VALÈNCIA. Un nuevo capítulo se ha escrito en el culebrón que dos de los tres magistrados titulares de lo Mercantil están protagonizando en una de las jurisdicciones más complejas, y hundidas, de la Justicia valenciana. El último guión lo firma el titular de Mercantil 2, Jacinto Talens, quien ha recurrido la decisión de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) de no "eliminar los refuerzos", en contra del criterio de Talens y de su compañero de 1, Salvador Vilata.
Éste último, ha sido recientemente suspendido con ser apartado un mes del juzgado por intromisión en la potestad jurisdiccional de una compañera y, además, ha solicitado un traslado a la Audiencia Provincial.
Tal y como publicó en exclusiva Valencia Plaza, Talens votó en una junta de jueces de la especialidad la necesidad de retirar los refuerzos, que a día de hoy es de un juez por cada juzgado. Como el magistrado sabía de antemano que iba a perder la votación se negó, junto con Salvador Vilata, magistrado titular del 1, a que los refuerzos pudieran votar ya que no tenían plaza en propiedad. Así, al final hubo un empate técnico, Vilata y Talens contra la magistrada del 3 y el juez decano de Valencia.
Finalmente, y ante el citado empate, fue la Sala de Gobierno del TSJCV la que votó la necesidad de continuar con los refuerzos. Esa decisión parece ser que no le ha gustado nada al juez y, por ello, ha recurrido el dictamen ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el máximo órgano de gobierno de los jueces.
Las probabilidades de que el CGPJ le dé la razón a Talens son prácticamente nulas, ya que existe un informe realizado por la propia sala a partir de los datos objetivos de los tres juzgados que evidencian la necesidad de que haya dos jueces por cada uno de los juzgados.
Según ha podido saber Valencia Plaza, los concursos que hay abiertos en el juzgado número 1 rondan los 500 y, además, en 2016, se pusieron sobre 400 sentencias; en el número 2 hay casi 550 concursos y más de 400 sentencias se firmaron el año pasado mientras que, en el 3, los concursos rozan los 700 y alrededor de 400 sentencias. En cuanto al juzgado de Talens, el magistrado de refuerzo ha puesto en el primer trimestre del año 50 de las 73 sentencias que se han emitido, además de llevar a cuestas 130 concursos.
Estas cifras, que a priori y para neófitos podrían parecer escasas, pero ni mucho menos lo son. De hecho, ahora en 2017 todavía se están resolviendo concursos de los años 2008, 2009 y 2010, e incluso alguno del 2007. El TSJCV y el juez decano consideran absolutamente necesario que los refuerzos continúen en la materia.
Una de las situaciones que más llama la atención es que los magistrados que ahora claman en contra de los refuerzos, Talens y Vilata, siempre habían apoyado que hubiera jueces reforzando. Sin embargo, tras un cambio en la forma de reparto de los concursos, sus criterios cambiaron como una veleta con el viento.
Mientras los nombramientos de los acreedores concursales los hicieron ellos, y los refuerzos se encargaban de determinados incidentes concursales como clasificación de créditos e impugnación de listas de acreedores, nunca hubo problemas. Pero tras el cambio, el 1 de julio de 2015, cuando, los 'novatos' comenzaron a llevar todos los nuevos concursos que entraban en el juzgado, con el consiguiente nombramiento de administradores concursales.
El saneamiento de la jurisdicción promulgado por la presidenta del TSJCV, Pilar de la Oliva, está encontrando obstáculos a cada paso que trata de dar. Pero, según fuentes de toda solvencia, el CGPJ apoya la limpieza de De la Oliva.