VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València presentó este martes la liquidación del presupuesto de 2022. Un ejercicio que, para el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, fue un éxito en términos de inversión, todo lo contrario que para los partidos de la oposición, PP y Ciudadanos, que cuestionaron la ejecución de inversiones en los barrios del Cap i Casal.
Las cuentas, reflejan una diferencia entre ingresos y gastos no financieros de 125 millones de euros, y un resultado presupuestario ajustado (que incluye operaciones financieras y gastos con cargo a remanentes de tesorería), de 97 millones. Es dinero que se recaudó, pero se quedó en las arcas municipales y no se destinó a realizar políticas públicas concretas por parte de las diferentes concejalías del gobierno conformado por PSPV y Compromís.
Entre los gastos no ejecutados destacan los del capítulo 6, inversiones directas, que tenían una partida inicial de 108 millones que se incrementó hasta los 282 millones de euros por diferentes modificaciones de crédito. Entre ellas, el remanente no invertido en el ejercicio de 2021. Del total, el consistorio solo ejecutó 85,2 millones de euros, el 30% de lo previsto.
El dinero no gastado en 2022 por el Ayuntamiento que procediera del remanente de 2021 se tendrá que destinar a amortizar deuda en un momento en el que ni el Consistorio necesita reducir su endeudamiento, que es muy bajo después de años de superávit presupuestario, no los bancos necesitan que amortice anticipadamente el capital que han prestado. Se trata de una obligación impuesta por la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Suficiencia Financiera por la que el Ayuntamiento devolverá este año 22,4 millones de euros a los bancos.
Pese a todo, el alcalde, Joan Ribó, celebró haber cerrado el año con saldo positivo, así como la cifra de ejecución de inversiones porque, según afirmó, es la segunda más alta de los últimos dos mandatos (únicamente fue mayor en 2016, cuando alcanzó los 89 millones de euros). En este sentido, el primer edil resaltó que el año pasado invirtieron 14 millones más que en 2021.
Para la oposición, sin embargo, las cifras hablan por sí solas. La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia, María José Catalá, quien ha anunciado que una de sus primeras medias como alcaldesa será rebaja de impuestos y tasas, afirmó que el resultado de la liquidación del presupuesto de 2022 confirma la incapacidad de Compromís y el PSOE para ejecutar inversiones.
Según los populares, desde enero de 2020 hasta el cierre del 2022 el saldo de las cuentas bancarias del Ayuntamiento se ha incrementado un 178%, pasando de 79 a 220 millones de euros. "Disponen de 141 millones más en los bancos. Este dato refleja que era perfectamente posible bajar los impuestos y dejar el dinero en el bolsillo de los valencianos", afirmó Catalá.
También el portavoz de CS en el Ayuntamiento, Fernando Giner, criticó la "poca capacidad" de gestión del equipo de gobierno. También censuró que el Gobierno municipal presuma de que en 2023 vamos a tener la mayor cantidad de inversión con 247 millones, al incorporar lo no ejecutado el año pasado. "Es un engaño y una falta de respeto a la ciudadanía, todo pensando en el año electoral", afirmó.