 'condonación de deudas autonómicas', etc. que nos van a llevar a un déficit público inasumible y a sus correspondientes consecuencias.
Hace unos años, y peyorativamente, los países del Norte de Europa crearon el acrónimo PIGS (en inglés: cerdos) para referirse a algunos países más rezagados de la Eurozona, en concreto: Portugal, Irlanda, Grecia y España (en inglés Portugal, Ireland, Greece, Spain).
El caso es que, si se analizan comparativamente algunos datos de los últimos años de estos 4 países, y la media de la zona Euro, me parece que no tenemos razón alguna para la euforia:
Fuentes:
- Expansión / Datos macro (https://datosmacro.expansion.com/)
- Statista (https://es.statista.com)
Incluso Grecia, que pasó por un rescate que supuso un empobrecimiento muy significativo de su población tiene mejores datos que nosotros en la mayoría de esos parámetros.
Y desde luego, las decisiones económicas en Irlanda y Portugal en los últimos años han ido en una dirección bien distinta a las tomadas en nuestro país.
Basta leer estos datos para llegar a la conclusión de que tenemos por delante unos años de mucho esfuerzo, no de triunfalismos.
Y para eso nos deberían preparar nuestros gobernantes con un relato acorde.
Javier Giner Almendral es economista.